Llegaban tras haber vencido en el Torneo de febrero de Reserva del Higuerón con una notable autoridad en un magnífico cuadro de 2ª categoría. Abraham Ramírez y Carlos Quesada, además, defendían título tras haberse impuesto también el I Torneo Steel Custom de 2012 celebrado en el Hotel Myramar Fuengirola a principios de febrero. Y ahora lo han vuelto hacer. Esta pareja ha demostrado su magnífico estado de forma y han vencido en el cuadro de 2ª categoría del II Torneo Steel Custom de 2012, disputado en el mismo establecimiento hotelero.
En la final tuvieron a una pareja que acusó en los momentos clave su falta de acomplamiento, Francisco Funes e Iñaki Moreno. El encuentro decisivo comenzó con firmeza en los saques y muchas imprecisiones al resto. Al menos en los seis primeros juegos. El marcador llegó a registrar un empate a 3 en el que cada dupla logró ganar su servicio. Sin embargo, en el juego, a esas alturas, ya se había podido comprobar la superioridad de Abraham y Carlos en la red, producto, entre otras cosas, de una mejor coordinación que sus oponentes y de una mayor determinación en las voleas.
El sexto juego, en el que si bien Iñaki mantuvo su saque, sirvió para anticipar lo que estaba por llegar. Tres errores de Funes regalaron dos bolas de break que no aprovecharon sus rivales. Abraham dejó una pelota en la red y Carlos envió su resto al cristal. Iñaki y Francisco respiraron al mantener el servicio (3-3), pero intuyeron que esas dos pelotas de rotura habían abierto una brecha de agua en su dique. Lo supieron ellos y, lo que es peor, la pareja rival que, nada más ganar, con demasiada comodidad, el saque de Abraham, se lanzó a por el break sobre el servicio de Funes. Y lo lograron. Dos pelotas en la red de éste, permitieron la primera rotura del partido (3-4).
Carlos Quesada tuvo, entonces, la ocasión de servir para consolidar el break y encarrilar la primera manga. Sin embargo, Funes e Iñaki aumentaron su agresividad en la pista, y aunque llegaron a desperdiciar dos ocasiones de ruptura, el propio Carlos estrelló dos remates en la red y regaló el juego a sus rivales (4-4).
Llegó el momento cumbre del primer set. Iñaki y Funes tenían la ocasión de presionar a sus oponentes, inocularles el terrible virus de la duda. Y no lo hicieron. Todo lo contrario. Disputaron rematadamente mal un juego crucial y recibieron un nuevo break, esta vez, en blanco (4-5). Tuvo entonces Abraham Ramírez la oportunidad de cerrar el primer parcial con su servicio. Sufrió para hacerlo. La ansiedad por ganar el juego le pasó algo de factura y le llevó a cometer errores impropios de él, como dos remates consecutivos a la red que permitieron a sus contrincantes igualar a 30, o un remate contra el cristal, para igualar a 40. Iñaki y Funes mantuvieron el tipo y llegaron a tener una ocasión de romper el saque. Pero un fallo del propio Funes y dos tremendos remates de Abraham inclinaron el partido (4-6) a la tercera pelota de set.
La arrolladora inercia que traían del final de la primera manga le sirvió a Quesada y Ramírez para romper el saque de Funes al comienzo de la segunda (0-1). Iñaki y Francisco se vieron otra vez por debajo en el marcador, pero esta vez, además, con la dificultad de que sus defectos habían quedado perfectamente retratados en el set inicial, que reveló a una pareja que no mezclaba bien, que no sincronizaba sus movimientos, que se abría y se rompía en cualquier subida a la red, una dupla que no se entendía. Iñaki Moreno, exiliado en la derecha, no logró tener incidencia en el partido; mientras que Funes, en la izquierda, sometido a una mayor carga por sus rivales, no supo recuperar la iniciativa cuando tuvo ocasión. Dos fueron los pecados en los que incurrió éste de manera sistemática durante el encuentro. Por un lado, su falta de determinación para conquistar la red lo que abría mucho hueco respecto de su compañero. Y precisamente, consecuencia de esa excesiva distancia con la malla central, devino su otra desventaja: su indefinición con la volea. Su excesiva separación de la red (y la habilidad de sus rivales para buscarle los pies) le obligó permanentemente a volear por debajo de la cinta, con lo que sus golpes apenas tuvieron mordiente, no generaron peligro.
Aún así, tanto él como Iñaki tiraron de calidad técnica y lograron reponerse del break inicial. Tras desperdiciar tres bolas de rotura, aceptaron el regalo de Carlos Quesada (estaba sacando para el 0-2) que envió la pelota directamente al cristal. Poco, sin embargo, duró el optimismo en la pareja Funes-Moreno. Iñaki, que sacaba para ponerse por delante, demostró no estar cómodo en el partido, con dos errores no forzados, a los que se sumó Funes. Entre los dos, le dieron el segundo break consecutivo a Abraham y Carlos (1-2).
Esta vez sí. Abraham no titubeó con su saque (estuvo impecable durante todo el encuentro), y tras dos espectaculares remates consolidó la rotura anterior y puso distancia en el marcador. (1-3). Funes e Iñaki trataron de ocupar algo la red, sabedores de que se les escapaba el partido. Pero resultaron demasiado permeables en la cinta y poco contundentes. Funes, con su saque, intentó agarrarse al partido al ganar el juego con muchísimos apuros. (2-3). Esa victoria parcial les espoleó y ambos se lanzaron a por el servicio de Carlos Quesada, que empezó a mostrarse intermitente en el juego. Tanto fue así que, nuevamente, tras un error suyo, Iñaki y Funes lograron devolver el break (3-3).
Parecía que había partido. Carlos no atravesaba su mejor momento. Pero el espejismo se diluyó pronto. Iñaki y Funes no lograron inclinar la balanza del encuentro. Cuatro errores seguidos de ambos, tres bolas al cristal y una a la red del propio Iñaki sirvieron para acabar así con su saque y, de paso, con el partido (3-4). Porque Abraham, con su servicio, sí consiguió consolidar el break anterior (3-5).
El juego decisivo retrató a la perfección el partido. Los errores de Funes, que sacaba e Iñaki en la red dieron una pelota de partido a sus rivales. Ese último punto retrató su derrota. Ambos subieron a la red de forma descoordinada, con mucha distancia entre ambos, sin cubrir espacios, sin determinación ni fe, y una bola baja al centro les atravesó sin oposición para acabar con el partido (3-6).
Victoria final de de Carlos Quesada y Abraham Ramírez (4-6 y 3-6) que dieron un paso más en su evolución a 1ª.

