Fernando Belasteguin y Pablo Lima ponen fin a su etapa como pareja World Padel Tour tras algo más de cuatro años juntos. Es el de Pehuajó el que rompe la alianza y va en busca de aquello que le ha definido durante toda su carrera y que hace algún tiempo que extravió: la competitividad.
Análisis de la ruptura de Bela y Lima
La noticia llegó desde Argentina con el aroma de rumor que crece a la misma velocidad que se propaga. Varios días después, los protagonistas han decidido confirmar una ruptura que multiplica los interrogantes, al tiempo que ofrece interesantes claves por estudiar.
Cuándo dejan de jugar juntos Belasteguin y Lima
Tres torneos juntos le queda a la pareja que dominó el padel profesional durante algo más de tres años y medio.
El Master de Buenos Aires será el primer escenario en el que comparecerán tras el anuncio de su ruptura. Jugarán después, el Master de Valladolid y el Open de Suecia.
En la prueba de Valencia, Fernando Belasteguin y Pablo Lima ya no formarán juntos y saltarán a la pista con nuevos compañeros.
Quienes serán los nuevos compañeros de Bela y Lima
Ninguno ha desvelado aún con quién jugará una vez que se consuma su separación. En el caso de Bela, todo apunta a que podría haber elegido a Agustín Tapia, el joven catamarqueño de 19 años, sin pareja por la baja indefinida de Juan Martín Díaz.
Por su parte, tampoco Pablo Lima ha informado de quién será su nueva pareja para esta temporada 2019 aunque entre sus opciones se encuentra el madrileño Ale Galán o su ex-compañero, Juani Mieres, entre otros.
En cualquier caso, este movimiento va a provocar un tremendo baile de parejas, tres meses después del inicio de una temporada que ya había sufrido una agitación similar. Ya analizaremos en profundidad el perfil de las nuevas duplas.
La ruptura de Bela y Lima: dos mensajes, dos lecturas
Ayer confirmaron ambos jugadores una información que llevaba días circulando en redes sociales.
Tanto Bela como Lima han coincidido en subrayar como argumento la necesidad de recuperar su mejor versión. Sin embargo, sus respectivos mensajes han presentado algunos elementos llamativos y sutiles diferencias.
Destaca, desde luego, el aséptico tono empleado por Fernando Belasteguin. Después de cuatro años y medio junto al brasileño, no se ha permitido grandes muestras públicas de cariño o agradecimiento.
Pablo Lima, habitualmente más parco en sus comunicaciones públicas, sí ha elevado algo más el tono para explicar lo vivido en este tiempo junto al de Pehuajó. El de Porto Alegre ha sido más explícito a la hora de agradecer a su aún compañero este trayecto juntos, aunque, al mismo tiempo, ha manifestado su disconformidad con una ruptura que ha partido del propio Belasteguin.
Las imágenes elegidas por ambos para sus publicaciones reflejan bien esa distancia diferente desde la que abordan ambos este mensaje. En la foto publicada por Bela, es él quien, incluso lesionado, ejerce de líder y mira a su compañero con el puño cerrado.
En la imagen que ha utilizado Lima, se reparten el protagonismo; caminan los dos abrazados, mirándose ambos con mucha complicidad.
Son dos perspectivas diferentes de una ruptura.
Por qué rompen Bela y Lima
La cuestión es ¿por qué Fernando Belasteguin y Pablo Lima han decidido romper la pareja que forman desde 2015?
Para comprender la separación de los exnúmeros uno hay que contemplar el escenario desde la perspectiva de Bela.
Fue él quien dio el paso para romper con Juan Martín Díaz aquel martes 29 de julio de 2014 tras 13 años irrepetibles; y él ha sido quien ha decidido poner fin a su etapa con Pablo Lima, tras más de 4 temporadas juntos.
Por lo tanto, la explicación de todo gira en torno a la mirada que el de Pehuajó tiene de este deporte, a su bagaje, a su ambición.
Pero, antes de atender a las causas concretas, hay que definir las distintas posiciones desde la que ambos parten.
Bela responde a su leyenda
Hay un símil que puede ayudar a comprender mejor la decisión de Belasteguin.
Nos trasladamos al ciclismo y contemplamos esa escapada en la que el máximo favorito a la clasificación general rueda junto a varios corredores, fantásticos agitadores de etapas que buscan triunfos parciales o momentos de gloria fugaces.
Colaboran todos en abrir distancia pero, llegado el momento, los objetivos condicionan las actitudes. Si el ritmo del grupo decae, el máximo aspirante a todo tendrá que tomar la decisión de saltar para enfrentarse a su propio desafío, una meta mucho más trascendente que la de sus circunstanciales acompañantes.
Algo parecido es lo que ocurre con Bela y Lima. Durante cuatro años y medio han dado forma a una pareja fabulosa. Su dominio ha sido incuestionable. Han sido números uno la mayor parte del tiempo (tres años y ocho meses), han conquistado 35 torneos, han jugado 43 finales.
Pero también es cierto que lo han hecho desde posiciones diferentes que hoy se manifiestan con claridad.
Lima es un jugador imponente, un guerrero sobre la pista pero no alcanza a la leyenda de Bela. En verdad, excepto Juan Martín Díaz, nadie puede situarse a su altura.
Bela, 16 años número uno, un mito en activo de este deporte, obedece a su vocación de ser siempre competitivo, la narrativa que ha explicado su tremendo éxito. Jamás se ha resignado ante una derrota. Ha ganado de mil maneras distintas, por encima de mil situaciones adversas y, cuando ha perdido, lo ha hecho fiel a su ADN: con la promesa de volver a ganar.
Ahora no lo consigue, y lo que es peor, no parece en el camino de hacerlo. No se trata sólo de resultados sino, como ha dicho el propio Bela, «de hambre». Lo ha explicado con mucha claridad esta misma semana (poco antes de romper con Lima) en el programa ‘Esto es Pádel’, de Capital Radio: puedes escucharlo aquí.
Por eso, Bela ha entendido que no puede permanecer más junto a Pablo Lima. Sabe que han alcanzado un techo. Como en 2014 con Juan Martín (entonces, sin embargo, se despidieron en lo más alto) ha detectado indicios que le alertan de la necesidad de un cambio. Y muy claro ha de tenerlo el jugador para provocar una situación inédita en su carrera en el primer tramo de la temporada.
Bela se pone de pie en la bici, en el tramo más duro de la ascensión, y demarra. Deja atrás a su compañero de escapada y responde a su propia leyenda.
Rendimiento más que resultados
La incidencia de los resultados de esta temporada en la separación de Bela y Lima es incuestionable. Acostumbrados a gobernar el ranking, no han logrado aún ganar un torneo. Es, sin duda, una anomalía en el recorrido de esta dupla; un hecho insólito, desde luego, en la trayectoria de Belasteguin. Jamás en los últimos 18 años había estado tanto tiempo sin ganar.
Sin embargo, los resultados son la consecuencia del juego. Lo transcendente es que el juego de Bela y Lima ha perdido fuelle de una manera notoria.
Las cinco derrotas consecutivas que han sufrido esta temporada ante Paquito Navarro y Juan Lebrón han dejado al desnudo las carencias que Bela y Lima presentan hoy sobre la moqueta.
Menos solidez, menos filo, más previsibles
Desde su unión en 2015, la pareja formada por Belasteguin y Lima ha sido reconocible en su juego.
Casi siempre han sido capaces de gobernar los partidos, con independencia de sus rivales.
Lo han hecho desde una defensa insuperable y una habilidad extraordinaria para imponer el ritmo que más les convenía. Bela y Lima podían dormir el juego cuando les interesaba e impulsarlo con vértigo cuando lo necesitaban. Siempre desde una consistencia granítica que desesperaba a sus contrarios. A ellos les obligaba en todo momento a hacer algo más hasta que acababan despeñándose.
A todo esto, además, le unían un hambre voraz, una formidable actitud para competir y un irreductible coraje para rebelarse contra cualquier situación adversa.
Hoy, todo eso parece haber cambiado. La pareja se ha alejado de esas señas de identidad. Ha perdido solidez y muestra menos filo en su juego. Se han hecho demasiado previsibles y han dejado de encontrar armas eficaces para sorprender a sus adversarios.
Las lesiones, sobre todo la de Bela, pueden ayudar a comprender en parte la situación pero no se encuentran ahí las causas reales. La pareja argentino-brasileña, ante las dificultades, se ha ido refugiando en su zona de confort mientras sus rivales han evolucionado hasta superarles.
Nuevos y mejores rivales
Bela y Lima es la pareja masculina que más años llevaba junta en World Padel Tour. Sin embargo, su evolución parece haberse estancado frente al crecimiento de sus contrarios.
Los cambios de pareja de estos últimos años, junto a la irrupción de otras que van emergiendo, han provocado la aparición de varias duplas en el camino capaz de discutir cualquier partido a estos dos jugadores.
El mejor ejemplo se encuentra en los enfrentamientos contra Paquito y Lebrón. Cinco duelos, cinco derrotas. Los resultados son dolorosos pero lo que resulta especialmente dañino es la falta de colmillo que Bela y Lima han mostrado ante sus contrarios.
Los exnúmeros uno han estado siempre a merced de los andaluces a los que no ha penalizado, siquiera, su condición de pareja nueva.
Ya no son sólo esas derrotas. Es que, en otros duelos, ante parejas que no están en el top-5, han sufrido mucho.
Lo hicieron contra Tapia y Juan Martín en el primer torneo de la temporada (4-6, 7-5 y 6-1). En Logroño, lograron sobrevivir en el tie break del tercer set al empuje de Gonzalo Rubio y Ernesto Moreno (6-2, 3-6 y 7-6). En Alicante, también se fueron al tercer set frente a Javi Garrido y Martín Di Nenno (6-3, 3-6 y 6-3), una dupla que venía de la previa. En Vigo se le atragantaron los Lucas que se llevaron el primer set y tuvieron que remontarles (6-7, 6-2 y 6-1).
Y aún no se han enfrentado a Maxi y Sanyo pero los puntanos son mucho más que una amenaza. Ellos exhiben hoy la corona del padel mundial, una cima bastante lejana para Belasteguin y Lima en la actualidad.
Las alarmas llevan tiempo encendidas
La ruptura de Lima y Bela no es un hecho repentino aunque la decisión sea reciente (el argentino le comunicó su decisión al brasileño el pasado martes 28 de mayo, según el diario Sport). Se trata de la consecuencia de una situación que viene cogiendo forma desde hace tiempo. ¿Cuánto? Sólo ellos lo saben pero en las últimas dos temporadas han registrado diversos episodios dignos de atención.
Ya vivieron una temporada agitada en 2017. El liderato ocultó algunos pasajes tormentosos en la trayectoria de esta dupla.
Comenzaron sin coach, tras romper con Miguel Sciorilli. Se quedaron en blanco en las dos primeras pruebas y descubrieron notables fisuras en su juego (por ejemplo, en la final de Miami) que les hicieron buscar un nuevo entrenador. Ficharon a Horacio Álvarez Clementi para que les guiara en los torneos y estuvieron un año con él.
En 2018, rompieron con Clementi y se reencontraron con Miguel Sciorilli. Demasiados cambios en la pareja.
El pasado año, por primera vez, perdieron el liderato que ostentaban sin discusión en el ranking. La retirada de Bela en Mijas, su operación y su convalecencia de cuatro meses, despejó el camino de Maxi y Sanyo hacia el trono.
Sin embargo, antes de ello, los puntanos ya habían puesto en cuestión el número uno. Lo tuvieron a su alcance en la final del Master de Valencia 2018 pero reaccionaron a lo grande Bela y Lima con un triunfo arrollador. Aún así el aviso les había quedado claro.
Hasta ese partido, la dupla argentino-brasileña había jugado cuatro torneos y sólo ganó una prueba. En el resto, ni siquiera alcanzó la final y perdió contra parejas como Belluati y Lebrón (Catalunya), Mieres y Lamperti (Jaén), o Chico Gomes y Fede Quiles (Valladolid).
Episodios clarificadores: Bela comprendió la necesidad de cambiar
Hay varios instantes cruciales este año para entender la separación de Bela y Lima.
Vigo Open 2019
El día que Bela renegó de sí mismo y acabó reencontrándose. Aquello le ayudó a comprender que necesitaba el cambio.
Belasteguin y Lima volvieron a perder ante Paquito y Lebrón aunque fue la vez que más cerca han tenido la victoria (6-4, 3-6 y 7-6). Sin embargo, durante el partido se produjeron dos situaciones clave que ayudan a explicar esta ruptura.
En el primer set, Bela estuvo desconocido. Incapaz de darle palique al juego, errático, sin soluciones. Hasta él mismo se lo reprochó públicamente. Ese despliegue desconocido del de Pehuajó sirvió de síntoma de sus males.
La otra circunstancia sucedió al final del tercer set y completó el diagnóstico. Lima se torció el tobillo y quedó prácticamente cojo. No se retiró y el esfuerzo de Bela por cubrir pista y sostener el juego fue titánico. En aquellos instantes, solo ante sus dos feroces adversarios, Belasteguin se reencontró consigo mismo durante unos instantes. Se miró frente al espejo y, pese a que no pudo evitar la derrota, se reconoció al fin. Se vio capaz de recuperar el brío que había perdido; de volver a ser Bela.
Alisea Ledus Jaén Open 2019
De todas las derrotas sufridas ante Paquito y Lebrón, la que encajaron en Jaén ha sido la más dolorosa.
Bela y Lima fueron zarandeados sin contemplaciones por sus rivales, les sometieron en todo momento y les superaron siempre. Después de haber estado cerca en Vigo, no ser capaces de competir ante los andaluces en Jaén y caer vapuleados como lo hicieron (6-2 y 6-3) ayudó a inclinar la balanza de manera definitiva en la decisión del argentino.
La distancia de Lima: un síntoma, no una causa
El lugar de residencia de Pablo Lima puede resultar intrascendente en esta separación. Sin embargo, es necesario regresar a 2015 para ponderar mejor este detalle.
En aquel entonces, Lima, que jugaba con Mieres, vivía en Madrid. La llamada de Bela le llevó a trasladar su residencia con su familia a Barcelona. De hecho, en la Ciudad Condal nació su hijo.
El propio Belasteguin, en diversas declaraciones, puso en valor el compromiso de su nuevo compañero, Pablo Lima, cuando decidió mudarse a Barcelona para poder entrenar juntos, para construir su nueva alianza desde la proximidad.
Así han estado durante todos estos años hasta que, esta temporada, Lima se ha afincado en Bilbao.
Es un simple detalle que, por sí mismo, no explica nada pero, visto en perspectiva, atendiendo a la relevancia que Bela, entonces, le dio a la compañía de Pablo en Barcelona; sí resulta significativo del momento de la pareja.
A por su mejor versión
Despiden sus caminos Fernando Belasteguin y Pablo Lima. A partir de Valencia, emprenderán, cada uno por su lado, la búsqueda de su mejor versión. Ya analizaremos con quién.
Atrás queda el relato de una pareja espléndida que supo gobernar pero no logró evolucionar.
Mucha tristeza… Una pareja increíble pero lamentablemente su veía venir…
Fue una gran pareja pero llegó a su fin. Quedaron algo estancados aunque ya no sabremos si hubieran podido recuperarse.
Saludos.
Buen artículo describe perfectamente la situación por la cual entiendo yo llega a su fin la pareja y los últimos desempeños lo demuestran
La verdad es que cinco años dan para mucho. A ver qué camino toman y cómo reaccionan al nuevo desafío.
Gracias, Elvio, por tu opinión.
Saludos.
Gran artículo! Gracias!
Gracias, Jaime!!
Me alegro que te haya gustado.
Saludos.