¡Bola a bola, Porti! El resultado transforma un mensaje de ánimo en una advertencia que suena a ultimatum. Un 0-40 con saque propio, 4-4 en el marcador y un set en contra configura un escenario paralizante, sombrío, amenazador. Sobre todo, después de haber desperdiciado un break a favor para abrir brecha y acercarse al tercer set. Así lo siente Estanislao Díez. Así se lo grita a su compañero, el malagueño Antonio Portillo, quien con su servicio intenta evitar un traspiés casi definitivo.
También son conscientes de ello sus rivales, Willy Ruiz y Fran Tobaria, que quieren resolver ya el encuentro tras una actuación muy sólida y consistente en la final de 1ª masculina del Torneo Express de Ocean Pádel.
A cubierto de las inclemencias meteorológicas, que amenazan durante el fin de semana (del 1 al 3 de marzo) pero que finalmente no aparecen, las dos parejas que se enfrentan por la victoria final llegan tras firmar una actuación brillante.
Portillo y Estanis superan tres obstáculos de nivel. Fede Posadas y Marco Musso en primera ronda; Leandro del Negro y Nico del Moral en segunda; y Juanma Fernández y Javi Cárdenas en semifinales. La pareja procedente de Cádiz (Porti se mueve ahora entre Málaga y la provincia gaditana) asombra con su juego en el recinto de pádel indoor próximo a Teatinos.
Por el otro lado del cuadro, Willy y Fran, un valor seguro, se muestran intratables. Debutan con victoria frente a Alberto Rossel y Pierre, y arrollan en semifinales a Iñaki Moreno y Javier Fernández.
Ahora, frente a frente, las dos parejas discuten su supremacía en la competición. Y lo hacen en un arranque trepidante. El servicio de Porti inaugura la contienda con un ritmo endiablado. Ambas duplas buscan la red para mandar en el inicio. Sufre el malagueño y su compañero para mantener el saque pero lo consiguen (1-0). Estanislao se reta con Tobaria, en un intenso fuego cruzado que no alumbra, de primeras, claro ganador. Es el duelo de la pluma y el yunque, del agua y el acero. Un atractivo escenario que, sin embargo, se desvanece de súbito.
Lo que tardan Fran y Willy en anotarse el primer break. Sucede en el tercer juego, al servicio de Estanislao. El de Jerez se juega un remate paralelo que devuelve Ruiz de la Herrán, imponente durante el encuentro. Tobaria pone punto final a la jugada al volear, rapidísimo, la siguiente devolución del gaditano (1-2). Derrotas parciales como esa hacen que Estanis vire el rumbo y cambie el plan. Ahora rehuye el cruzado y carga en paralelo sobre Willy. Grave error que descubrirán él y Porti, golpe a golpe, en una actuación sensacional del jugador de Wilson de Pinos del Limonar.
El hundimiento de Portillo y su compañero se hace evidente en los dos siguientes juegos que ceden en blanco. El último, otro break, esta vez al saque de Antonio, que cierra Tobaria con un remate (1-4).
La reacción de Porti y Estanis, que rompen en el siguiente, al servicio de Willy, es apenas un espejismo. La raíz del problema que les atenaza conecta su pérdida de consistencia con la enorme firmeza de sus adversarios. Aún así, el esfuerzo les marca el camino de cara al segundo set. Porque el primero se acaba con un nuevo break de sus oponentes. Willy vence el duelo desde la red con Antonio y sitúa el primer parcial a un palmo del cierre (2-5).
Éste llega en el octavo, con servicio de Tobaria, al que apenas inquietan. El último punto resume la deriva de la pareja malacitano-gaditana. Con punto de set para sus rivales, Estanis se juega un resto imposible, cruzado, al ángulo derecho de Fran. Un desafío a la sensatez. Una oda a la temeridad que acaba con la pelota en la red y el primer parcial del lado de Willy y Tobaria (4-6).
Oportunidad perdida
La inesperada fragilidad de sus adversarios relaja las prestaciones de la pareja malagueña. El comienzo del segundo set activa a Porti y Estanis que aprietan desde la red, afilan la volea y eligen mejor desde el fondo. Aparecen los errores en el juego de sus oponentes. Surgen las oportunidades de abrir hueco. Ya disponen de una primera ocasión de break en el segundo juego, al saque de Willy. Sin embargo, un soberbio Tobaria, desde la red, impide la rotura (1-1).
No puede, sin embargo, el jugador de Middle Moon repetir el hito en el cuarto. Es él mismo quien entrega en blanco su propio saque con cuatro errores consecutivos (3-1). La ocasión es inmejorable para Estanislao y Portillo. Es éste último quien sirve para consolidar la rotura y abrir el camino hacia el tercer set. Pero emerge la figura de Willy. Sin alardes innecesarios, el malagueño ofrece un recital de inteligencia táctica y seguridad en su juego. Desespera a sus rivales al devolver cada golpe, al contener cada una de sus ofensivas que no encuentran grieta en el lado izquierdo de la pista.
Su solidez en el fondo descubre la impaciencia de sus oponentes, los arroja a la senda de la precipitación. Así devuelven él y Tobaria el break encajado. Estanislao Díez falla un globo tras una exhibición defensiva de Willy Ruiz, y una demostración de la rapidez y determinación de Fran para ganar la red en apenas dos golpes (3-2).
Se vuelve a igualar la contienda. Se imponen los saques en este tramo. Otorgan control y mando. Se acerca así el momento crucial del partido. El cruce de caminos que envía el enfrentamiento al tercer set o directamente al abismo. Llega Portillo a ese instante con un juego estable, intenso, que empuja por alto a Willy para golpear desde la red. Lo perciben así sus contrincantes que aprietan al otro lado, sobre Díez, para presionar el saque de Antonio. Dos voleas ganadoras y una dejada imposible de Tobaria dejan ese noveno juego, con 0-40, listo para el descabello.
Advierte entonces Estanis. ¡Bola a bola, Porti! Es un intento de alejar la presión, de motivar para la gesta, de señalar el punto de no retorno. Portillo cumple con la indicación. Un soberbio remate suyo saca por tres metros la primera bola de break en contra. De igual forma desbarata la segunda. ¡Vamos, Porti, macho! Ahora sí, se anima Estanislao. Demasiado pronto para el de Jerez que, justo cuando le corresponde a él cumplir su parte del trato, estrella una salida de pared en la red y regala el juego (4-5).
Imposible no acusar el descalabro. Willy sirve en el décimo para poner fin a un partido que Tobaria cierra, cómo no, desde la red, con otra volea firme y perversa (4-6).