Fue una jornada de enorme calado. Las semifinales del Sao Paulo Padel Open 2019 trascendieron su significado. Lo que allí ocurrió en la jornada del sábado sirvió para explicar gran parte de la temporada.
Se resolvió el pulso por el número 1. Paquito y Lebrón no fallaron. Sufrieron lo indecible pero consiguieron una victoria que aúpa al gaditano a lo más alto del ranking con independencia de lo que haga en la final. Vencieron desde la épica y consiguieron su objetivo ante el número uno por excelencia y su joven compañero, una joya que va reclamando espacio en la cima.
Del otro lado, Galán y Lima fallaron. Lo tenían todo para ganar y acabaron perdiendo, por tercera vez, ante sus bestias negras, Javi Ruiz y Uri Botello.
Semifinales del Sao Paulo Padel Open 2019
Ha tenido que irse el circuito hasta Brasil para certificar un relevo en la cima del ranking de World Padel Tour que venía resistiéndose. Ocurrió en las semifinales del Open de Sao Paulo. Bastó el primer partido pero hubo que esperar a su desenlace, tres horas después del inicio, para confirmar que este próximo lunes la clasificación del padel profesional tendrá un nuevo rey.
Paquito aúpa a Lebrón al trono
Las anteriores ocasiones en que lo habían tenido a tiro habían fallado. Esta vez, en cambio, no fue así. Aunque tuvieron que sobreponerse a un inicio dubitativo y a dos rivales tremendos que pelearon hasta la última pelota.
Paquito Navarro y Juan Lebrón consiguieron remontar su partido de semifinales para hacerse con un triunfo que los catapulta a la cima de la clasificación. Sobre todo a El Lobo, que se asegura la corona a partir del lunes, pase lo que pase en la final brasileña.
Sus adversarios, Fernando Belasteguin y Agustín Tapia, se vaciaron para impedirlo. Con su renovada fórmula sobre la moqueta (con Bela en el revés cuando restan y a la derecha con el saque), apretaron mucho a la pareja española. Nada que ver el duelo con el precedente de Córdoba.
Los argentinos aprovecharon los nervios al otro lado de la red para adelantarse en el primer tramo del partido pero Navarro y Lebrón reaccionaron pronto.
El juego fue vibrante. Comenzó con cautela y acabó desatado.
Se decidió el primer parcial en el tie break. Hubo opciones para ambas partes pero fueron Tapia y Bela quienes le echaron el lazo al set (6-7).
En el segundo, no hubo fisuras en ninguna de las dos parejas. La española se sostenía en el trazo impecable de Paquito y golpeaba con el mazo descomunal de ambos jugadores.
Enfrente, Bela trataba de adaptar el ritmo mientras Tapia despegaba con sumo atrevimiento. Lo del jugador de Catamarca es cosa seria. Asombra la fortaleza mental que exhibe a sus 20 años y maravilla su juego poderoso y eficiente. Es un fenómeno imparable.
De nuevo, el tie break tuvo que aparecer para desnivelar el pulso en el segundo acto. Esta vez, cayó del lado de la pareja 2 que igualó el partido (7-6).
A esas alturas, la pugna había liberado las emociones sobre la moqueta de la central. Paquito y Lebrón, desatados, daban rienda suelta a su repertorio de celebraciones. Tenían respuesta al otro lado de la red. Esta vez, el duelo justificaba en parte el desparrame.
Fueron los de Marcelo Fernández quienes empezaron mejor el definitivo capítulo de la batalla. A lomos de un break, cogieron una ventaja que, pese a los intentos de Bela y Tapia por recortarla, acabó siendo determinante (6-4).
Se coronó Lebrón, al fin, con el número uno. Nada mejor que hacerlo, además, ante quien más tiempo ha ocupado el trono.
Desató sus lágrimas el gaditano y se afanó sin descanso en compartir la gloria con su compañero. No era para menos, la temporada del sevillano, a excepción de algún bache, ha sido espléndida. Sólo el capricho de la aritmética ha impedido que Paquito Navarro alcance esa cúspide que tanto anhela.
Ahora les tocará defender la conquista.
Resultado: Navarro – Lebrón a Belasteguin – Tapia (6-7, 7-6 y 6-4).
Ruiz y Botello devoran las dudas de los aspirantes
Tercer enfrentamiento entre ambas parejas y tercera derrota de una de ellas, la de mayor ranking, la aspirante al título, la que perseguía el número uno.
Volvieron a despeñarse Alejandro Galán y Pablo Lima ante los mismos rivales. No importó su fabuloso despliegue del primer set, ni la incomodidad que mostraron Javi Ruiz y Uri Botello en buena parte del encuentro. La pareja 3 acabó deshecha, atormentada por la opción perdida, consumida en sus propias dudas, víctima de esa tela de araña que le resulta insoportable.
Cuando saltaron a la pista, Galán ya no tenía opciones de salir como líder del torneo. La victoria de Paquito y Lebrón había resuelto la incertidumbre. Pero eso no es más que un simple capítulo de una batalla inconclusa que puede volver a cambiarlo todo en México, y no digamos en el Master Final.
Así que mantener sus aspiraciones en la pugna por el trono final en este 2019 era una de las motivaciones que tenían el madrileño y su compañero pero no la única. La opción de coronarse en su tierra debía ser un motor imparable para Pablo Lima. La necesidad de restablecer el paso tras dos derrotas consecutivas en cuartos (Menorca y Córdoba) también se mostraba como otro factor a tener en cuenta.
Todo ello pesó en el arranque. Los favoritos se desplegaron con mucha firmeza. Gobernaron siempre el juego, superaron a sus contrarios con claridad y acabaron anotándose el primer set con dos roturas de saque (3-6).
Enfrente, Javi y Uri no le encontraban el hilo al juego. A diferencia de los dos precedentes anteriores, esta vez no llevaban las riendas, ni siquiera podían discutirles el mando a sus oponentes. Las preguntas se les acumulaban pero las respuestas las conocían, las tenían todas en su propia trayectoria en este torneo brasileño.
Y es que el escenario que afrontaban no era nuevo para ellos. En verdad, desde octavos, la pareja 5 del ranking ha venido sufriendo para superar cada ronda. Ahora en semis, con el premio de su segunda final del curso, tenían que repetirlo.
Lo hicieron. Encontraron definitivamente el camino cuando se asomaron al abismo en el segundo acto. Galán y Lima firmaron un break que les dejó ante la opción de amarrar la victoria con saque propio (3-5).
Ahí, sin red, emergió la versión más combativa de Ruiz y Botello. Pelearon cada bola y consiguieron lo que no habían logrado en todo el encuentro: un providencial break. Fue el punto de inflexión que buscaban.
El marcador se igualó de nuevo (5-5) pero la ocasión perdida desequilibró la balanza. Dejó huella en los favoritos y espoleó a los aspirantes.
Javi y Uri lograron sostenerse en el tie break (7-6) y provocaron un desenlace que, ahora sí, afrontaron con todas sus certezas.
Afianzaron su trazo y recuperaron el pulso de sus duelos anteriores. El granadino volvió a incomodar a Galán mientras Botello se multiplicaba en la derecha en su duelo cruzado con el anfitrión.
En el octavo juego, encontraron la fisura y se hicieron con un break decisivo. Ellos, al contrario que sus rivales, fueron capaces de cerrar el partido con el saque (6-3) y se ganaron la oportunidad de aspirar a un título por segunda vez esta temporada.
Galán y Lima, que se quedaron sin final, sin título y sin número uno, miran ya al Open de México.