Las Martas se coronaron en la primera prueba de la temporada World Padel Tour. Marta Marrero y Marta Ortega pudieron reponerse del empuje de Ale Salazar y Ariana Sánchez y lograron remontar hasta el triunfo en la final femenina del Cervezas Victoria Marbella Master 2019.
El primer duelo entre estas dos parejas fue táctico, vibrante y muy largo. Tres horas de padel sirvieron para encumbrar a las primeras campeonas de World Padel Tour este año.
¿Cuáles fueron las claves de la victoria de M&M? ¿Por qué cayeron Ari y Ale tras hacerse con el primer set? Todos los detalles en la crónica de la final femenina del Master de Marbella.
Final femenina Cervezas Victoria Marbella Master 2019
Es una centella. Tal como demostró en pista, ahora lo exhibe fuera de ella. A toda velocidad, recorre uno de los fondos del recinto, más allá de los cristales, para cruzar desde el banco a un lateral de la grada. El encuentro ha concluido hace unos minutos pero Martita Ortega aún no ha logrado aquello que necesita.
Lo encuentra, precisamente, tras subir cinco escalones. El abrazo con su padre, tras el título conseguido, da paso a un estallido emocional que se hace eterno. La madrileña pierde el rostro lleno de lágrimas en el cuerpo de su progenitor mientras batalla contra un torrente de sentimientos.
Menos de un minuto después, la jugadora de Adidas se recompone parcialmente, se refugia en otros familiares hasta que es arrancada por uno de los miembros de la organización para que cumpla con la ceremonia de entrega de premios de este Master de Marbella.
Esa tensión liberada viene acumulándose durante mucho tiempo. La irregular temporada pasada; el desgaste con Ari Sánchez; la ruptura; la unión con Marta Marrero; la incertidumbre sobre el acierto de su elección; el inicio de temporada en un torneo en el que sus rivales demuestran ir como motos… Y, sobre todo, la final. Esa final vibrante que se les tuerce de inicio. Ese partido decisivo que deben voltear. Ese encuentro que, tras más de 180 minutos, encumbra su fabuloso desempeño sobre la moqueta y corona su apuesta deportiva.
Para llegar ahí, sin embargo, Ortega y Marrero deben darle muchas vueltas al duelo. Sus rivales, sus compañeras del pasado año, han configurado una pareja imponente que muestra un repertorio de tiros imprevisibles.
Ariana y Ale comienzan gobernando el partido. La de Reus juega muy suelta de inicio. Su posicionamiento, como ha demostrado en los encuentros anteriores, resulta vital para el despliegue ofensivo de la dupla. La jugadora de Head, que entonada es un verdadero peligro, se libera de su esquina, achica pista y abre juego para la entrada de Salazar.
La madrileña, totalmente recuperada de su lesión, es decisiva en sus intervenciones. O resuelve directamente o socava el juego contrario.
La fórmula les da resultado en el primer set. Un break en el segundo juego abre una brecha a favor de la doble AS que consolidan esquivando una pelota de contra-break (3-0).
Marrero y Ortega le buscan la ruta al encuentro y, mientras la encuentran, se agarran a la moqueta para sostenerse. En el sexto, levantan un 15-40 en contra (4-2) y, de inmediato, hallan el resquicio. Es al saque de Ari. Empujan a la reusense hacia el fondo y se abren pista para mandar en la red. Ahí emerge imponente la de Black Crown, algo imprecisa hasta el momento.
El break (4-4) equilibra el partido y parece anunciar el tie break como desenlace del primer acto. Pero, justo a tiempo, Ari Sánchez vuelve a recuperar la posición y Ale crece desde el fondo. En el décimo, funden el saque de Marrero y se llevan el primer set (6-4).
Cambio de guión
El segundo, en cambio, ofrece un panorama radicalmente distinto. Las Martas no sólo rompen el primer saque (0-1). En realidad, firman un parcial de 4-0 que voltea todo el encuentro.
Las dudas oscurecen el juego de Ari, que afloja y pierde el paso. Ale trata de sostener el duelo pero el trazo de sus rivales reduce sus posibilidades. Y es que el laboratorio de Juan Alday (en el banco) y Carlos Pozzoni (en la grada) reconfigura el planteamiento para maniatar a sus adversarias.
Papel capital tiene Marta Ortega. La perla de Adidas asume un esforzado rol que cumple con brillantez. Contiene las embestidas de Alejandra desde el cruzado, canaliza el juego en paralelo para empujar atrás a Ari y gana metros para la entrada de Marta. El ejercicio es extremadamente complicado y el riesgo de error es amplio pero Martita lo ejecuta con una eficacia admirable.
Ahí empieza a cambiar el duelo. La otra parte de la fórmula mágica es el papel de Marrero. La canaria atosiga también a Ari pero no descuida el paralelo lo que permite fijar a Salazar. Esto amplía el campo de la pareja contraria y agrieta su resistencia.
El marcador, desde luego, avala la propuesta. El 1-6 a favor de Marrero y Ortega resetea el duelo.
Salazar se desvive por levantar a Ari. La de Bullpadel no la abandona en ningún momento, consciente de que la misma chispa que desconecta a su compañera puede activarla en cualquier instante. Y comienzan golpeando con un break en el tercero (1-0).
Pero el plan de Las Martas es meridiano y la jaula sobre Ari le dificulta su recuperación. Devuelven de inmediato la rotura (1-1).
El intercambio de golpes no se detiene ahí. El esfuerzo de Ale es encomiable. La jugadora se echa el partido a la espalda. No hay margen de error. Y cuando se produce, se paga. Así consiguen Ariana y Alejandra un segundo quiebre (2-1).
Les dura poco la alegría porque no pueden retener su propio saque (2-2).
Ortega y Ari. Compañeras ayer, rivales frente a frente hoy. Son vasos comunicantes. Crece aún más la de Adidas en el juego al tiempo que pierde fuelle la de Head. Por ahí se abre una vía de agua crítica en el dique de las de Manu Martín.
La otra llega con Marrero cada vez que gana metros. La de Black Crown multiplica la presión sobre Sánchez, amplía la pista por el paralelo y exhibe su intimidante remate.
Tienen M&M la oportunidad de tomar distancia en el octavo juego (4-4) pero no aprovechan la bola de break. La amenaza, en cambio, sí se transforma en realidad en el décimo.
Pese a los esfuerzos titánicos de Ale, no hacen bueno un 40-15 con saque propio. Cuatro puntos consecutivos de sus rivales acaban definitivamente con su resistencia y las elevan directamente a la gloria (4-6, 6-1 y 6-4).
Caen derrotadas las AS que extraviaron el sitio, perdieron filo en su juego y dejaron de tener acierto con sus tiros. Enfrente, las M&M desplegaron con disciplina espartana su sólido y eficaz rodillo. Un dato lo explica todo: 42 errores no forzados de unas por 22 de las ganadoras.
Ortega y Marrero se abrazan, saludan a sus rivales y celebran con su equipo hasta que Martita (MVP de la final) va en busca del refugio liberador de su familia tras este importante triunfo.
El primer título WPT es para Las Martas. El primer pulso en su duelo particular, también. Conquistan, además, la segunda plaza del ranking en solitario (la compartían con sus rivales) y pasan a ser cabezas de serie número 1 en el próximo torneo.