La opinión parece unánime. El nuevo circuito profesional World Padel Tour ha supuesto un gran avance en muchos aspectos respecto a Padel Pro Tour.
Así lo confirman numerosos jugadores que elogian muchas de las mejoras consolidadas en estas primeras tres temporadas de competición: premios, comodidades y atenciones a jugadores y acompañantes, escenarios de los partidos, retransmisiones en directo con narraciones,…
Sin embargo, y pese a la indudable evolución del circuito, no se ha corregido, todo lo contrario, la tremenda desigualdad que se produce en la competición femenina respecto de la masculina. En este sentido, hay notables puntos negros que obstaculizan el desarrollo del padel profesional femenino.
Origen del circuito femenino World Padel Tour
La competición de mujeres no fue, desde luego, el asunto central en la gestación del nuevo World Padel Tour. Todo lo contrario. La posibilidad de que hubiera un circuito femenino fue casi un añadido.
Aquella consideración originaria situó a las pruebas de mujeres del World Padel Tour en una suerte de complemento de los torneos masculinos con peores horarios, peores premios y peores condiciones que los hombres.
Ocurre, sin embargo, que el esfuerzo de las jugadoras, su afán competitivo, la evolución de su juego, ha dado lugar a un espectáculo formidable que ha ido configurando la identidad propia de la competición femenina.

Se nivela el espectáculo, se desequilibra la emoción
En los dos primeros años de World Padel Tour, el circuito profesional femenino ha resultado apasionante. Un puñado de puntos coronaron a Patty Llaguno y Eli Amatriain como números uno del ranking a final de 2013 por encima de Carolina Navarro y Ceci Reiter. Mientras que en 2014 fueron las gemelas Sánchez Alayeto quienes vencieron en la foto finish a Ale Salazar e Icíar Montes que perdieron el liderato en el último torneo regular del año.
Nada que ver con la arrolladora e inabordable superioridad de Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguin en el cuadro masculino. Con ellos situados en la cima, la segunda posición ha sido permanente para Pablo Lima y Juani Mieres.
O dicho de otro modo, en lo que respecta a la emoción por el resultado final, el circuito femenino, claramente, se ha impuesto al masculino desde que existe World Padel Tour. Probablemente, sea este el único factor a favor de las féminas.
En las dos pruebas de la actual temporada, la final femenina ha sido decisiva para el espectáculo. En Barcelona, de hecho, el intenso y formidable duelo entre las gemelas Sánchez Alayeto y Cata Tenorio y Victoria Iglesias salvó la última jornada, toda vez que la final masculina quedó reducida a una comodísima victoria de Paquito Navarro y Matías Díaz. Y en San Fernando, cuanto menos, estuvieron ambos encuentros a la misma altura.
Ello, sin embargo, no tiene reflejo en la recompensa de unas y otros.
Comparativa premios económicos World Padel Tour
Uno de los aspectos más destacados por los jugadores respecto al cambio del circuito es el incremento de las cuantías económicas de cada prueba. La llegada de Estrella Damm como patrocinador principal del circuito (en verdad, dueño absoluto del mismo) ha supuesto el aumento de los premios en metálico.
Sin embargo, las diferencias entre los premios de los hombres y de las mujeres resulta extremadamente notable.
Pruebas Open: 5.000 euros menos para las vencedoras
Este año, los campeones de cualquiera de las pruebas Open del World Padel Tour se embolsan 7.202€ cada uno (14.404€ para la pareja). Es lo que sumaron Willy Lahoz y Fernando Belasteguin por su gran victoria en el Estrella Damm San Fernando Open.
En cambio, las ganadoras percibieron 1.620€ cada una (3.240€ para la pareja). Ale Salazar y Marta Marrero, pese a su formidable campeonato, a su espectacular triunfo ante las gemelas Sánchez Alayeto en un encuentro a tres sets que casi duplicó la duración de la final masculina, se embolsaron 5.582€ menos que los campeones.
La comparativa es desoladora. Las ganadoras de cualquier Torneo Open, en cuanto a premios, quedan a la altura de los semifinalistas del cuadro masculino de dicha prueba.
Además, mientras que para los hombres hay premios en metálico desde la primera ronda; las primeras jugadoras que reciben una recompensa económica por sus resultados son las de las parejas que conquistan el 5º y 6ºlugar de cada cuadro (ya en la tercera ronda).

Pruebas Master: casi 7.000 euros menos para las campeonas
La comparativa de las pruebas Master arroja resultados aún peores para las féminas. La organización de World Padel Tour ha dispuesto tres tipos de pruebas para el presente año: Master, Open y Challenger.
Esta diferenciación, a efectos de premios, sólo afecta a los hombres. Para las jugadoras, en relación a las cantidades percibidas, todas las pruebas son iguales.
En este sentido, según la normativa técnica WPT 2015, los campeones de los torneos Master, por ejemplo, Matías Díaz y Paquito Navarro en Barcelona, se embolsan 8.500€ cada uno (17.000€ para la pareja), mientras que las vencedoras, en este caso, las gemelas Sánchez Alayeto en la primera prueba, perciben 1.620€ cada una (3.240€ para ambas).

Pruebas Challenger: no hay comparación
En principio, salvo sorpresa, no está previsto que haya cuadro femenino en algunas de las cuatro pruebas Challenger que contempla el calendario World Padel Tour 2015.
Master Finals: un mayor abismo
El Master Finals, la prueba que corona la temporada World Padel Tour, acrecienta considerablemente todas estas diferencias.
La victoria en el cuadro masculino se paga con 11.220 euros a cada jugador, mientras que en el femenino, las vencedoras reciben 3.100€.
O dicho de otro modo, por ganar el Master Finals, las campeonas cobran menos que los subcampeones de cualquier torneo Open de la temporada.
Además, cada triunfo en la fase de grupos supone un premio de 1.500€ por pareja (750€ por jugador) en la prueba masculina. En cambio, en este fase de liguilla, no reciben ni un sólo euro las jugadores que logren ganar sus partidos.

Bonus Pool: sólo para los hombres
Cada prueba Open y Masters aporta 10.000 euros al Bonus Pool, una especie de bolsa de bonificaciones que se reparte en distintos porcentajes entre los 32 primeros jugadores del World Padel Tour.
En cambio, en la normativa técnica del circuito no se contempla fondo alguno para las jugadoras.
Calendario de competición: menos pruebas
La brecha económica entre la competición masculina y femenina se agrava aún más con la disposición del calendario.
Y es que, además de tener peores premios, las jugadoras del circuito profesional de padel tienen menos pruebas que los hombres; por lo tanto, menos ocasión de generar ingresos a través de los premios.
De las 20 pruebas previstas en el calendario World Padel Tour 2015, además del Master Finals, sólo habrá cuadro femenino en 7 de ellas (estaba previsto también en Mérida pero esta prueba ha sido anulada y aún no hay sustitución).
Esta menor cantidad de torneos no sólo afecta al bolsillo de las jugadoras sino también a su desarrollo competitivo.
El pasado 12 de abril terminó el Estrella Damm San Fernando Open, la segunda prueba del año en la que hubo cuadro femenino. Ahora, mientras los jugadores afrontan el Challenger de Valencia, el Open de La Palma y el de Argentina, las jugadoras no competirán hasta mediados de junio en Valladolid.
Es un parón de dos meses que volverá a reproducirse en septiembre cuando terminen el Open de Madrid y no vuelvan a las pistas hasta el Master de Dubai. Además, en el año, hay previstas otras pausas en la competición de mujeres.
Peores horarios y sede auxiliar
Premios peores, menos pruebas y horarios diferentes. Las jugadoras afrontan cada torneo en condiciones muy diferentes a las de los chicos.
Por ejemplo, para acceder al cuadro principal, cuatro parejas femeninas deben superar el último encuentro de previa en la jornada matinal y, en el mismo día, hacer frente ya al primer partido del cuadro.
No ocurre así en el caso de los hombres. Los campeones de la previa no disputan el primer partido del cuadro principal hasta la jornada siguiente.
Además, mientras que las parejas masculinas disputan sus partidos en la pista central desde la primera ronda del cuadro, las duplas femeninas no aparecen por ese ilustre escenario hasta las semifinales.
Es decir, la pista central del World Padel Tour instalada en un escenario imponente, un gran acierto de la organización de este nuevo circuito, queda reservada a la competición masculina, excepto tres partidos del cuadro de mujeres.
Esto supone que las mujeres disputan su torneo paralelo fuera del foco de la prueba trasladado claramente a la pista central.
Comunicación y retransmisiones: un circuito casi invisible
Al contrario de lo que ocurre con el masculino, el circuito profesional femenino es un iceberg. Apenas se visualiza la punta de una competición cuyo flujo de comunicación es sensiblemente inferior a la de hombres.
Una de las causas radica directamente en el tratamiento que World Padel Tour le dispensa. Mientras que la organización difunde información desde la pre-previa de cada torneo de hombres, en el caso de las mujeres comienza a prestarle atención sólo a partir del cuadro principal. Pero de muy diferente modo.
La mayoría de las noticias publicadas en la web están relacionadas con el circuito masculino y la mayoría de las imágenes son de ellos.

En San Fernando, por ejemplo, la clasificación de una pareja portuguesa (masculina) de la pre-previa a la previa mereció un espacio destacado en la web del circuito que ignoró por completo, en cambio, la pre-previa, la previa e incluso la primera ronda del cuadro principal de mujeres.
De hecho, la primera noticia (brevísima) del cuadro femenino de este Open hizo referencia a los octavos de final.
Este trato mediático diferente queda bien reflejado en la cobertura online del circuito.
En San Fernando se retransmitieron de forma íntegra 23 partidos del cuadro masculino frente a los tres del femenino que se emitieron en streaming. En Barcelona, las cifras fueron muy similares.
Alejadas del escenario principal, sin foco mediático, con menos ingresos en premios y menos pruebas, resulta un impagable ejercicio de fe la apuesta que muchas marcas realizan por el padel femenino.
Un mensaje de futuro
La existencia hoy en día de un circuito profesional de padel femenino es mérito y responsabilidad de World Padel Tour. La decisión de mantener la competición de mujeres, en su día, fue suya, un aspecto digno de elogiar que nos permite disfrutar hoy de dicho espectáculo.
Sin embargo, sí resulta deseable que se corrijan estos desequilibrios para propiciar un desarrollo del padel femenino acorde al nivel de sus jugadoras.
La comparación que muchos realizan del padel masculino y del femenino resulta a todas luces injusta. No sólo por las diferencia de estilo sino también porque no se tienen en cuenta todos estos condicionantes.
Resolverlos es una cuestión primordial. El actual mensaje de presente y, sobre todo, de futuro que este desigual escenario dibuja es desalentador para las miles de chicas que sueñan con emular a sus estrellas y dedicarse a su deporte favorito profesionalmente.
Conviene desatorar el embudo e incluso ensancharlo. La gran cantera que tiene el padel femenino en España, en Argentina y la que pueda ir surgiendo en otros paíse merece el mejor escaparate posible para seguir recorriendo su camino.
sin ninguna intención de comparar el padel a nivel amateur con el profesional.. pero, ¿acaso las chicas no sufrimos lo mismo en cualquier torneo amateur? ¿cuantas veces nos ha puesto a jugar a las 2 de la tarde mientras los chicos juegan a horas mejores? ¿cuantos torneos hay con mejores premios en los cuadros masculinos que femeninos?. En fin, no deja de ser un reflejo de la realidad, al menos a mi parecer. Las mujeres, siempre por debajo del hombre.
Hola, Laura.
Estás en lo cierto. Casi siempre, las chicas sufrís las peores condiciones a la hora de competir. Se da en el deporte en general, y en el padel en particular. A nivel profesional y, desde luego, a nivel amateur.
Esta artículo lo que pretende es poner de manifiesto las dificultades que afrontan las protagonistas del circuito cada vez que compiten.
Gracias por tu aportación.
Un saludo.