La instantánea se repite una y otra vez. Suspendido en el aire, Javi Bravo se afana en descolgar los envíos cruzados de Fran Tobaria. El jugador de Middle Moon aprovecha el agujero que se abre, conquista la red y empuja a sus rivales al fondo. Desde ahí, él y Willy Ruiz mandan a su antojo sobre la pista central del club El Candado.
En ese escenario, con el verde aún mojado por el agua que cae a intervalos durante toda la jornada, se disputa la final masculina de la I Prueba del Circuito Provincial de la FAP.
La alcanzan Ernesto Moreno y Javi Bravo que hacen descarrilar en su debut a Carlos David Moral y José Luis Gutiérrez ‘Guti’ (6-1, 6-7 y 6-2), y se libran después en cuartos de Diego Hernández y Nico Moral (6-3 y 6-2).
José Antonio Díaz y Ennio Chemes, verdugos de las dos promesas locales, José Carlos Gaspar y Carlos Pérez, no pueden frenar a Ernesto y Javi en semifinales y ceden el paso a la final (6-2 y 6-2).
Por el otro lado del cuadro, los favoritos, Willy Ruiz y Francis Tobaria arrollan en el inicio a Miguel Doncel y Alberto García (6-1 y 6-1). Después, se imponen a Javi Cárdenas y Juanma Fernández (6-2 y 6-4) y despejan el camino en semifinales ante Javier Serrats y Javi Márquez.
Un plan de altura
La lluvia se detiene y el cielo se aclara a tiempo para alumbrar este último partido del cuadro masculino que comienza sin sobresaltos, con ambas duplas al mando desde el saque, ajustando el juego para el nudo del encuentro, que llega pronto.
Lo que tardan Fran y Willy en resolver el enigma que plantea el enfrentamiento. La respuesta la encuentran en las alturas, sobre la cabeza de Javi Bravo, la puerta de acceso al gobierno del partido. Es Tobaria quien sostiene la ofensiva de sus adversarios e insiste en esa ruta hasta que abre la vía en la resistencia rival. Sus globos empujan a Javi hacia el fondo, resquebrajan el muro, le dan ese espacio necesario para alcanzar la frontera que marca la divisoria y, desde allí, asomarse al otro lado para provocar el desplome de sus contrincantes.
Así llega el cuarto juego, en el que Fran resuelve un frenético intercambio de voleas y rompe la dinámica inicial del partido con el primer break (1-3).
El acelerón, sin embargo, se queda en nada tras la reacción de Javi y Ernesto. Los dos de Babolat irrumpen para poner en aprietos el saque de Willy. Moreno devuelve un remate rival con la espalda en el cristal de fondo. Después, es el propio Willy quien sepulta su servicio con una volea que estrella en la cinta (2-3).
Son los mejores momentos de Moreno y Bravo, que igualan el marcador con un servicio en blanco (3-3). Sólidos, firmes, escoran la cancha hacia Tobaria, le aprietan desde la red, le arrinconan en la esquina.
No tarda éste, no obstante, en librarse del acoso. Con paciencia, mucha serenidad y una gran inteligencia. Y es que Fran es otro jugador sobre la pista. Y no sólo en este encuentro. El malagueño arrastra algunos problemas físicos desde hace tiempo que le dificultan el despliegue de su descomunal potencial en el remate. Sin embargo, la debilidad, mientras recupera el tono, se ha acabado convirtiendo en toda una virtud.
Durante el juego, Tobaria desoye su instinto, esconde el mazo y recurre al trazo fino. Sigue siendo una amenaza por alto. Mantiene el cañón cargado, listo para su bomba que ahora es ya un recurso y no una constante, una opción y no una obligación. Sus rivales ya no sólo corren hacia adelante en cuanto se eleva la bola sobre Fran. Ahora, además, deshacen el camino para alcanzar sus amagos junto al cristal de fondo, se doblan en las esquinas para levantar sus bandejas. Su juego ha mutado, es más imprevisible y, también, más constante.
Precisamente, un remate suyo pone al borde del precipicio el servicio de Ernesto en el octavo. El empujón hacia la fosa corre a cargo de Willy. ¡Vamos!, exclama el de Wilson cuando saca la bola por tres metros y firma, de nuevo, un break (3-5).
Esta nueva rotura empina demasiado el camino para la joven dupla que sucumbe en el siguiente con servicio del propio Ruiz de la Herrán. Su compañero es quien cierra el set en un intenso duelo cruzado que gana a Javi Bravo (3-6).
Sin opciones al resto
El segundo acto comienza con un pequeño arreón de Moreno y Bravo. Ambos tratan de darle algo más de agresividad a su juego para cambiar la inercia del partido. Lo consiguen en el primero con el saque de Ernesto (1-0) y, con sufrimiento, logran mantener el de Javi (2-1). Pero no inquietan a sus rivales desde el resto. De hecho, es todo un síntoma que apenas dispongan en todo el encuentro de una única opción de break, la que aprovechan en el primer set. Ahí acaba su conquista.
Todo lo contrario que sus contrincantes que, en este segundo parcial, se abalanzan sobre el servicio de sus oponentes para finiquitar el partido. En apenas un par de golpes, Willy y Fran roban en cada punto la iniciativa de Ernesto y Javi que quedan a merced de su ofensiva.
Así se produce un nuevo break con una última bola que retrata el tramo final del partido. Saca Ernesto con 15-40. Resta Tobaria que, otra vez, manda a la cueva a Javi Bravo con un preciso globo que le sirve para ganar metros. La bandeja del jugador de Padelenlared encuentra de inmediato el brazo firme de Fran junto a la cinta. Recuperado el control, quien resuelve el punto es Willy con una fantástica bajada de pared que Ernesto devuelve al cristal de fondo.
La rotura (2-3) abre la pista al despegue definitivo de Fran y Willy que llega con un nuevo break al saque de Javi. Una volea alta de revés de Tobaria pilla los pies de Ernesto y coloca la final a un paso de la clausura (2-5).
El servicio de Willy es el último del partido (2-6). Un remate del propio jugador que Ernesto devuelve al cristal de fondo, el último punto del campeonato. La victoria corona el dominio de los vencedores pero no solapa la brillante actuación de los subcampeones.
Resultados
Campeones: Fran Tobaria – Willy Ruiz.
Subcampeones: Ernesto Moreno – Javi Bravo.
Campeones de consolación: Carlos Palanca – Antonio Palacios.