Nuevo capítulo en el conflicto que sacude al pádel profesional.
Los jugadores que no tengan contrato en vigor con World Padel Tour y que no suscriban el nuevo acuerdo para los próximos cinco años no podrán disputar los torneos de la competición en 2023. Así lo ha denunciado públicamente la Asociación del Pádel Profesional (PPA), que aglutina a más de 200 deportistas profesionales.
A través de un comunicado, el ente que representa a gran parte del colectivo de jugadores desvela la existencia de presiones por parte de World Padel Tour a jugadores sin contrato para que firmen el nuevo documento “bajo la amenaza de que, si no lo hacen, serán expulsados del citado circuito”.
Desde la PPA se anuncian “respuestas legales adecuadas encaminadas a apoyar de forma contundente e incondicional” a los jugadores que sufran “algún tipo de represalia, y en particular, la expulsión del circuito”. En concreto, afirman que “tomarán las medidas necesarias para que estos compañeros puedan jugar la próxima temporada en las mismas condiciones que la actual y junto al resto de jugadores”.
La asociación ha informado de que pone al servicio de los jugadores afectados sus servicios jurídicos y, además, pide a las marcas patrocinadoras que apoyen a estos deportistas en esta situación que han calificado de “grave” y “sin precedente en ningún deporte”, y en la que, según indican, “se quiere chantajear, coaccionar y expulsa de la competición a una parte esencia de los jugadores por el mero hecho de ocupar una posición inferior en el ranking por no aceptar imposiciones unilaterales”.
World Padel Tour cambia de guión: de la mano tendida al puño prieto
Hasta esta misma temporada, World Padel Tour ha venido permitiendo la participación recurrente en sus competiciones de jugadores y jugadoras sin vinculación contractual. Y, aparentemente, así iba a continuar al menos el próximo curso a tenor de la información que el circuito de Damm expuso a los propios deportistas en el acto celebrado el pasado 18 de octubre en el Hotel Barceló Hamilton Menorca.
En el salón SA Naveta del establecimiento hotelero, el presidente de World Padel Tour, Ramón Agenjo, y su adjunto, Álex Corretja, explicaron a los jugadores asistentes la nueva propuesta de circuito para el periodo 2023-2027 en la que se contemplaba la figura del jugador (y jugadora) no adherido, habilitado para competir pero con unas condiciones (premios, bonus y prestaciones) diferentes respecto de los que sí se vinculen al circuito. Eso sí, los jugadores/as no adheridos/as desaparecerían del ranking en 2024.
Sin embargo, escasos días después, en el documento que Setpoint Events (empresa que gestiona WPT) remitió a los jugadores para su firma con las condiciones detalladas del nuevo acuerdo ya no había rastro de la figura de los no adheridos.
La denuncia que ahora formula la PPA apunta, precisamente, a ese giro del circuito de Damm. Lo que inicialmente se expuso como un gesto de apertura y buena disposición por parte de la organización, al que se unió la suspensión temporal de las demandas de arbitraje interpuestas contra los jugadores, ha acabado convirtiéndose en una medida de presión hacia este segmento de deportistas.
En días atrás, tal como ha podido saber Padelazo.com, el propio director general de World Padel Tour, Mario Hernando, ha resuelto cualquier duda al respecto a varios jugadores en comunicación escrita: para poder disputar pruebas del circuito el próximo año los jugadores deberán tener contrato en vigor (acuerdo vigente hasta 2023) o estar adherido (nuevo contrato).
La paradoja de World Padel Tour
World Padel Tour es un circuito privado y, como tal, con facultad para establecer las condiciones de adscripción y participación que considere oportunas. El hecho no admite duda alguna, incluso si ello supone modificar los requisitos vigentes hasta ahora.
El movimiento de World Padel Tour, sin embargo, da pie a una situación paradójica respecto al tratamiento que el circuito confiere a los jugadores en función de si tienen contrato o no. Tal es así que, para el año que viene, la organización, a los deportistas que tienen vinculación vigente (el contrato que finaliza el 31 de diciembre de 2023), obligará disputar todas o casi todas las pruebas de su calendario pese a las reticencias que tiene el colectivo; y, al mismo tiempo, va camino de impedírselo a los que sí quieren jugar y, sin embargo, no tienen contrato.
WPT, la FEP y el circuito NEXT con las federaciones territoriales
A su vez, el circuito World Padel Tour ha establecido una colaboración directa con la Federación Española de Pádel y sus federaciones territoriales, en lo que se anunció como una “alianza histórica” para impulsar la competición NEXT, una nueva tipología de torneos de la que se programaron inicialmente hasta 39 fechas (aunque no todas han salido).
Está por ver si la decisión de World Padel Tour de admitir en sus competiciones únicamente a jugadores con contrato, conlleva algún efecto directo en el circuito NEXT y, sobre todo, qué posicionamiento adoptará la Federación Española de Pádel y las respectivas federaciones territoriales.
En lo que respecta a la FEP, su presidente Ramón Morcillo, un habitual del palco de World Padel Tour, ha expresado en varias ocasiones que la institución apoya a todas las competiciones; sin embargo, sus hechos no respaldan del todo su discurso.
El mandatario español, pese a ser miembro de la Junta Directiva de la Federación Internacional de Pádel, le dio la espalda a la única prueba de Premier Pádel que se celebró en territorio español, el P1 de Madrid. Su argumento, entonces, fue que el circuito de la FIP y QSI no tenía competición femenina.
La nueva propuesta de World Padel Tour que rompe la reciente igualdad en el reparto de premios y este cambio en la admisión de jugadores puede provocar un nuevo ejercicio de equilibrismo dialéctico del presidente Morcillo si pretende mantener su respaldo al circuito de Damm.