A marchas forzadas, obligada por las circunstancias de un relevo imprevisto, María del Mar García-Lorca le toma el pulso a la Federación Andaluza de Padel. La actual presidenta de la FAP, tras ser elegida el pasado 14 de diciembre de 2013, se convirtió en la primera mujer al frente de esta institución en sus dos décadas de historia. Lo hizo tras la repentina dimisión de Miguel Ángel Yoldi y, desde el primer día, las dificultades no han parado de surgir en su camino.
La pugna entre diferentes corrientes viene zarandeando desde hace ya años el navío de este ente federativo que afronta ahora una nueva etapa, también convulsa y complicada, bajo la dirección de quien fuera hace 10 años la primera delegada provincial de la FAP en Almería.
Las luchas soterradas en este organismo no cesan y amenazan con transformar la marejada en una tempestad que haga naufragar un proyecto que, marcado de inicio por unas difíciles circunstancias, aspira, sin embargo, a llegar a buen puerto.
“Estoy cansada de divisiones, de escuchar que esto es un cortijo. Quiero que todo el mundo se sienta a gusto, que se sienta parte de la federación”. Lo cuenta la propia presidenta de la FAP a Padelazo en una charla en la que analiza el momento actual de la federación y sus perspectivas de futuro.
Dimisiones y ceses en la FAP
La gestión de tres salidas en apenas dos meses es un síntoma que retrata la complejidad del escenario que tendrá que afrontar durante el actual mandato.
José Luis Lineros, el ya exdelegado de la FAP en Sevilla, dejó su cargo tras la victoria de María del Mar. “Él apoyaba a Alfonso Escribano (candidato alternativo en las últimas elecciones en la FAP). No tiene nada en contra mía. Creo que es una persona que ha hecho mucho por el padel en Andalucía, en Sevilla en concreto. Es una pena no contar con él”, aclara la presidenta que reconoce que, sin éxito, “le propuse que siguiera. Me agradeció mucho la llamada. Le dije que las puertas las tenía abiertas, aunque también entiendo su postura”.
Jesús Muñoz, el delegado territorial de la Federación Andaluza de Padel en Córdoba, también decidió renunciar a su puesto. “Era el otro candidato (el tercero) que se presentó a las elecciones pero, justo, en el último momento, retiró su candidatura”, revela María del Mar que afirma que también comprende su renuncia por coherencia.
Diferente es el caso de Almería. Gumersindo Clemente, el que fuera delegado de la FAP en la provincia desde el 1 de enero de 2011, presentó su dimisión irrevocable tras el nombramiento de García-Lorca. “Se está minusvalorando la función y la labor de los delegados provinciales. Nunca ha estado en el ánimo de los nuevos gestores dignificar la figura de los delegados con una representación directa en la junta y si ahora esto se llega a producir es porque alguien ha detectado que la Ley obliga”, denunció Clemente en su escrito de despedida.
La presidenta, en cambio, desmiente que se tratase de una dimisión al tiempo que trata de zanjar la polémica. “Fue cesado el día anterior. Quedé con él en Almería y le comuniqué que creía que debía que hablar con él, explicárselo y agradecerle el trabajo. Sé que la posición del delegado es muy dura y poco agradecida”, asegura la máxima responsable de la FAP que, en cualquier caso, quiere dejar claro que los cargos de delegados territoriales “son puestos de libre designación”.
La polémica en torno al adiós del delegado almeriense ha suscitado un debate acerca del papel de estos cargos en la FAP. Gumersindo denunció públicamente la pérdida de peso de los delegados en el nuevo reparto de poderes que prepara la actual Junta Directiva. “(Los delegados provinciales) no pueden ver su función relegada a la de meros captadores de licencias federativas, con objetivos a cumplir por anualidades”, aseveró el dimisionario.
Al respecto, la actual mandataria apunta que están trabajando para incorporar a los delegados a la Junta Directiva. “Nos dimos cuenta de que los delegados provinciales, según los estatutos, tienen que estar en la asamblea y si no, en la Junta Directiva”.
Junto a esto, el actual equipo directivo se plantea la creación de comités o vocalías que otorguen representación a todos los segmentos del padel andaluz. “La idea es ir mejorando todo, integrar a todo el mundo, que todos los estamentos estén representados en los comités. Una cosa que vimos que faltaba eran las vocalías o comités que representan a los veteranos, menores, el padel adaptado de competición”, explica García-Lorca que deja claro que su objetivo es buscar “la legalidad, que todo esté de forma correcta. Contratos, presupuestos. Hay cosas que ya nos venían dadas, como son acuerdos, y estamos estudiando si son viables o no”.
Cambios estatutarios en la Federación Andaluza de Padel
Para darle forma a la nueva estructura de la FAP, la presidenta plantea ya abiertamente el cambio de estatutos y de normativa. “En el caso de los estatutos, hemos visto que había contradicciones. Al principio, no teníamos claro qué estatutos eran los correctos, porque había dos cuando llegué”, denuncia María del Mar, que explica que, tras aclarar la confusión, ya preparan su modificación para introducir mejoras.
“Me gustaría cambiar el proceso de elección de la Asamblea”, adelanta la dirigente que no ve lógico que, hasta ahora, “para poder votar, tenías que mandar una carta certificada a la Federación”. En su opinión, lo normal es que “el proceso se abra a la gente, que en cada provincia haya varias sedes y puedas ir a votar con tu carné y tu licencia federativa”.
No será el único cambio. “La normativa está mal, necesita un cambio radical. Quiero prepararlo para este año”, apunta García-Lorca que repasa necesidades puntuales como la pérdida de puntuación que se produce en el paso de un segmento de edad a otro en el ranking de veteranos o la búsqueda de nuevas fuentes de financiación de la FAP. “Vamos a buscar fórmulas que sean rentables para todos. A nosotros no nos interesa ganar dinero. Lo que queremos es reinvertir el dinero en el padel. Esto es sin ánimo de lucro. Pero para ofertar calidad necesitamos invertir”.
Y es que la calidad es el horizonte que señala durante la conversación con Padelazo la actual presidenta de la FAP. «Mi plan es ofertar calidad en nuestras pruebas. Buscar medios y fórmulas para llevar eso a cabo”. Para ello, subraya como imprescindible un cambio en el actual sistema financiero de la FAP. “No me esperaba esto. Me esperaba otra cosa. El mismo sistema de funcionamiento que se estaba llevando es inviable para el año que viene”.
En este sentido, no concreta pero sí apunta el camino. “Quiero reducir el gasto pero que no afecte a la calidad. Tengo que reestructurar las áreas técnicas”. ¿Reducirlas? La respuesta imprecisa de la presidenta no lo aclara del todo. “Cambiar. Habrás cosas que se queden y otras no”.
Decisiones duras de la presidenta de la FAP
Remarca la máxima responsable del padel andaluz que tienes las manos libres para actuar. “Cuando me presenté a las elecciones, no pacté con nadie”, aunque reconoce que “sí me ofrecieron pactos, pero vengo libre y me iré libre”.
Por eso, desde esa perspectiva, María del Mar advierte: “Si hay cosas que se están haciendo mal, y hay alguna importante, hay que tomar determinaciones. Tendrán que entrar profesionales para que lo hagan bien. Si tengo que tomar decisiones, lo haré”.
Es la fórmula que la presidenta de la FAP plantea para allanar el camino de su proyecto. “Después de las elecciones, dijeron que si hay un bando y hay otro. Y yo no quiero bandos. Yo quiero que quien tenga ganas de trabajar, que lo haga en la federación”.
Por ello, la dirigente almeriense anuncia decisiones firmes. “Voy a tomar decisiones a lo mejor duras para algunas personas. Algún cese, algún cambio. No te puedo decir más”. No adelanta nada García-Lorca, consciente de las tensiones que pueden provocar y que tiene claro que las va a dejar “fuera del órgano de gobierno”.
María del Mar sabe también que los pactos que rechazó en las elecciones pueden acabar volviéndose ahora en su contra. “Sí, probablemente sea así. Pero creo que hay que hacer las cosas bien. No tengo nada que perder. Si pactan para echarme, por lo menos, habré aportado mi granito de arena”.
El abandono de Yoldi, en el peor momento
“El momento de la dimisión de Miguel Ángel (Yoldi) fue el peor posible. Es cuando comenzaba todo y se paralizó. Elecciones, proceso electoral. Se han frenado tantas cosas que ahora va todo con retraso”, lamenta la presidenta de la FAP que pide tiempo, asume la herencia y confía en que “el año que viene será todo diferente”.
El 21 de noviembre de 2013, el anterior responsable de la federación presentó su dimisión “por motivos personales”. El ambicioso proyecto ‘Cambiar la FAP‘ no llegó a cumplir los dos años. Un mes después de su marcha, esta almeriense, integrante de aquella Junta Directiva, cogió el testigo en un proceso electoral express. “No me esperaba la dimisión del presidente”, afirma María del Mar que reconoce que, en un primer momento, presentar una candidatura “lo ví muy complicado. Además, tenía dos días para buscar apoyos”.
Sin embargo, “me llamaron y me animaron varias personas. Me convencieron y empecé a planteármelo. Pensé que siempre había estado luchando, pidiendo y nunca había conseguido nada y, a lo mejor, era la mejor manera de solucionar las cosas”.
El paso al frente le acabó por otorgar las riendas de la federación 23 días después. Transcurridos ya tres meses desde su nombramiento, no se arrepiente. “Arrepentirme no. Sabía que iba a ser algo muy duro, que habría momentos complicados, sí”, reconoce María del Mar que lamenta profundamente “cuando te encuentras los sinsabores, lo que dice la gente, el desconocimiento que hay. Estoy luchando para que lo que está mal no siga mal. A largo plazo, el tiempo dirá”.
Y esa diferencia que pretende marcar se sustenta en dos pilares: legalidad y transparencia. “Creo que la federación ha fallado en algo fundamental como la información. No se ha informado a jugadores, clubes, a las familias que integran la FAP. Eso genera dudas, crea desconcierto”.
Becas para menores y promoción del padel
La cobertura legal obsesiona a la presidenta de la FAP, tras haber detectado vacíos o nebulosas jurídicas que le impiden desarrollar algunas de sus iniciativas. “Para promocionar el padel hay que dirigirse a aquellas personas que todavía no tienen licencia pero nuestros estatutos nos lo impiden. Sólo podemos hacer actividades para gente federada”, advierte María del Mar que confía en encontrar la fórmula adecuada para solventar este escollo. “Tenemos que analizar las posibilidades (de promocionar el padel) a través de centros educativos. Tenemos muchas ideas, hay que plasmarlas y darle legalidad a eso”.
También a un nuevo sistema de becas para la cantera del padel. “Tenemos una suerte de tener jugadores y jugadoras maravillosas en todos los sentidos y en todas las categorías en Andalucía”, expresa la presidenta de la FAP que confía en hacer compatible estas ayudas a los y las promesas andaluzas “con nuestra situación económica”.
María del Mar García-Lorca, jugadora de padel también, no pierde de vista al padel femenino. De hecho, una de sus primeras decisiones ha sido modificar la composición de los equipos femeninos en los campeonatos federados. «Limitar a tres parejas (la competición femenina por equipos) va en contra de la Ley del Deporte y en contra de los Estatutos (de la FAP)».
Por eso, en esta temporada, la competición de mujeres por equipos se equipara a la de hombres y se disputa a cinco encuentros. Por ello, «estoy siendo criticadas, estoy siendo atacada», desvela la dirigente que avala una decisión que «multiplica el número de jugadoras».
Además, en su haber está el hecho de haber incorporado a la directiva de la FAP a la malagueña, Carolina Navarro, un fichaje que debe ayudarle a marcar un rumbo acertado en la dirección del ente federativo y, al mismo tiempo, servir para proyectar aún más el padel andaluz por toda España.
No va a ser fácil la empresa. Lo sabe la presidenta de la FAP, atenta a las críticas que ya han surgido en este inicio de mandato y que, de momento, no le minan la ilusión y su entrega.
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