Con el duelo sobre el alambre, el juego se desata y la presión atenaza el talento en pleno tie break del tercer set. Lauty busca la pausa en mitad de la contienda. Se agacha lentamente para coger la bola de la red. La tiene en su mano. La acaricia. La besa. Detiene el servicio de su hermano, Leandro, el último del partido, para pedirle que saque con la pelota hechizada.
Es un simple beso que invoca a la suerte. Un fugaz gesto que busca en la fe lo que el padel aún no ha podido resolver. Es más que un anhelo; toda una conjura con la que los Del Negro aspiran a alcanzar la gloria en la trepidante final de 1ª del Torneo Vetto Padel.
La central del Fantasy Padel es el escenario de una pugna de color albiceleste que enfrenta a los hermanos con dos compatriotas, Germán Schaffer y Chito Sánchez, dos brujos del padel con mucha tralla que amenazan por mano, oficio y malicia.
Se citan las dos parejas tras superar el escollo de semifinales; Lauty y Lea ante Mariano Gil y Carlos Pérez (6-3 y 6-4), Germán y Chito frente a Richi Alcántara y Alberto García (7-6 y 7-5).
Ahora, en el último partido, la pugna por el título es tremenda. Apretada desde el inicio, se imponen los saques y brillan los remates. Lauty achica el campo a sus rivales con su juego eléctrico y afilado. A su lado, su hermano tira millas y contiene el acoso de sus rivales que le escogen como destino preferente.
Germán se prodiga con la pegada mientras que Chito aprieta por bajo con su zurda y busca ángulos imposibles.
De esta forma, ambas parejas sostienen el pulso. Ninguna logra descolgar a la otra hasta que llega el tramo final del primer set. Lea pone a salvo su servicio en el noveno (5-4), y a continuación, justo en el momento clave, él y Lauty asestan el zarpazo. El décimo juego, con saque de Chito, le echa el telón al primer acto, con dormilona de Leandro incluida y un globo del propio Chito que se marcha al cristal para elevar a sus contrarios con un break definitivo (6-4).
La reacción de Schaffer y Chito
El argumento de la segunda manga se insinúa pronto. Un espejismo. Lauty y Lea, radiantes tras firmar el primer capítulo, asaltan de nuevo el saque de su rival. Un cara a cara prodigioso de los cuatro en la red lo acaba decantando Lea con una picante bandeja. La opción de break se convierte en realidad cuando Schaffer volea directamente al cristal de fondo (2-0).
La brecha marca el camino del triunfo a los hermanos Del Negro, mucho más incisivos que sus rivales… hasta ese instante. Porque, sin indicio aparente, sin explicación previa, Lauty y Leandro se desconectan cuando tienen la oportunidad de consolidar el break con su propio servicio. Es el tercero. Sirve Leantro. Dos errores suyos y uno de su hermano ponen en peligro el saque. Germán y Chito, con un paso al frente, acaban por firmar en blanco un doloroso break para sus contrarios (2-1). Es, en verdad, toda una advertencia, un mensaje claro de que la senda hacia la gloria será empinada.
De hecho, en el sexto, Schaffer y Sánchez vuelven a amenazar el saque contrario. Esta vez es el de Lauty el que sufre el acoso de sus rivales. Un 15-40 que provoca un gran paralelo de Chito y un error del propio Lauty en una volea baja. Sin embargo, el inconmensurable trabajo de Lea y la pegada de su hermano evitan un mal mayor (3-2).
La reacción les permite recuperar el pulso para apretar el resto en el siguiente. Chito es quien saca. Su duelo con Lea es sensacional aunque el experimentado jugador zurdo alterna en este tramo grandes aciertos con errores notables. La primera opción de break la tira Lauty a la red directamente desde el resto. La segunda, en cambio, la certifica el propio Lea con una derecha sublime que encuentra el hueco que deja Chito (4-2).
Tras la rotura, los hermanos Del Negro se enfrentan de nuevo a la oportunidad de consolidar la brecha y ampliar la distancia, esta vez, definitivamente. Pero, de nuevo, como en el tercer juego, Germán y Chito, sensacionales, evitan el despegue de sus contrarios. Lo hacen con un juego intenso desde el fondo al saque de Leandro. Chito afina su juego, destierra errores y engatusa con la zurda. Germán, hiperactivo, barre la pista y gana metros desde la derecha. Suya es la acción que fuerza el fallo de Lea. Después, una gran volea de Chito les entrega el servicio de sus rivales (4-3).
Sobre ese segundo break se elevan Chito y Germán que, en el undécimo, culminan la remontada. Otra vez cae el servicio de Leandro. Un doble duelo de éste con Chito es el que decanta el juego (5-6). El grito de Sánchez, con el puño apretado, refleja la importancia del momento. Ya no se les escapa. Germán, con su saque, acaba por abrochar el segundo set (5-7) y deja todo para el tercero.
Duelo sin red
Mucho más sólidos en la pista, Schaffer y su compañero toman ventaja pronto. En el tercer juego se cobran su pieza favorita: el servicio de Lea. Se atascan los hermanos con el remate. Finalmente, un fallo de Leandro en una bajada de pared entrega el break (1-2).
Las dudas se apoderan del juego de los Del Negro. Son sus peores momentos del partido. Sus rivales, dos expertos cazadores, olisquean la debilidad, detetan el desfallecimiento y quieren aprovecharse de ello. En el quinto juego, amenazan el saque de Lauty. Schaffer es quien remata y abre la oportunidad de rotura. ¡Ahí! celebra Chito con el puño apretado. Lauty es quien volea al medio con mucho filo para evitar el descalabro. Finalmente, los Del Negro salvan la cabeza (2-3).
El sabor del riesgo, el borde del precipicio, el filo de la guadaña agita a la doble L, que en el sexto, equilibran de nuevo el encuentro. Lo hacen con un break al saque de Chito. El argentino de Drop Shot compromete su propio servicio, primero con una derecha que falla y, después, con una doble falta que regala. Finalmente, la cinta frena la última bola que envía el propio Chito. El grito de Lauty, ¡vamos! , sirve de celebración y de liberación (3-3).
El enfrentamiento se queda sin red. Llegados a este punto, cualquier traspié se antoja ya decisivo. Se aprietan los puntos. ¡Vamos carajo! La célebre expresión argentina se reparte a ambos lados de la cinta. El duelo va más allá de la bola. De la cabeza al corazón.
En el undécimo, con el set a un palmo del tie break, los Del Negro esquivan otra vez la derrota. Chito y Germán se abalanzan sobre el saque de Leandro. Dos voleas de Lauty a la red les asoman al abismo. La opción de despeñar a sus oponentes, sin embargo, se apaga cuando Chito envía fuera un globo.
Resuelto el último enigma, se citan ambas duplas sobre el alambre del tie break. Emerge Lauty para apretar desde la red. Lea continúa su maratoniano despliegue. Ambos se distancian al comienzo. Son tres puntos (1-4), un mundo en el duelo a muerte. Pero Germán y Chito son dos supervivientes, dos moluscos expertos ya en resistir adheridos a la roca, impasibles ante la tempestad. Con el 3-6, los hermanos Del Negro acarician la gloria. Pero también ahí surge la reacción de sus rivales para apretar el marcador (5-6).
Es Lea quien saca para tratar de aprovechar ese match ball tras haber desperdiciado dos balas con anterioridad. Una pausa que Lauty aprovecha para buscar la inspiración en la suerte, la complicidad del azar, para convocar a la providencia. Y es que, en situaciones de todo o nada, es frecuente que la razón se oculte y el instinto aflore. Al borde del precipicio, por momentos, los impulsos sobresalen mientras que las ideas languidecen. Cuando ya no hay retorno posible y el desfiladero se empina, el corazón aprieta y el cerebro tiende a ceder protagonismo.
Lea acepta el regalo. Con la bola señalada, el mayor de los Del Negro envía su saque firme, ajustado, a la esquina de Chito. Su resto se marcha directamente fuera. La ventura dicta sentencia. La celebración de ambos fusiona gritos y abrazos. Lauty y Lea conquistan el primero de Vetto Padel (6-4, 5-7 y 7-6).