Al borde del desfiladero, el gesto adquiere una notable sentido de grandeza. Al filo del abismo, el abrazo entre ambos encierra un agradecimiento mutuo por el esfuerzo para llegar hasta ahí; y también una promesa de que, del mismo modo, afrontarán el último desafío.
La escena contrasta a uno y otro lado de la red. El apretón entre Cayetano Rocafort y Gabo Loredo les sirve de conjuro para el tie break del tercer set. Enfrente, aún late la discrepancia en torno a la táctica entre Guillermo Demianiuk y Rafa Méndez.
Es la final de 1ª masculina del Torneo de Inauguración de Vals Sport Teatinos, epílogo aplazado en su día por el mal tiempo y que no cuadra hasta el pasado sábado 8 de marzo por problemas de agenda de los protagonistas.
Un sol radiante, imponente, también molesto, ilumina la central del recinto deportivo malagueño en la que las dos mejores parejas discuten la supremacía de la prueba. El astro rey condiciona la táctica. Las emociones, en cambio, le van ganando terreno a la razón a medida que el juego se encanalla.
Ahora, a las puertas del cara a cara final, la muerte súbita que decanta la gloria, lo ocurrido hasta entonces pesa para lo malo y se desvanece, en cambio, para lo bueno.
Y hay mucho de ambas cosas, repartidos a cada lado de la cinta. El inicio de Demianiuk y Méndez es errático. Sus rivales, muy enchufados, se aprovechan de ello para lograr un break inicial que les obliga a ir a remolque. El fallo del argentino de Wilson con la volea certifica la ruptura en el estreno (0-1).
La reacción de una formidable pareja como la hispano – argentina llega de inmediato. Es Guille quien marca el camino hacia la cinta para gobernar desde allí el duelo. Gabo y Caye, dos guerreros imponentes, percuten desde el fondo. Un error del mexicano, sin embargo, amenaza su propio saque. Evita su compañero la rotura con una volea hermosa que se muere tras tocar en la malla lateral.
La dupla marbellí consigue reponerse y abrir brecha (0-2). Sus oponentes, en cambio, le pierden de nuevo el pulso al duelo. Un 0-40 al saque de Demianiuk refleja a la perfección la anodina puesta en escena de esta dupla. Su categoría, en cambio, no admite dudas. Dos remates de Rafa y un error de Caye con el globo les ahorran un nuevo break y les da pie a mantenerle la cara al set (1-2).
El desigual despliegue de Guille y de Rafa les debilita, les vuelve permeables en la red ante una dupla de brazo firme y juego intenso. Demianiuk ahorra golpes para ganar la red; Rafa, en cambio, requiere más pausa. Así, no alcanzan a recortar la distancia con sus adversarios que se anotan en blanco el sexto y mantienen la brecha (2-4).
Sí lo hacen, en el séptimo. Se intercambian los papeles. Rafa se abre paso hacia la cinta en dos ocasiones. El Rayo regala un resto paralelo prodigioso. Pero, como les ocurrió en el segundo juego, no aprovechan la ocasión de romper. Esta vez son dos bolas de break las que desperdician al saque de Cayetano. La primera la malgasta Guille con un error al resto. La segunda la salva Cayetano con un remate que no puede devolver Méndez. Tras el susto, la pareja hispano – mexicana se anota el juego (3-5).
Frente a las dos velocidades de sus oponentes, Cayetano y Gabo forman un sólido bloque que levanta el muro allá donde transita. El descomunal físico del jugador mexicano de Daspadel le permite sobreponerse al proceso catarral que padece desde hace días. Su juego, menos radiante, se mantiene su habitual fiabilidad. A su lado, el marbellí se muestra ansioso por ganar un partido que le genera una especial ilusión ante dos rivales de semejante nivel.
El primer paso para ellos lo consiguen en el décimo. ¡Sí, sí, sí! ¡Va! Se intercambian los bramidos Rocafort y Loredo cuando Demianiuk manda un globo fuera y cierra el primer set (4-6).
Demianiuk y Méndez juegan con el sol
El encuentro muta por completo en el segundo acto. Al juego en blanco que se anota el argentino de Wilson con su servicio, le sigue un break al saque de Cayetano. Una volea del marbellí que se estrella en la red y dos remates que no vuelan y que gana Rafa Méndez en la cinta confirman la rotura (2-0).
¡Listo! El grito del jerezano de Royal Padel tras provocar el error de su oponente con un globo transmite el hallazgo de una vía en el juego rival. Lo que ocurre con Rafa y Guille de espaldas al sol, se repite como una constante a partir de ahí. Cada dos juegos, la pareja hispano – argentina miden al de Rolenn Padel por alto, buscan más la altura que la profundidad para provocar su encuentro con el astro rey. El de Marbella, decidido, valiente, deslumbrado también, afloja por arriba tras varios fallos con el remate. La estrategia le abre hueco a Demianiuk y a Méndez para ganar la red, les concede tiempo para acompasar sus ritmos diferentes, les permite fortalecer su juego.
Cambia el set de manera radical con un parcial de cuatro juegos que fractura el marcador (4-0). Caye y Gabo no aprovechan la misma ventaja que sus oponentes cuando juegan de espaldas al sol. Cómodos desde el fondo con la volea rival, apenas les elevan la bola.
La rotura que obtienen Rocafort y Loredo en el quinto les sirve para detener la hemorragia y recomponer algo su juego. El enésimo desajuste de Demianiuk y Rafa por el centro entrega el saque del argentino a sus contrarios (4-1).
A partir de ahí, Gabo y Cayetano elevan el tono al tiempo que sus adversarios se enredan en divergencias de criterio que a punto están de costarles caro. Dos ocasiones tienen la pareja de Marbella para anotarse el servicio de Rafa Méndez en el séptimo. La amenaza del break insinúa un nuevo cambio de inercia en el encuentro. Pero Demianiuk y Rafa se activan para evitarlo. Es el de Jerez de la Frontera quien resuelve las dos opciones. La primera con una bajada de pared, suave, tocada, firme que pilla los pies de Caye. La segunda, con mucha autoridad en la red.
Logrado el juego (5-2), Guille y su compañero desperdician la oportunidad de cerrar el set con saque de Gabo al malograr las dos bolas de break de que disponen. Pero sí lo consiguen con servicio propio. El remate por tres metros del imponente jugador de Royal Padel echa el telón al segundo acto (6-3).
Rocafort y Loredo desperdician la oportunidad
Con las cartas sobre la mesa, ambas parejas enfilan el tramo decisivo. La tensión aumenta sobre la pista. En el tercero, Rafa Méndez evita una volea al cuerpo que le envía Gabo a un palmo de la red y, acto seguido, devuelve un remate para certificar un break al saque de Caye.
Reclama el mexicano que la pelota le rozó en la camiseta. El jerezano eleva el tono y rechaza la afirmación. La discusión empieza sobre la jugada y acaba sobre las formas hasta que el punto se repite. Dos ocasiones después, la rotura se confirma. Dos remates fallidos por el sol, uno de Rocafort y el otro de Loredo, justifican la estrategia de sus rivales y les sitúa por delante (2-1).
Pero la dupla hispano – mexicana no baja los brazos. Ahora sí, con el sol de nuevo a su espalda, replican ambos la táctica de sus oponentes al saque de Rafa. Demianiuk marra dos remates, Méndez, una volea; y Gabo hace el resto con una potente derecha que devuelve la rotura y con ella, las tablas (2-2).
No hay tregua ya en el juego. Camino del último tramo de ascensión, cada punto es la diferencia entre caer o seguir con opciones. De nuevo, el servicio de Cayetano queda bajo amenaza rival. Espléndido El Rayo en este juego que se despliega para gobernar cada intercambio. Un depredador de su estirpe olfateando el aroma a momento clave y afilando los dientes dispuesto a zanjar el debate. A punto está de lograrlo tras disfrutar de dos bolas de break en el séptimo. La primera la desperdicia el propio jugador argentino con una volea en paralelo que falla. La segunda no la convierte Rafa que se atrapa en la esquina y no devuelve una volea de Cayetano (3-4).
Con todo igualado, parece inevitable el tie break hasta que se produce otra rotura. Esta vez en el octavo, al servicio de Rafa Méndez. Ni él ni Guille aprovechan un 40-15 para cerrar el juego y se complican en exceso. Las dos primeras ocasiones no las aprovechan Caye y Gabo; la tercera sí. Demianiuk entrega el saque con dos dejadas que no cumplen su objetivo (3-5). El argentino y el jerezano, a esas alturas, construyen el juego cada uno por su lado.
Es la gran oportunidad para Rocafort y Loredo, con sus rivales enzarzados en reproches, de finiquitar el encuentro con el saque propio. Ahí emerge felino El Rayo para apretar desde la red. Cada golpe son dos pasos hacia la cinta. Sus rivales ceden ante el acoso. El servicio de Gabo cae del lado contrario ¡en blanco! (5-4).
Lanzados, Guille y Rafa resurgen para resolver el partido. Conceden un punto en dos juegos (5-5) y se abalanzan sobre el saque de Rocafort para tomar la ventaja definitiva. Logran hasta tres bolas de break. Todas comparten destino: la nada. Caye salva primero con una providencial bajada. El marbellí destroza luego un globo corto de Rafa. Y finalmente, Guille marra una chiquita.
Con la enésima ocasión derrochada, ahora así, el tie break pone a prueba no sólo el juego de los cuatro, sino sus nervios, su temple, su instinto, su unión. El abrazo de Caye y Gabo les prepara para el último tramo. Se eleva sublime Rocafort para deshacer el equilibrio y firmar un parcial de 5-0. Demasiada concesión incluso para dos cazadores como el argentino y el jerezano que reaccionan pero no para darle la vuelta al marcador (7-3 para 6-7).
La volea de Demianiuk que se marcha al lateral da paso al último abrazo entre el mexicano y su compañero que ahora, en la central de Vals Sport Teatinos, donde antes sufrían, celebran una brillante victoria.
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