La final femenina del Logroño Open 2019 radiografía un duelo que va más allá de un título. Es una creciente rivalidad entre ex-compañeras. Es una confrontación de estilos muy diferentes. Es una batalla estratégica desde cada banco. Es una pugna entre dos decisiones personales que tratan de buscar el peso de la razón.
Final femenina WPT Logroño Open 2019
La moqueta azul de la central instalada en el Palacio de los Deportes de La Rioja ofrece un diagnóstico similar al que dejó en Marbella.
Desde el inicio fulgurante de Alejandra Salazar y Ariana Sánchez a la poderosa recuperación de Marta Marrero y Marta Ortega.
Salazar y Marrero encuentran una fisura
Arranca todo con mucha igualdad pero son Ale y Ari quienes aprovechan la única opción que se les abre en el primer set. Ocurre a lomos de la de Reus. Construye bien el juego y, además, libera algunos de sus tiros imprevisibles.
Es ella quien emerge en el séptimo para decantar el break decisivo del primer set (3-5). A su lado, Salazar interviene con su intimidante derecha cada vez que sus rivales le liberan de la mazmorra.
Esa rotura acaba decantando un primer acto muy equilibrado que se vence a favor de AS por el atrevimiento de éstas (3-6).
Marrero y Ortega reaccionan
La respuesta de Las Martas no se hace esperar. Su acelerón es imponente y se aprovechan, además, de una serie de errores incomprensibles de sus rivales que comienzan el segundo acto algo desconectadas.
El parcial de 3-0 recupera el guión de la final de Marbella pero Ari y Ale dan un paso al frente. Marrero y Ortega pierden fuelle y se vuelven algo previsibles. El rigor táctico, por momentos, minimiza su factor sorpresa.
El marcador se nivela (3-3). La batalla se acrecienta entre dos parejas que se buscan más en los errores que en los aciertos. Y esa propuesta penaliza, sobre todo, a Sánchez y Salazar cuyo despliegue, si se vuelve romo, pesa menos que el de sus contrarias.
Ari asegura el juego pero ya no se atreve a arriesgar. Ale se agita y fuerza para ser decisiva cuando no siempre puede serlo. Mientras, sus rivales ejecutan su plan sin fisura. Inclinan la pista sobre la catalana de Head y le van achicando espacios.
El undécimo juego, kilométrico, resulta decisivo. Después de varias oportunidades, Las Martas fulminan el saque de Ari y, con el break, igualan el marcador (7-5).
Las Martas imponen su sello
El tercer set acaba encumbrando a Ortega y Marrero. A esas alturas, la propuesta predominante es la diseñada por Juan Alday que sostiene su sólido dibujo en una frescura de piernas de sus pupilas mucho mayor que las de sus contrarias (supervivientes de un duelo de infarto en semifinales).
La madrileña de Adidas vuelve a brillar con un ejercicio impecable de contención en el paralelo que juega con las dudas de Ari; y le añade picante a su duelo cruzado aprovechando los espacios que deja Salazar cuando trata de intervenir.
Marrero, muy firme, es un peligro cuando se descuelga del fondo. Cada paso hacia la red es una bola que descuenta a la jugada.
Ale y Ari encajan dos roturas de inicio. Y aunque neutralizan una de ellas (4-1), conceden una distancia que acaba siendo definitiva.
Tres horas después, Las Martas consuman la remontada en el noveno (3-6, 7-5 y 6-3) y abrochan el título en esta final femenina del Logroño Open 2019. Es el segundo entorchado WPT de la temporada, ambos logrados en sendas remontadas a través de una fórmula muy identificable: disciplina espartana, orden táctico, mucha consistencia y, por ahora, una fe en sí mismas irreductible.