Es revelador el eco de cada golpe con las gradas vacías mientras las dos mejores parejas del ranking dirimen un nuevo duelo de su trepidante pugna por el trono mundial del padel. Sin público y sin cámaras. La estampa es desoladora. Así lo refleja la imagen superior, de padel 2.0. Es la final masculina del Vallbanc Andorra Open 2017, una prueba oficial del circuito World Padel Tour.
Una ‘jornada atípica’ en el Open de Andorra
A esto lo llama World Padel Tour una «atípica jornada» en la crónica de la final que publica en su web. Y es cierto, resulta extraordinaria porque la final de un Open se disputa en lunes, extraña porque el público no acude, inusual porque no hay una ventana televisiva que, al menos, rescate del ostracismo el espectáculo. En efecto, una «atípica jornada».
Habitual, en cambio, se está convirtiendo la reacción de la organización del circuito ante cada incidente o imprevisto. La imagen de la final masculina del Vallbanc Andorra Open 2017 no es fortuita sino la consecuencia de una serie de decisiones tomadas por quienes tienen la competencia para ello.
La lluvia, un incidente o la consecuencia de una decisión
La lluvia salpicó esta prueba y obligó a trasladar partidos de escenario e incluso de días. La lluvia, por tanto, se convirtió en una incidencia pero no por azar, sino como consecuencia de la decisión de la organización de realizar la competición en un escenario outdoor. ¿Tenía alternativas?
El histórico climático de Andorra La Vella (destino en el que se celebró la prueba) refleja con claridad el riesgo que se asumía con ello. La pluviometría de esta zona se mantiene regular durante todo el año y septiembre aparece como uno de los meses con un volumen significativo de precipitaciones.
En declaraciones a padel 2.0 (@padel20), el CEO de Principadel, localización de la pista central, se refiere a ello.
#WPTAndorra 🇦🇩| #Padel 🎾
Declaraciones de CEO de #Principadel Miguel Lao, valorando la cita en el Principado pic.twitter.com/v8cjWm3JWZ
— padel 2.0 (@padel20) 2 de octubre de 2017
Asumir este riesgo incorpora la lluvia como una más que probable incidencia durante el torneo. La deficiente comunicación de World Padel Tour impide conocer con precisión si la planificación contemplaba respuestas a este tipo de hechos. Pero observando lo ocurrido, parece que, una vez más, primó la improvisación.
La falta de (una correcta) previsión provocó que el caos secuestrara el espectáculo ofreciendo imágenes que no se corresponden con la promoción que la organización realiza del circuito. El sábado se aplazaron partidos. Cambiaron de sede. Cambiaron de día. El director de World Padel Tour, Mario Hernando, a pie de pista, con improvisadas e insuficientes explicaciones; los audibles reproches del público;…
A esas alturas, la lluvia era un incidente, la decisión de jugar al exterior cuando las previsiones de la semana ya apuntaban a ello, no.
#WPTAndorra 🇦🇩 | #Padel 🎾
Mario Hernando: «Para no evitaros del espectáculo hemos decidido bajar a esta Pista» pic.twitter.com/RRreDjBO7K
— padel 2.0 (@padel20) 30 de septiembre de 2017
Improvisando en la final
Pese a que la lluvia obligó a trasladar las semifinales masculinas al domingo, la organización decidió mantener ese mismo día la disputa de la final de hombres. Así lo anunció en su web y a través de las redes sociales. No contempló entonces la intensidad de esos partidos ni el esfuerzo de los jugadores.
Sin embargo, terminada la final femenina (hacía dos horas que había terminado la última semi), con el público en las gradas, comunicó a los presentes que la final masculina se pospondría hasta el día siguiente. La protesta del público fue notoria. Uno de los jugadores, en concreto, Paquito Navarro, había solicitado el aplazamiento ante el riesgo de lesión que sufría por calambres y, como dijo el sevillano, “esta vez, la organización veló por la salud de sus jugadores”. El día anterior, sin embargo, el criterio fue diferente.
World Padel Tour aplaza la final masculina de Andorra y descubre sus deficiencias organizativas
La última decisión fue la de programar la final masculina a las 11 horas de un día laborable. La consecuencia fueron las gradas vacías. Además, sin retransmisión y sin explicación alguna. El resultado de todo ello: la disputa de toda una final de World Padel Tour en privado y el creciente malestar de aficionados a través de las redes sociales.
El sábado olvidaron el interés de los jugadores; el domingo rectificaron y despejaron de la ecuación al público, incapaces de hacer compatibles dos elementos que son indispensables para el espectáculo.
Al final, igual es una realidad… nada ‘atípica’.
Buen articulo que refleja el sentir de muchos aficionados al pádel. Un saludo!