Marta Marrero y Paula Josemaría jugarán juntas en la temporada World Padel Tour de 2020.
La reina ha reclutado a la revelación para dar forma a un proyecto arriesgado: sostener el trono que conquistó con Las Martas.
La canaria soportará sobre sus hombros el peso de su decisión y buscará validarla con argumentos sobre la moqueta.
Marrero y Josemaría: una unión para batallas grandes
Las dos jugadoras han confirmado en sus redes sociales la noticia de su alianza deportiva. Lo han hecho tras haber cerrado su etapa anterior.
Marta Marrero lo hizo con un agradecimiento a su compañera, Martita Ortega, y un asunción de la responsabilidad de la ruptura con la madrileña.
Sobre su nueva compañera, la número uno ha destacado su talento, valentía y desparpajo.
Por su parte, Paulita no ha sido demasiado explícita en su comunicación aunque sí ha subrayado el juego y la seguridad de quien será su nueva pareja deportiva.
Josemaría y Marrero: una apuesta por la definición
Más definición, incluso a costa de perder solidez. Es lo que busca Marta Marrero al sustituir a Martita por Paulita. Quiere inclinar la balanza del lado de la pegada, ganar más por filo que por desgaste.La canaria quiere darle más mordiente a su propuesta y por eso ficha el descaro y el vértigo de esta perla de 23 años que, al fin, despunta.
A cambio, rompe con Marta Ortega que ha encontrado acompañante en la joven Bea González.
Josemaría, al mismo tiempo, puede seguir apoyándose en la solidez de su nueva compañera como hacia con La Portu pero, además, Marrero le da más poder intimidatorio conforme gana metros.
Tendrá que estar preparada la joven de La Moraleja ante la sobrecarga de trabajo que se le avecina como le ocurría a su predecesora en el puesto. Será una reválida exigente de una asignatura que, en este 2019, se le ha atragantado en ocasiones: comprender los momentos de un partido. Todo el atrevimiento que ha encumbrado a la cacereña esta temporada la ha penalizado cuando no ha sabido controlarlo y se ha transformado en precipitación.
Ya lo trabajó con Nogueira y seguirá haciéndolo con Marrero. A sus 23 años, su entrega a este nuevo proyecto es absoluta e incluye el traslado de su residencia a Barcelona, tal como reclamaba la actual reina del pádel español. Después de un año de ensueño, Paulita afronta una temporada decisiva para sus aspiraciones.