Primero les quitan la ilusión. Luego les hunden la moral. Finalmente, les arrebatan el alma. Asfixiados. Desnaturalizados. Sus rivales acaban penando sobre la moqueta sumidos en la más absoluta tiniebla.
Sucede en los cuartos de final. En las semifinales. Incluso en una final que despachan en una hora. Dubai asiste a una nueva exhibición del imperio de los números uno, Fernando Belasteguin y Pablo Lima.
Su imponente dictado no encuentra, por ahora, réplica en un circuito que suspira por una derrota de los líderes que alivie a todo un pelotón de perseguidores, aspirantes sometidos a la cruel tortura de tener que medirse a Bela y a Lima.
La pareja Adeslas no es que no haya perdido aún un encuentro en pista en todo el año. Es que en casi todas sus victorias somete a un desgaste tan profundo a sus contrarios que acaban resquebrajando mucho más que su propio juego. Les funden en presente y les aniquilan para el futuro.
Ocurre en cuartos de este Dubai Padel Master ante Ramiro Moyano y Maxi Grabiel (6-4 y 6-0); y, sobre todo en semis, ante Juan Martín Díaz y Maxi Sánchez, a quienes pulverizan de manera inopinada (6-2 y 6-2) para retratarles al nivel de una pareja cualquiera.
Por el otro lado del cuadro, Juani Mieres y Sanyo Gutiérrez protagonizan una doble remontada para acceder a la final, la tercera de esta dupla en la temporada (título en Madrid y derrota en Sevilla) . Primero, en cuartos, sobreviven a la emboscada de Lamperti y Allemandi (3-6, 6-1 y 6-4); después, en semis, se abren paso en otro durísimo encuentro ante Paquito Navarro y Matías Díaz en semifinales (4-6, 6-3 y 6-4).
Resumen semifinales masculinas Dubai Padel Master 2015.
Ahora, en la última de las pruebas Master de 2015 (a excepción del Master Final en Madrid), Mieres y Sanyo cogen el relevo de Juan Martín y Maxi Sánchez para tratar de descabalgar a Bela y Lima de su impecable trayectoria.
Y ciertamente, el inicio del duelo resulta inusualmente esperanzador. Dos remates que devuelve en la red Juani Mieres y una pegada propia de El Hispano. Una salida angulada que no levanta Bela. Y finalmente, el tercer remate que caza el de Dunlop. Todo junto radiografía un arranque espléndido para Sanyo y su compañero que cazan así un break imprevisto (0-1).
La corneta suena con el warning del juez árbitro a Belasteguin por liberar su enfado en el banquillo con su pala Head. Una advertencia que, en verdad, más que al propio argentino, debe activar las alertas en sus contrarios.
Y es que, de inmediato, el paso al frente de Bela y Lima tambalea el firme inicio de Gutiérrez y Mieres. El de Dunlop, un prodigio en el arranque, afloja la pala con sus oponentes bufando en la cinta. Una volea en la red y un globo al cristal devuelven la rotura y equilibran el marcador (1-1). Sólo eso porque el juego, de pronto, parece haberse desnivelado.
La consistencia genera miedo sentencia pronto el maestro Horacio Álvarez Clementi durante la retransmisión. Es la fórmula de los números uno. Aprietan la pala, afilan la mirada y aumentan los decibelios en cada grito. Como si cada punto de Lima y Bela sumara el doble que a sus rivales. La intensidad de su juego, la agresividad de su lenguaje gestual, la comunión de todo ello empequeñece a quienes tratan de confrontarla.
El ritmo que imponen los líderes es frenético. Su capacidad para convertir cada ataque rival en un contragolpe propio resulta ciertamente desquiciante. La presión anímica que le imprimen a cada situación del partido es demasiado exigente para los del otro lado de la red.
En el tercero, un globo al cristal y una volea a la red, ambas de Mieres, diluyen definitivamente el espejismo del primer juego (3-1). En el sexto, una nueva rotura anticipa el cierre de la primera manga. La rúbrica corresponde a un sensacional Pablo Lima.
El brasileño ha afilado aún más su remate hasta convertirlo en un verdadero tormento para sus adversarios. Ora trasciende la pista con asombrosa facilidad por encima de los tres metros ora enrosca la bola para enredarla en la malla lateral. Y cuando no, luce una imponente pegada en paralelo que asciende como si la bola tuviera helio. Los contrarios se debaten entre salir o quedarse en la cancha. Segundos de incertidumbre que ponen la pelota de Lima a resguardo.
Así llega el break (5-1) al saque de Sanyo, una fractura decisiva en el primer acto (6-1). A estas alturas, está claro. Aquel warning a Bela, en efecto, fue más un aviso a sus contrincantes que han sufrido, desde entonces, un parcial de 6-0 en contra.
Bela y Lima no dan respiro
En el segundo set, no cambia el escenario. La garra de Mieres y Sanyo les impide claudicar antes. Evitan dos opciones de rotura en contra que hubieran enterrado aún más sus opciones.
En el tercero, sin embargo, Belasteguin y Lima logran su propósito. El de Asics, descomunal, exhibe su pegada por tres metros y luego su inagotable capacidad defensiva para certificar un break (2-1) que les aclara aún más el camino en esta final masculina del Dubai Master Padel 2015.
No dan tregua Bela y Lima. Su tela de araña consume a sus oponentes en cada golpe, les extravía por completo en un mar de dudas que acaba por engullirles. Con saque propio, Juani y Sanyo salvan hasta cuatro bolas de quiebre en contra. La quinta, sin embargo, la estrella Mieres en la red tras un gran paralelo de Pablo Lima (5-2).
El grito de Bela y la bola que lanza al aire en el octavo juego clausura un partido (6-1 y 6-2) que vuelve a reivindicar a Fernando Belasteguin y a Pablo Lima como los verdaderos emires del circuito World Padel Tour 2015. El noveno título juntos (undécimo del argentino), repartidos en tres continentes (Europa, Argentina y ahora Asia), incrementa el desafío a sus rivales.
Resumen final masculina Dubai Padel Master 2015.