Una bandeja en paralelo, suave, tocadita, culmina un triunfo que hace rato que se anuncia. Cuando la bola toca el suelo, cuando esta segunda semifinal femenina del Cervezas Victoria Mijas Costa del Sol Open 2017 llega a su fin, las emociones se desatan sin remedio. El grito de Cata Tenorio y las lágrimas de Marta Marrero. Hoy, sobre la pista, no son una pareja. La fatalidad las ha convertido en una trinidad, la desgracia las ha agrupado en un triunvirato con la unión de Alejandra Salazar. Y en Mijas, todas juntas, buscarán su primer título de la temporada 2017.
Semifinal femenina World Padel Tour Mijas Open 2017
Cata Tenorio y Marta Marrero, la fortaleza del granito
Marta Ortega y Ariana Sánchez son víctimas de un despliegue granítico, impecable. Las jovencísimas jugadoras van a por su tercer título WPT del año (tras el Open de Santander y el Challenger de Murcia) pero el muro que encuentran al otro lado de la cinta es hoy infranqueable.
Apenas descubren un destello en la oscuridad, un haz de esperanza al inicio del encuentro que les impulsa por momentos. El arranque de Ortega y Sánchez es realmente fabuloso frente a la errática puesta en escena de sus contrarias.
Dos errores de Marrero y una bajada de Cata a la red entregan el saque inaugural a Martita y Ari (0-1) quienes, con saque propio, se sitúan con un 40-0 para consolidar la conquista y reforzar la brecha abierta.

Es un comienzo arrebatador. Dos veteranas con carné de adolescente vuelan sobre la moqueta. Trabajan firmes desde el fondo, achican espacios y mandan con determinación desde la red. Y de pronto, tres fallos mundanos, tres errores cotidianos, tres accidentes que, sin quererlo, cambian la cara al encuentro.
Un globo de Ari al cristal. Un bajada de Marta a la red. Una salida de pared de Ariana que no llega a su destino. Tres desaciertos que, sin embargo, van más allá del marcador. De repente, dudas para unas, certezas para otras. Sobre ellos se elevan Marrero y Tenorio. A cada fallo, un paso. En cada error, un grito. Un 40-40 que para la pareja número dos es una irrechazable invitación a levantarse. Y lo hacen con determinación.
La argentina, veterana con alma eterna de juventud, detecta la debilidad, interpreta la incertidumbre. Cata aprieta el paso y le da palique al juego. Su recuperada firmeza hace mella en sus contrarias. Marta Ortega no puede con ella y falla su volea. La amenaza se transforma en un contra break cuando Marrero pilla a Ari en un cara a cara en la red y la volea de ésta se marcha al fondo (1-1).
Tras la rotura, consolidan en blanco (2-1). Marrero y Tenorio revuelven el partido con 9 puntos consecutivos. ¡Vamos Cata!, se anima la jugadora de Bullpadel frente al inesperado desplome de Marta y Ari, llenas de indecisiones, irreconocibles frente a su comienzo.

La ola de las favoritas se hace demasiado grande. Marta y Ari no encuentran la extraviada hoja de ruta. Sus rivales no ceden. Rocosas, insistentes, exigentes, firman un nuevo break (3-1).
Cata, espléndida, es un titán que descuelga envíos y cubre cinta. No es Salazar, sino Tenorio. Su estilo combativo, irreductible, eterno, es un ejemplo para las de ayer, las de hoy y para quienes mañana decidan tener memoria. A su lado, la Marrero de ahora no es la de 2014. Es la misma jugadora imponente, mejorada en defensa, intimidante en ataque, con brújula y mazo, con más recursos, más cicatrices.
Martita y Ariana buscan fisuras. Donde antes había luz, ahora todo es oscuridad. Aún así, estas dos formidables jugadoras no bajan los brazos. Aceptan el nuevo guión y tratan de aumentar su consistencia. Con Cata y Marrero al otro lado, cada punto es maratoniano. Preparadas para ello, trazan con mucha paciencia en busca de un camino que les lleva a superar incluso una bola de break en contra en el sexto (4-2).
Pero esta joven pareja tiene recursos, tiene talento, tiene mucho padel. En el séptimo, encuentran el chispazo. La cinta ayuda a Ortega. Luego, un error de Marrero con su globo genera la ocasión al saque de Cata. Finalmente, Martita, por cuatro metros, destroza un remate de su rival que no vuela lo suficiente (4-3).

La canaria de Black Crown y su compañera apagan la esperanza. De inmediato, aprietan desde el resto. Martita y Ari no logran frenar el empuje. El break en blanco que encajan (5-3) vuelve a asomarlas al abismo. Pero la de Adidas y su compañera tratan de agarrarse. Con un 40-15 y dos bolas de set en contra, no se resignan a despeñarse. Carácter campeón, espíritu indomable. Marta y Ariana aprietan el servicio de Marrero, voltean el tanteo, amenazan con la rotura pero, finalmente, no aprovechan la opción y sucumben (6-3).
En el segundo acto, la de Reus y la madrileña se conjuran para este desafío mayúsculo. Cata y Marta no han cedido un set en todo el torneo. Apenas seis juegos encajados en dos encuentros. El retornp de Tenorio da forma a una pareja con algo menos de filo y mucho más granito.
Lo comprueban sus rivales en la reanudación. En el tercero, con 40-15, Ortega y Sánchez no cierran el saque de ésta. Marrero y Tenorio se abalanzan sobre la red y desde allí firman cuatro puntos consecutivos que suman un break (2-1).

Con Salazar a su lado, Marrero acostumbra a sostener el juego, le da palique a la jugada ante la carga de sus contrarias y se multiplica en su esquina. Ahora, con Cata, tiene pista para soltarse mucho más pero le falta por momentos atrevimiento. Y debe hacerlo. Cuando se libera, ocurren cosas. Es uno de los retos que tiene por delante en su re-acoplamiento con quien ya jugó en 2014.
Esa rotura despedaza las aspiraciones de Martita y Ari. Sus rivales despegan definitivamente. Con mucha autoridad, se anotan un nuevo quiebre en el quinto (4-1) y, en blanco, lo consolidan (5-1).
El derrumbamiento de Martita y Ariana es imparable. Encajan un parcial de 6-0 en juegos. En los tres últimos, apenas suman tres puntos.
El triunfo de Cata y Marta (6-3 y 6-1) es también el de Ale. Marrero, sus lágrimas, sus emociones, la traen a la moqueta de la central de Mijas. Cata, inmensa, le cede el espacio. Pero el espíritu de Tenorio, su padel, su trayectoria, no se presta. A punto de cumplir los 42 años, la de Paraná luchará por un título que le pertenece.
Las gemelas Sánchez Alayeto suspenden el cambio de sus rivales
La primera semifinal femenina del Open de Mijas no se explica a través del marcador. En verdad, el padel, la vida van siempre mucho más allá de un resultado.
Las gemelas Sánchez Alayeto derriban la puerta para luchar por el título con un guarismo inapelable (6-2 y 6-2). Su victoria frente a Patty Llaguno y Eli Amatriain las sitúa en su cuarta final consecutiva de la temporada para buscar su cuarto título WPT del año.
Mapi y Majo firman un encuentro sublime. Nada que ver con el sufrido partido de cuartos ante la malagueña Carolina Navarro y Ceci Reiter. Hoy, ante la pareja número tres, las aragonesas recuperan su mejor versión, exhiben el fruto de la (r)evolución emprendida en este 2017.
[button link=»https://www.padelazo.com/2017/06/gemelas-sanchez-alayeto-la-revolucion-atomika-de-2017/» target=»self» color=»00ff33″ icon=»select a icon» style=»pill» size=»large» tooltip=»»]ASÍ ES LA (R)EVOLUCIÓN ATÓMIKA DE LAS GEMELAS SÁNCHEZ ALAYETO[/button]
Firmes y dominantes, no muestran resquicio alguno. Esta vez, ni se permiten dudas. Se sobreponen a una moqueta muy lenta, a un calor que hace mella y a unas rivales en pleno proceso de transformación.

Eli Amatriain y Patty Llaguno persiguen una mutación que las sostenga en las alturas, una progresión que incorpore nuevas armas sin perder identidad. Y, más allá del marcador, en la semifinal de Mijas muestran el camino emprendido.
No obstante, a la riojana y a la cartagenera les cuesta soltar amarras. Dar el paso al frente en el momento justo. Tienen la voluntad de hacerlo pero deben aprender a decidir cuándo. Se aprecia especialmente en Patty, una arquitecta sensacional en el control y el orden, que sufre cuando queda al descubierto.
En el partido, no les ayuda encajar un break en los albores (0-1). A remolque, las dudas se agravan, la exigencia se incrementa. La tempestad desatada por las gemelas es una prueba de vida en cada punto. Pero Eli y Patty se agarran, resisten y luchan. Disputan siempre desde el resto pero no encuentran la grieta necesaria.
Al final, un segundo break en el séptimo para las de Star Vie decanta el primer parcial (6-2).

Para Eli y Patty, es una cuestión de voluntad y de fe. Ante el marcador adverso encajado, es necesario seguir creyendo en el cambio y tener voluntad de hacerlo. Por más que en la reanudación, sus rivales fracturen su resistencia de inmediato.
Dos breaks consecutivos (3-0) las sitúan al borde del abismo. Mapi está muy firme y Majo, descomunal. Pero ni así se apagan Llaguno y Amatriain. Cada esfuerzo de hoy es un metro recorrido en su camino. En el cuarto, consiguen lo que se les había negado hasta el momento: una rotura (3-1).
Consolidan lo obtenido y aprietan el saque de Mapi. La aragonesa, sensacional, emerge a tiempo para poner a salvo su servicio (4-2).
En el séptimo, como ocurrió en el primer parcial, las hermanas devoran el saque contrario (5-2) y enfilan hacia el triunfo.

Con esta victoria (6-2 y 6-2), Majo y Mapi Sánchez Alayeto se preparan para pelear por un nuevo título. De conseguirlo, sería el cuarto trofeo WPT de la temporada, uno más que en todo el año pasado. La transformación de las gemelas es una realidad.
La de Patty y Eli está en proceso. Su evolución es el crecimiento del padel femenino.