Tres de cuatro. Las Martas alcanzan en Vigo el triplete y lo hacen mostrando las virtudes que las están definiendo como pareja en este arranque de temporada.
Lo han mostrado en las dos finales anteriores, en Marbella y en Alicante, con sendas remontadas ante Ale Salazar y Ari Sánchez. Lo han vuelto a exhibir en las semis de Vigo al superar un dramático duelo que tenían perdido varias veces contra Patty y Eli.
Y ahora, en la final ante Gemma y Lucía, cuando el acierto no les acompaña en determinados momentos, afloran fortalezas colectivas como el coraje y la capacidad de sufrimiento, e individuales como la valentía. Así sobrellevan una situación que pudo ser crítica pero que acabó convirtiéndose en el tercer título para las de Juan Alday y Carlos Pozzoni, los jefes de un laboratorio que está logrando acoplarlas en tiempo récord.
Final femenina WPT Vigo Open 2019
El partido decisivo por el título en Vigo ofrece una final inédita. Las Martas, recuperadas de su traspié en Alicante, llegan con muchos más kilómetros en las piernas que sus rivales, Lucía Sainz y Gemma Triay, clasificadas sin jugar por la baja de Alba Galán en semis.
La pareja Asics pisa por primera vez en este 2019 la última instancia de un torneo World Padel Tour, hábitat natural para ellas en la primera mitad de la temporada anterior por más que ahora les cueste encontrar el camino hacia esa cima.
El pulso ante Ortega y Marrero es una buena piedra de toque para medir la recuperación de las jugadoras de Marcela Ferrari, sometidas al diván para tratar de espantar las espesas brumas de la duda que, estos días, niegan el esplendor de su pádel.
Los errores descubren demasiadas fisuras
El juego de inicio muestra un despliegue irregular por parte de ambas parejas. No hay un trazo firme en ninguna y los errores se entremezclan con los aciertos.
Lucía y Gema agitan a Martita y ponen a prueba su resistencia. La madrileña acepta el desafío y contiene a Lucía en el cruzado sin descuidar la advertencia del paralelo para evitar que Triay gobierne en la red.
A las Martas se les nota el desgaste de las semifinales. Sus rivales, en cambio, acusan una falta de ese atrevimiento que han mostrado en épocas aún recientes.
Así, las opciones se suceden a cada lado de la red. En el tercer juego, Gemma y Lucía esquivan dos bolas de break en contra para sostenerse (2-2).
En el quinto, son Las Martas quienes salvan hasta cuatro intentos de rotura de sus contrarias (2-3).
Y en este escenario sin dominadoras, emerge Marrero, la jugadora más decisiva en esta final, para asestar el primer gran golpe. La canaria de Black Crown, con menos bola que su compañera, no se confina en su esquina. Utiliza su posicionamiento para interferir en el juego, achicando pista, ganando metros. Condiciona a sus contrarias y hasta encontrar el momento de definir.
El break del sexto de juego, al saque de Lucía, lleva su firma (2-4) y resulta crucial para anotarse el primer parcial (3-6).
Lucía y Gemma no aprovechan su opción
El segundo acto mantiene el guión. Ambas parejas tratan de sobreponerse a sus erráticos dictados que generan peligrosas grietas en sus posibilidades.
De hecho, Lucía y Gemma, al saque de Marrero en el segundo juego, vuelven a disponer de una nueva oportunidad de break pero no consiguen transformarla. La irreductible defensa de Martita Ortega sustenta la aparición de su compañera en la red para espantar el peligro (1-1).
El riesgo cambia de lado en el quinto. Tres oportunidades de quiebre tienen Las Martas para asaltar el servicio de Lucía. No lo hacen porque emerge Gemma para impedirlo (3-2).
Poco a poco, el cansancio se va uniendo al peso de los errores e incrementa la tensión en la final. La fórmula hace mella en Ortega que, en el sexto, abandona la fiabilidad mostrada hasta ahora y comete tres errores consecutivos que acaban significando un break (4-2).
Es la oportunidad para Lucía y Gemma. La primera que aprovechan y debe servirles de asidero al que agarrarse en su propia travesía del desierto. Pero, aunque van recobrando sensaciones, demuestran que aún les falta tiempo para reencontrarse.
Tres errores de Lucía les impiden consolidar la conquista y cierran la brecha abierta (4-3). El duelo entre la catalana y su rival madrileña es un cruce de acierto y errores. Incluso, con menos brillo, Martita está siempre dispuesta para el tajo. La diferencia, sin embargo, la marca Marrero desde el revés, que se impone claramente a Triay.
Exuberante en su despliegue, atrevida cuando la amenaza crece, la extenista asume el liderazgo. Sostiene a su compañera en las duras, se agita en la red con determinación y fiereza, y no tiembla con su pegada.
Certifica la rotura en el noveno juego con un resto prodigioso y algo afortunado (4-5). Es la antesala de un triunfo que conquista Vigo (6-3 y 6-4).
El triplete de Las Martas es ya una realidad.