Sobre la moqueta del Pabellón Príncipe Felipe, la final femenina del Estrella Damm Zaragoza Open 2017 confronta dos estilos, dirime dos trayectorias. Las flamantes ganadoras del Open de Granada aspiran a consolidar su racha triunfal, el síntoma de un crecimiento exponencial que no adivina techo. Gemma Triay y Lucía Sainz quieren hacerlo logrando lo que sólo una pareja en todo el año ha conseguido: ganar dos títulos World Padel Tour y, además, de forma consecutiva.
Su propósito mide el estado de una dupla en plena evolución. En Zaragoza, Eli Amatriain y Patty Llaguno abandonan la penumbra en su travesía e iluminan su juego de la mejor manera: derrotando a las números uno. Sólo ellas fueron capaces de conseguirlo en el arranque de la temporada, en el Open de Santander, y ahora en Zaragoza, con este nuevo triunfo sobre las gemelas Sánchez Alayeto, esta vez en su propia casa, parecen culminar un ciclo que anuncia una recuperación grandiosa a tiempo para la recta final.
Este Open de Zaragoza 2017 confirma ambas realidades.
Final Femenina Estrella Damm Zaragoza Open 2017
La pareja número tres del circuito femenino mantiene su maravillosa escalada. Desde la semifinal de Andorra ante Cata Tenorio y Marta Marrero (7-6 y 6-4), hace un mes, no ceden un set. Cuatro partidos en Granada que les encumbran con su primer título World Padel Tour juntas y tres en Zaragoza que las sitúa directamente en la pelea por el segundo (6-3 y 6-1 a Carla Mesa y Marta Talaván; 6-1 y 6-1 a Victoria Iglesias y Teresa Navarro; y 6-3 y 7-5 a Marta Marrero y Cata Tenorio).
Por el otro lado, Patty Llaguno y Eli Amatriain firman también una actuación sobresaliente en territorio maño que les sitúa en su segunda final de la temporada, tras la que perdieron en Santander. Para ello, se deshacen en el camino de sus verdugas entonces y dan la campana apeando ante su público a las gemelas Sánchez Alayeto (6-0 y 6-1 a Valeria Pavón y Ana Catarina Nogueira; 7-5 y 6-3 contra Marta Ortega y Ariana Sánchez; y 2-6, 6-3 y 7-6 frente a las número 1). Mapi y Majo, por cierto, reaparecidas tras la baja en Granada, siguen sin ser profeta en su tierra (en 2016 cayeron en la final ante Marrero y Salazar).
La solidez de Triay y Sainz se impone de inicio
En esta final inédita, ambas duplas se agarran a sus certezas. Triay y Sainz, sobre la ola de una confianza absoluta, imponen su dictado de inicio. Una sola opción les basta para asestar el primer golpe. Gemma aprieta la bandeja y apura a Llaguno; Lucía, en la red, define en cruzado para certificar la primera rotura (0-1).
Aunque les cuesta, consiguen hacer buena la ventaja y abren brecha (0-2). Lucía teje su magisterio, Gemma deslumbra con su afilado juego. Son, hoy por hoy, la sensación del circuito. Pero por más que el marcador señale en una dirección, sobre la alfombra la realidad es que Amatriain y Llaguno, al contrario que en otras ocasiones este año, no están fuera de pista. En ningún momento. La riojana de Head, en un estado de forma físico fabuloso, descuelga envíos y se empeña en cerrar espacios en la red, una y otra vez. Llaguno va y viene y achica metros también en cuanto su compañera se retrasa.
La consistencia de Triay y Sainz penaliza a sus oponentes que acusan en este tramo una cierta falta de coordinación en sus movimientos y, sobre todo, de acierto. En la cinta, la de Mahón es un verdadero peligro. Firme y con mucha intención, es un talento inmenso desbocado. A su lado, Sainz maneja el juego, impone el ritmo y abre espacios. Por más que Gemma deslumbre, el acoplamiento al lado derecho de la pista que ha demostrado la catalana en estas dos últimas temporadas muestran la inteligencia de una jugadora sensacional.
Esa firmeza de la pareja número tres hace bueno el quiebre inicial y les permite abrochar el primer set (4-6). Pero en el relato subyace una amenaza para las favoritas. La apuesta de sus contrarias, como la ola que siempre embiste, no cesa y va erosionando la roca.
Amatriain y Llaguno elevan su respuesta
La reanudación del segundo acto refuerza las sensaciones en torno a Amatriain y Llaguno. La cartagenera, apoyada en la incansable tenacidad de su compañera, destapa su talento. Suya es la acción en la que, desde la puerta, sin salir de pista, rescata con la pala un remate por tres metros de Sainz para acunar la bola junto a la red. Repite luego gesta, esta vez saliendo de pista. No es sólo el destello de su padel lo que, aquí en Zaragoza, se ve diferente. También es el lenguaje gestual entre ambas. Ni apatía, ni pesar, ni dudas. Lejos quedan las sombras. Patty y Eli, activas, radiantes, hablan, sonríen, celebran y se completan. El camino, por fin, lo han hallado.
Así, en el cuarto, el esfuerzo de la dupla hoy número 5 obtiene recompensa. Con una Eli sublime, capaz de barrer pista, cerrar espacios y apretar en la red. La riojana, gigante, rubrica el break con una gran volea cruzada que muere junto a la malla (3-1).
Emerge la mejor versión en mucho tiempo de Llaguno y Amatriain. Vocación ofensiva y atrevimiento para apretar, para buscar huecos, para probar lo impensable sin renunciar al orden que les sostiene. “El caos es un orden por descifrar”, rescata de El Libro de los Contrarios el genial Saramago en El hombre duplicado. Ahora, Eli y Patty, por fin, se atreven y, por momentos, son indescrifrables para sus rivales. Aquella pareja que coronó 2013 con el número uno del circuito femenino, vuelve a pedir paso. Con más trofeos y más cicatrices. Con muchas lecciones y más vivencias. La vida. Patty y Eli se despliegan hoy sí espléndidas. Sainz y Triay resisten el empuje y esquivan dos bolas de break en contra que las hubiera despeñado en el segundo parcial (4-2). Su respuesta a tal acoso muestra su categoría como jugadoras y su momento de forma.
La contienda resulta preciosa. A la ofensiva de Eli y Patty opone Gemma, imperial, la artillería por alto. A ello se agarra, con hasta 5 remates, para salvar otra bola de break en el octavo (5-3). Pero Llaguno y Amatriain logran su objetivo en el noveno. El globo de Sainz que se marcha directo al cristal de fondo certifica una conquista inalcanzable para cualquier otra dupla desde hace un mes: Triay y Sainz ceden el set (6-3).
Gemma y Lucía esquivan el abismo y aciertan a la primera
En el último parcial, el equilibrio aprieta aún más el juego. Únicamente Lucía logra solventar sus dos primeros servicios con autoridad. El resto es una pugna trepidante que no anticipa ganadoras.
Así, con todo igualado, Eli y Patty tienen la oportunidad de desnivelar definitivamente el partido. Al saque de Triay, sus rivales encuentran la rendija. Un incomprensible error de Lucía, a un palmo de la red, con un envío directo a la malla lateral; y un remate de Gemma a la red generan la, hasta el momento, única ocasión de rotura del tercer set. Pero no lo pueden aprovechar Llaguno y Amatriain que ceden al filo de Sainz en la cinta.
La segunda opción surge cuando Eli, que defiende un remate, cierra con la pegada. Llaguno se abalanza sobre la red, busca apretar, meter presión, pero Gemma, en mitad del arrebato, descubre un hueco en el paralelo. La tercera oportunidad para el quiebre se produce cuando Eli lee bien una salida de pared angulada de Sainz y pilla a Gemma en paralelo con su volea. Tampoco aquí consiguen el break. Las ganas se transforman en precipitación. Es su único pecado. Bendito mal. Van a ambas a por todas pero a Patty se le marcha su volea.
Finalmente, Gemma y Lucía esquivar la amenaza (5-6). Ese ejercicio de supervivencia sobre el alambre, su capacidad de burlar el precipicio, define a una pareja que no se pone límites. Y justo allí donde sucumben sus contrarias, se elevan ellas. En el duodécimo, con servicio de Amatriain, la pareja Nox evita el tie break y abrocha el partido.
Tras un partido soberbio, impecable, dos voleas de Eli a la red, dos errores crueles que no empañan una actuación sublime, dos fallos que las sitúan cara a cara con la derrota. Pero antes de caer, regalan su último milagro y salvan el primer match ball con una Patty embrujada en una acción antológica que culmina la de Dunlop con una volea cruzada. La segunda oportunidad, en cambio, cae del lado de sus rivales cuando Triay culmina con un precioso amago en paralelo (6-4, 3-6 y 7-5).
Antes de la felicitación a sus rivales, el abrazo de cada pareja tiene hoy más significado que nunca. En la red, Gemma y Lucía, triunfadoras, se encuentran en su ascensión al trono. Su segundo título, su momento de forma, su estado de confianza, su talento y y esfuerzo las sitúa claramente bajo los focos como protagonistas indiscutibles. El laboratorio de Pablo Aymá da sus frutos.
Mientras, en el fondo de pista, Patty y Eli se abrazan también. Su sonrisa en el rostro, el brillo de sus ojos, la alegría de quienes hoy, por fin, se reconocen destierra la derrota y recompensa la voluntad de atreverse a cambiar y el empeño en conseguirlo. Hoy Amatriain y Llaguno pierden el título pero ganan mucho más. Despejadas las tinieblas, encuentran verdades. Firmes verdades a las que agarrarse en este nuevo rumbo.