Este fin de semana tengo un torneo de pádel. Pero además juego un partido de liga el viernes por la tarde. Esto supone que tengo dos cosas que hacer: preparar la ropa y preparar mi cabeza para afrontar el torneo lo mejor posible.
Cuando te apuntas a un torneo, lo primero es decidir en qué categoría te apuntas. Fijaos que no he dicho que nivel tienes o crees que tienes para apuntarte a la categoría que creas que más te conviene. ¡No! Lamentablemente, los niveles hoy en día son demasiado exigentes, tanto que incluso llega a ser injusto en algunos casos. Lo que era antes una 2ª hoy resulta que en ella solo se apuntan algunos valientes, con buena cabeza, mucha experiencia y mucha fuerza física. Pero si te apuntas en 3ª, el nivel es impresionante, parece una 2ª, de hecho no ves la diferencia claramente entre un nivel y otro.
Pero si ves un partido de 4ª, resulta que el nivel es increíble, nada de principiantes. En 4ª ya hay un nivel altísimo, aunque menos experiencia y menos cabeza pero muy buen juego.
Todos lo hemos comentado, lo sabemos, la 4ª categoría de pádel pisa muy fuerte. Hay dos niveles claros, uno más bajo y otro más alto, que roza la 3ª de hoy y que sería una clara 3ª de hace unos años. ¡Vamos a ver! ¿Podéis echaros para arriba los de 3ª y hacer hueco a la 4ª? ¿Quién ha sido el que ha decidido subir los niveles tanto? Lógicamente, los jugadores se van a apuntar en el nivel donde creen que van a hacer algo decente, por tanto elegirán un nivel menor, pero si los clubes no hacen nada al respecto, en breve veremos a veteranos apuntados a 4ª y en 2ª a niños de quince años hechos unas máquinas del pádel.
Yo no sé cual es la solución, entiendo que el club mire por sus propios intereses y que no entre en controlar (profundamente) los niveles. Pero no estaría de más que la FAP o los propios clubes propusiesen volcar los datos de los resultados de los torneos en una web y que los niveles estuviesen clasificados, o algo por el estilo. Así estaría mas controlado y no nos apiñaríamos en 4ª como estamos.
En fin, ya sabemos que esto es el primer punto a tener en cuenta cuando te apuntas a un torneo, por tanto, saber que el nivel es exigente te hace preparar la cabeza un poco. Llamas a tu compañero, comentas los fallos conjuntos, planeas un poco qué estilo de juego vas a hacer, te informas (metiendo la cabeza en el ordenador de la recepcionista del club) de los contrincantes para ver con quien te puedes cruzar, etc. Y cuando ya sabes con quien juegas, piensas a quien le vas a hacer la nevera. ¡Sí, señor! Tampoco sé quién se ha inventado eso, o supongo que llevará la vida entera haciéndose en todos los deportes, pero en un torneo, la palabra más usada es la nevera.
Porque si no juegas con picardía en este deporte, estás perdido. Hay que buscar la malla, las paredes, el revés, el centro, mover al contrario, subir a red y… si vas perdiendo, entre juego y juego, beber aaaaagua, tranquiiiiiilamente. Y si resulta que pasas el primer partido ¡bien hecho!. Ya estás en cuadro, me encanta. Yo llevo mal lo de consolación, no me gusta ni el nombre, pero bueno. Yo soy de las que prefieren perder en cuadro que ganar en consolación, pero da igual, hay que seguir arriba, porque ocurre dos cosas. Si estas en cuadro, ya la cabeza no para, das vueltas por el club, vas a casa a comer, no, mejor comes en el club, me ducho, me pongo la misma ropa que me ha traido suerte, no que está mojada, me tomo una caña, sí que me relaja, no que luego me tomo otras dos y ya no sé ni dónde juego. Me tranquilizo, eso es lo que tengo que hacer, tranquilizarme. Hablar con los amigos, esperar, ver partidos para estar aclimatada, a ver si se me pega algo, pero es que me entra frio, voy a por café, me siento, me levanto, me voy a dar un paseo, charlo con las amigas, me tranquilizo otra vez. Quedan tres horas y media para el partido. ¿Qué porras hago?
Y si estás en consolación, no paras de pensar, !Cómo no gané! Estoy en consolación, el nivel es más flojo, pero ¿y si pierdo? No me apunto más a un torneo, tengo dolor de tripa, ¿para qué me habré apuntado? Bueno tranquila, seguro que puedo, y si gano, mañana domingo ojalá llueva, así no tengo jugar, ojalá hubiese estado en cuadro, si hubiese perdido mañana vería a mis amigas jugar, y no tendría que venir ¡a las 9.30! Vaya horas de jugar. En fin, no me quejo más, me lo tomaré deportivamente.
¿Quién se toma un torneo deportivamente? Yo no puedo, yo me lo tomo psicológicamente, el deporte ya lo haré otro día, el torneo me pone a prueba, es aplicar lo que sabes hacer con la pala usando la cabeza. Y el profe, no te ha enseñado qué hacer con la cabeza en un torneo, ¿Qué ejercicio era el de relajar la mente? Ninguno, por ese no has pagado a nadie. Estás tú solo/a.
Buenas noticias, ya hay una idea nueva, el coaching, especializado en mirar nuestro interior, no nuestro juego, se aplica a cualquier parcela de la vida, trabajo, personal, amor, deportivo, etc. Otro día hablamos de esto.
¡Por fin Domingo! Te han eliminado, lo siento, otra vez será, pero has pasado un buen fin de semana de deporte, ya puedes beberte 20 cañas, ver partidos tranquilo y a ver si tienes suerte en la rifa. Respira un poco, que lo importante es participar, jejeje.
¡Enhorabuena! ¡Has ganado! Vamos a ver cuál es el premio. Una camiseta que no es de mi talla, un folleto publicitario para un tratamiento de no sé qué, un llavero, un vale para un masaje, un trofeo y con suerte, un paletero o una pala de Drop Shot, que son los más espléndidos este año. Menos mal, algo útil.
En resumen, un torneo enseña mucho más en la cabeza que en cualquier otro aspecto, el más fuerte es el vencedor. ¡Para ganar hay que creérselo!
Pues creéoslo, así cada uno jugará en su verdadero nivel y habrá esa famosa deportividad y superación, que es lo que todos buscamos.
Buen finde de torneo, a todos, ya sabéis, relajaos y !qué gane el o la mejor! (¿jugando?)