Son los albores del tercer set de un encuentro durísimo, intenso, también con demasiados errores infrecuentes en jugadores de la talla de los que dominan en ese momento la central del Centro Deportivo El Cónsul. Javier Bravo y Pablo Herrera, con servicio de éste, buscan empatar a uno. Willy Ruiz y Fran Tobaria presionan para coger distancia en el tramo decisivo.
Es la final del II Torneo de Pádel Paneque Consultores & Asesores; el público asiste a una tremenda batalla psicológica por mantener el pulso en un partido en el que pesan mucho los fallos. Un 15-40 amenaza los intereses de la nueva dupla Bravo – Herrera (Paquito Ruiz, habitual compañero de Javi, jugó el torneo con Lauty del Negro). Son dos bolas de break para Willy y Fran, dos magníficas ocasiones para poner rumbo a la victoria después de remontar un set en contra. Pero no aprovechan ninguna de las dos. Ni la tercera, ni la cuarta, ni la quinta… ¡Hasta siete pelotas para romper el saque de Pablo Herrera desperdician sus adversarios! Una situación que sirve para explicar el mal partido que jugaron Ruiz y Tobaria.

Quizá fuera la exigencia física de simultanear esta competición con el Campeonato de Andalucía de Pádel Absoluto que tenía lugar en el club El Candado (en el que alcanzaron los cuartos de final y cayeron por 6-3 y 7-5 contra Fran Cepero e Ignacio González) la que ha mermado sus prestaciones. El caso es que Willy y Fran están muy espesos, faltos de chispa, poco decisivos en la red. Especialmente, Tobaria que pasa un calvario durante el encuentro con su volea (sobre todo, la de revés).
Y eso que arrancan la final de manera inmejorable, con un break (0-1) al aprovechar dos errores de Javi Bravo con su volea que condenan el servicio de su compañero. Pero es un espejismo. Tobaria entrega a continuación su saque con otros dos fallos que nivelan la contienda (1-1). La diferencia está en que, a partir de ahí, Herrera y Bravo remontan su juego, se agarran a la pista y aumentan su consistencia. Fran y Willy, en cambio, se muestran erráticos, imprecisos. Una nueva rotura en el cuarto juego, con saque de Willy, encarrila el primer set para sus oponentes (3-1) que no pueden recuperarse en ese primer acto (6-3).

Son los mejores momentos de Pablo Herrera y Javier Bravo, dos auténticos jabatos que, desde el fondo, con una extraordinaria capacidad defensiva, marcan el rumbo del partido.
Sin embargo, pierden consistencia en el segundo set; especialmente, Herrera, al que le asoman fallos inexistentes hasta el momento. Willy y Fran lo aprovechan, primero con un break en el cuarto juego al servicio de Javi (1-3) y después, para rematar, con otra rotura, también al saque de Bravo, para cerrar el segundo parcial y empatar el encuentro (2-6).
Recorren las dos parejas el último tramo de la final sin un dominador claro. Siete bolas de break desperdician Ruiz y Tobaria para ponerse 0-2. Hubiera sido un golpe casi definitivo. En cambio, el mazazo se lo dan en el pie. Acusan la oportunidad perdida, se pierden en lo que pudo haber sido y no fue.

Willy entrega su saque, a continuación, con tres errores clamorosos (una víbora a la red, una pelota cruzada lenta que se queda en la cinta y un remate que no vuela y que remacha Pablo Herrera). El break (2-1) abre la senda del triunfo para Herrera y Bravo. Pueden evitarlo, no obstante, sus oponentes, pero de nuevo desaprovechan una ocasión más de romper el saque de Javi. Una bandeja de Tobaria a la red aborta lo que pudo haber sido el 2-2. Un error de Willy con su revés y un remate de Pablo lo transforman en un 3-1.
Hundidos, Tobaria y Willy ceden un nuevo break al saque del primero (4-1). Y aunque consiguen recuperarse en el siguiente con una rotura que se trabajan al servicio de Pablo y que firman a la segunda (4-2); no les alcanza para remontar en este tercer set.

La quinta rotura de saque que consiguen Pablo Herrera y Javi Bravo les sirve para cerrar el partido (6-3) y proclamarse campeones de la 1ª masculina de este torneo en El Cónsul.