Sopla el viento en la central del club Matagrande. Lo hace en las alturas, bajo un cielo cubierto de nubes que diluye el calor y oscurece algo el ambiente estival de Antequera en este inicio del mes de julio.
También fluye el aire a ras de la moqueta. Lo hace cada vez que Victoria Iglesias aprieta la empuñadura y suelta su temible revés a dos manos; en cada ocasión en que Ana Fernández de Ossó se agita incesante, se despliega imparable, barre la pista y encuentra ángulos para filtrar su juego.
La pareja sevillana es un auténtico tornado en la final de 1ª femenina de este IV Open Benéfico del club Matagrande, en Antequera; es además la IV Prueba del Circuito Provincial de Padel de la FAP en Málaga.
Enfrente de las de Sevilla, dos malagueñas se afanan por sostenerse en mitad del vendaval; por resistir una tempestad que las zarandea sobre la cancha. La antequerana Pilar Santolalla y la marbellí, Ana Medina, aspirantes a una gesta impensable, una proeza mayúscula por la categoría de sus oponentes (Fernández de Ossó, 5ª del ranking FAP, 16 ranking World Padel Tour; Iglesias; 7ª del ranking FAP, 41 ranking World Padel Tour).
Ambas parejas llegan tras superar dos auténticas finales. Las exponentes del padel sevillano libran un duelo monumental en los cuartos de final ante Lucía Martínez y Tere Anillo. Es un enfrentamiento con sabor a World Padel Tour; un espectáculo sublime en el que Anita Fernández y Victoria Iglesias saben sufrir para sacarlo adelante (7-6, 3-6 y 6-4).
Las malagueñas también sobreviven a su vía crucis en semifinales; un duelo apretado, intenso, en el que Isabel Fernández y Cristina Torrecillas las ponen a prueba hasta la última bola (6-4 y 7-5).
Ahora, en la final, unas buscan cumplir con su condición de favoritas; las otras, dar la campanada. La puesta en escena de ambas refleja esa mirada diferente.
La final femenina de Matagrande se decanta pronto
Las de Sevilla arrancan despistadas con el saque. Varios errores de Anita y Victoria con la volea abren una inesperada opción de break a sus rivales; una ventana que insinúa un encuentro imprevisto, apasionante.
El saque afilado de Victoria y el resto a la red de Pilar evaporan la ocasión (1-0). La amenaza activa a las favoritas que, de inmediato, afinan su padel para gobernar el encuentro.
Lo hacen buscando por alto a Medina para abrirse paso hacia la red. Ahí, la mano de Anita mece el juego, el mazo de Victoria lo decanta. La fórmula es la misma al resto. Potencia y precisión; acero y terciopelo, cuchillo y seda.
El revés a dos manos de la sevillana de Prince es un ariete que percute con insistencia contra sus rivales. La violencia de este golpe arrebata la iniciativa a las malagueñas, las desgasta y abre pista para que Ana Fernández radiografíe cada punto desde la cinta. Lo que Pilar y Ana Medina no aprovechan en el arranque, lo devoran sus rivales en el segundo juego.
Tres bolas de break generan Iglesias y Fernández de Ossó. El remate de ambas acaba por concederles el primer botín (2-0). La rotura, definitivamente, eleva a las sevillanas y hunde el juego de las locales. Santolalla y Medina no encuentran forma de mantener la red y eso despeña sus opciones.
¡Vamos Pili, arriba! El grito parte desde la grada. Está a medio camino entre el ánimo y la celebración. Es apenas un destello en mitad de la oscuridad absoluta que engulle a las locales. Por primera vez, Ana y Pilar dominan desde la red. Ahí sí, surge la mano sublime de la de Antequera y el filo de la marbellí. Es apenas un punto. ¡Hay que creérselo! Les gritan. El marcador desmiente que se trate de una cuestión de fe. Tres puntos después, una losa acaba por sepultar el primer set (6-0).
Mismo guión en el segundo set
Para Ana y Pilar, el encuentro no es ya una cuestión de marcador. Cada juego es una oportunidad de medirse a dos jugadoras colosales que forjan día a día su camino para estar donde están. Cada punto es una ocasión para aprender de dos rivales llegadas de la élite del padel profesional. Cada bola es una invitación a divertirse, a disfrutar, a celebrar lo que ya han conseguido en el torneo.
Así, con el ánimo intacto y un arrebato de juego, la segunda manga abre el telón con nuevas protagonistas. La pareja malagueña da un paso al frente. Sin mirar el marcador, liberan su juego al resto y exhiben, por primera vez, todo aquello que las hace temibles en una pista. La zurda de Medina que afila en cruzado y cercena en paralelo. La derecha de Pilar, una chistera de la que extrae víboras indomables y paralelos imprevisibles.
De esta forma, se regalan la primera alegría del encuentro. Un resto directo de Santolalla, liftado, milimétrico, precioso, que perfora el paralelo y le muestra a Fernández de Ossó un agujero allá donde la sevillana pensaba que no había espacio. Es un break (0-1). Nada más y nada menos.
Las hispalenses, sin embargo, apenas tardan en convertir esa rotura de las locales en un mero souvenir de este viaje. Es Anita Fernández quien se despliega, sublime, desde la derecha. Ordenada, intensa, precisa, la sevillana de Black Crown convierte su juego en un oficio. Siempre dispuesta al tajo, la perla de Sato Sport da un paso al frente para cerrar las opciones de sus adversarias. Primero, desarma en cruzado a Medina con su volea. Después, acorta camino hacia la red con una chiquita cruzada que le da pie a imponerse en la cinta.
Finalmente, la bajada de pared de Victoria la estrella en la red Pilar con su volea. La antequerana abre los brazos. Sonríe. Lamenta el fallo. Asume la diferencia (1-1).
Ahí vuelven al foso las locales. Recuperan el trazo las favoritas. El break en blanco que se anotan en el cuarto reivindica su condición. Dos paralelos telescópicos abren el camino. Uno de cada una. Al final, es Victoria, con una exhibición defensiva, la que resiste la ofensiva de sus contrarias y acaba por descomponerlas con una gran bajada de pared (3-1).
Una última opción de sostenerse apenas de un hilo aparece en el descenso de las anfitrionas. Pilar impone primero su cuchilla y a continuación, cierra con el remate. Medina juega con amagos y concluye con una bandeja paralela tras desordenar a sus oponentes. Las tres acciones abren la puerta al break. La carmonense de Prince, sin embargo, vuelve a apretar una bajada de pared; la volea de Pilar se marcha al cristal y con ella, la aspiración de rotura (4-1).
Luchan, pese a todo, Santolalla y Medina. Se resisten a abandonar la pista. En verdad, no es un calvario sino un sueño lo que viven. No es una tortura sino una ilusión. Ambas quieren prolongar ese instante que las ubica en esa escena central de Matagrande. El último arreón de las malagueñas trata de evitar otro break en el sexto; la sexta rotura del partido. No o consiguen. La determinación de Victoria y Anita las impulsa ante sus oponentes. Un espléndido resto paralelo de Iglesias acaba por fulminar el saque de Pilar (5-1).
El triunfo inapelable (6-0 y 6-1) corona a las mejores. Anita Fernández de Ossó y Victoria Iglesias regalan su padel en este IV Open Benéfico de Padel en Matagrande. La derrota, sin embargo, también eleva a las subcampeones, una marbellí, Ana Medina, y una antequerana, Pilar Santolalla, las mejores esta vez de la otra liga en esta IV Prueba Provincial de la FAP en Málaga.
[textmarker color=»af75e9″ type=»background color»]¿Te ha gustado la entrevista con El Negro, ex – speaker del World Padel Tour? ¡Anímate y compártela en las redes sociales! Y no olvides suscribirte al Boletín Padelazo para recibir todas las novedades de la web en tu email.[/textmarker]
[wysija_form id=»1″]