El eco amplifica los intimidatorios rugidos que atronan dentro del recinto cerrado del Ocean Pádel Club. ¡Vamos! Cada grito celebra un punto crucial, libera parte de la tensión acumulada y tratar de aumentar la carga que la presión del momento confiere al juego del adversario. Es la final de 1ª masculina del Torneo de Pádel Aguinaldo de Multitorneo.
Cayetano Rocafort y Gabo Loredo se agarran a un partido por el que deambulaban al filo del precipicio. Un set abajo y un break en contra en el séptimo juego del segundo set (3-4) les sitúa a un palmo de la derrota. Su arrojo y valentía unido a la falta de acierto de sus rivales, Chiqui Cepero y Jesús Marquet, para rematar la faena les da vida en el encuentro. Tanta que, pese a desaprovechar hasta siete bolas de set en la segunda manga, logran empatar la final.
Hasta ahí, el partido es trepidante. Alterna errores incomprensibles con frenéticos duelos a quemarropa. Cuesta de inicio mantener el saque. Sufre Gabo, también Marquet y Cayetano con el servicio. No, Cepero, que se lo anota en blanco (2-2) justo antes de que las hostilidades al resto se traduzcan en resultados.
Sucede con dos fogonazos estelares del propio Cepero. El jugador de Middle Moon destapa la magia de su pádel y protagoniza dos acciones; un remate de revés que saca por tres metros un envío de Rocafort y un duelo victorioso frente a Gabo, que le valen para apuntar el primer break (2-3).
Abierta la brecha, tiene la oportunidad Marquet con su saque de sacar de rueda a sus adversarios. Ahí, sin embargo, emergen los fallos. Uno de Cepero y tres del jugador de Cerrado del Águila les impiden consolidar la rotura y entregan el break a Gabo y Rocafort (3-3).
La dupla de Marbella aprieta el juego sobre Jesús Marquet que no pierde comba. Cepero, eléctrico, se presta siempre al cruce. A veces, demasiado incluso, con jugadas que dejan fuera de sitio a su compañero.
Rocafort es una amenaza por arriba, menos en este primer tramo con la volea. Su compañero, el jugador mexicano del club Nueva Alcántara, barre su esquina con la rodilla en tierra mientras apura junto a la cinta con su brazo firme.
Ambas parejas buscan un break definitivo para el primer set que, sin embargo, no llega… por poco. Es el décimo juego. Saca Marquet, con 5-4 en contra, para mantener viva la primera manga. Se le complica, sin embargo, el objetivo. Hasta cuatro ocasiones tienen Loredo y Rocafort de cerrar el set, cuatro magníficas oportunidades que despilfarran. Primero, una bola corta de Cayetano la define bien Cepero. Después, es el genial jugador gaditano quien aguanta el fuego cruzado en la red y salva la segunda. Rocafort, reciente fichaje de Babolat, tira la tercera con un resto horrible. La última la gana Marquet con un saque afilado y una eléctrica volea.
Tras tirar esas cuatro bolas de set, el tie break es ineludible. Aumenta la tensión, se suceden los desafíos. Enorme se mueve Marquet al filo de la navaja. Gabo y Cayetano empiezan mal pero se aferran a la pista. ¡Vamos!, braman al unísono tras recuperarse de dos minibreaks y ponerse a un punto de cerrar el capítulo inicial. La volea de Rocafort, la que tenía que darles el set, se queda en la cinta. Lo siguiente que se oye es el rugido de Jesús cuando sorprende con un remate paralelo que les da su primera ocasión de matar la manga.
El propio Marquet certifica la primera puñalada al partido cuando atraviesa a sus rivales con una milimétrica volea baja que apenas roza la cinta, después de una intensa defensa de Cepero. Gritan ambos. Chocan el pecho. Es el ritual intimidatorio de dos depredadores del pádel.
Gabo y Caye, desconectados
El desenlace súbito del set inicial hace daño a Gabo y a Cayetano, especialmente, a este último, que regresa a la pista con dudas. Así entregan el primer juego, un break al servicio del mexicano con cuatro errores no forzados de Rocafort. ¡Venga Caye!, le anima Loredo, incluso cuando Marquet, con su saque, pone tierra de por medio (0-2). A punto están Jesús y Chiqui de encadenar un nuevo break en el tercero y matar el partido, pero es el propio Cayetano quien remonta y salva la situación.
Frenan así la caída la pareja de Marbella y se prepara para la ofensiva, que llega en el cuarto con un break al saque de Cepero. Marquet estrella dos voleas de revés en el cristal de fondo (un golpe que se le atraganta en exceso durante el partido) que hacen bueno el trabajo agresivo de sus oponentes al resto (2-2).
Cambia el escenario del partido, pero por poco tiempo. Una nueva rotura al saque de Cayetano vuelve a dar ventaja a Jesús y Chiqui (3-4), aunque ambos son luego incapaces de mantener el saque para consolidar la fractura el marcador. Rocafort y Loredo se vuelcan sobre el servicio de Cepero quien junto a Marquet, entregan el juego con tres errores consecutivos (4-4).
Gabo, exuberante a esas alturas en el despliegue físico, firma el saque que les pone por delante por primera vez en todo el set (5-4), un anticipo de la gran batalla del partido.
Saca Marquet, de nuevo como en la primera, para impedir a sus rivales anotarse la segunda manga. Dos grandes acciones de Cepero y un fallo de Cayetano (40-15) acercan la igualdad a cinco juegos que, sin embargo, no llega. Con 40-40 en el marcador, las dos parejas se vuelcan sobre la red para anotarse un juego crucial. Combinan grandes acciones con errores inesperados hasta provocar un bucle que convierte ese tramo del partido en todo un desafío a la paciencia. La tensión aprisiona al pádel. Rocafort y Loredo quieren ese juego por encima de todo. Hasta siete bolas de set tienen para conseguirlo. Finalmente, lo consiguen a la octava, cuando Marquet, roto físicamente, no puede devolver una pelota que sale de la pared de fondo (6-4).
El break al saque de Jesús es algo más. Es también una rotura de su capacidad física. El jugador intenta disputar el tercer y definitivo set. Se trata en el descanso los cuádriceps, dos rocas macizas que le impiden apenas dar un paso.
La rotura en el segundo juego, al servicio de Cepero, echa el telón al partido (2-0). Literalmente. Arroja la toalla Marquet. En su tercer partido del día, su físico frena lo que su ambición competitiva le pide. Gabo y Cayetano levantan los brazos, se funden en un abrazo. Saludan a sus rivales. Se han regalado un intenso aguinaldo para terminar 2012.