¡Esto es una película de miedo! El grito de desesperación del marbellí es apenas un síntoma de la batalla interior que está librando. Cayetano Rocafort no sólo compite contra sus rivales. Se opone además a lo que entiende como una conspiración del infortunio.
Cintas, esquinas, mallas. Todo un decorado que intuye en su contra, una terrible confabulación de la providencia que amenaza con ensombrecer su ánimo en plena final de 1ª del Torneo 340 Homes Inmobiliaria.
La central del club Reserva del Higuerón, escenario ilustre de grandes contiendas en este deporte, acoge este trepidante duelo entre dos fabulosas parejas. A Rocafort le acompaña hoy el malagueño Javi Bravo. Es una alianza entre dos Wilson que hace apenas una semana se enfrentaron por la gloria con la red de por medio. Rafa Méndez y José Benavides ceden el paso a los locales (6-2 y 7-6) en semifinales.
Al otro lado, se despliegan el esteponero Nico Moral y el argentino Manu Fernández. Dos Steel Custom de mazo y seda que derrotan en el penúltimo peldaño a Jesús Marquet y Fede Posadas.
El último enfrentamiento es vibrante, con múltiples lecturas, con numerosos relatos encerrados en un espectáculo sublime. Son Bravo y Rocafort quienes imponen su juego con mucha más firmeza desde el principio. En el segundo juego ya disponen de opciones para abrir brecha en el encuentro.
Son tres bolas de break al saque de Nico Moral. La primera la desbarata Manu con un gran amago de remate. La segunda la aborta el propio Nico Hulk al apretar la volea y provocar el error de Bravo. La tercera la evitan al alimón Moral y Fernández con un valiente movimiento en la red que desarma a sus contrarios.

Con el duelo igualado (1-1), los dos Steel Custom sufren al resto para encontrar el hilo del juego. Todo lo contrario que sus oponentes. Más sólidos, más consistentes, con una hoja de ruta claramente trazada. Rocafort mece a sus contrarios por alto mientras que Bravo aprieta firme a ras de red.
En el cuarto, Javi y Caye vuelven a asomarse al balcón del break con dos nuevas oportunidades. Una afiladísima bajada de pared de Manu Fernández y una gran volea de Nico Moral vuelven a impedir el descalabro (2-2).
Los Wilson no concretan las cinco ocasiones de que disponen. Sus rivales, en cambio, no necesitan de tantas. Sensacional, emerge Manu Fernández en el séptimo al servicio de Rocafort. Su juego de tiralíneas, su arrojo y determinación para buscar la red desconcierta a sus oponentes. Nico Hulk, con la pegada oxidada en este comienzo, recupera de inmediato el poderoso esplendor de su padel. Lo hace con una constancia superlativa, un recorrido kilométrico, un trabajo descomunal que le lleva a descolgar envíos y asegurar la red.
Dos passing formidables del argentino abren el camino del quiebre. Lo rubrica el joven jugador con una chiquita que le cita cara a cara con Javi Bravo. El malagueño acaba por fallar una volea cruzada. De esta forma, tras levantar cinco bolas de break, Manu y Nico logran el suyo a tiempo para decantar el primer parcial (3-4).
Lo hace en el décimo. El remate de Moral, ahora sí, recupera su poderío. A su lado, Manu altera el ritmo y combina velocidades. Una preciosa dejada suya echa el telón al primer set (4-6).

Manu Fernández y Nico Moral, a punto de dar la puntilla
En busca de respuestas que expliquen ese primer acto, Bravo y Cayetano rebuscan en los detalles. Sus rivales, en cambio, mantienen el rumbo fijo. Mucho más sólidos atrás, notablemente más contundentes en la red. El esteponero de Steel Custom es un titán que gana metros con paso firme. Busca a Caye por alto para achicarle la pista y arrebatarle la red. Su compañero danza de manera incesante, combinando velocidades de bola y descubriendo maravillosas rendijas.
Bravo y Rocafort no ceden en su empeño. Con todo igualado, en el sexto juego, la dupla malagueña logra un ocasión de break. Es Nico quien se atreve, de nuevo, con la pegada. Caye, atento y rápido, gana en la red. ¡Bien! celebra el marbellí la posibilidad de fracturar el marcador. Pero un globo suyo que se marcha fuera desbarata la opción y mantiene el equilibrio (3-3).
Se aprieta el juego. Cada dupla busca el golpe, unos para provocar el desempate, otros para amarrar el duelo. Caye y Javi salvan en el séptimo una situación complicada con saque propio, un 0-30 que les acerca al vacío. ¡Vamos, vamos, vamos! El grito de rabia del mayor de los Rocafort en el intercambio festeja la superación de ese escollo (4-3).
Poco a poco, la intensidad del encuentro abre un frente más allá de la pugna táctica. Caye y Nico se enfrascan en un duelo psicológico en el que se miden remates, miradas, gestos y gritos. ¡Aquí le pego yo! estalla Rocafort tras materializar un fabuloso remate por tres metros. ¡Cómo lo pego!, responde Nico con la misma brillantez.
Con el espectáculo vibrando en la central de Reserva del Higuerón, los Steel Custom logran su objetivo en el undécimo. El saque de Caye se desploma en el peor momento. Es un 0-40 a un palmo del desenlace. Manu, eléctrico, valiente, una vez más providencial, busca red y presiona a su rival hasta que falla (5-6). El break les abre las puertas del triunfo tras una recuperación colosal.

El saque de Nico debe bastarles para echarle el cierre al encuentro. Pero al otro lado de la red, la categoría de los jugadores que se conjuran deja claro que la empresa no es sencilla. Con Bravo apretando los dientes y Cayetano en ebullición, ocurre algo inédito en el encuentro. ¡Valiente, tío, valiente! El diálogo del marbellí radiografía el duelo. El paso adelante de Rocafort y de su compañero lo culmina el primero con una gran volea y abre tres oportunidades de devolver el break.
Cuando la cinta desbarata la segunda ocasión, explota el Wilson de Marbella. ¡Esto es una película de miedo! Es la voz de la tormenta interior, la expresión de quien con 30-40 toma conciencia de que compite contra algo más que dos fabulosos rivales. Aunque lo cierto es que el azar no es más que una mera distracción. La verdadera resistencia llega de dos contrincantes formidables que se resisten a ceder la ventaja adquirida.
A la tercera, sin embargo, en pleno arrebato de Javi y Caye, el malagueño filtra una afilada bandeja que muere junto a la malla. La rotura (6-6) provoca algo más que el tie break. Tras haberlo rozado y perdido, sin tiempo para recomponerse, Nico y Manu deben enfrentarse a un duelo sobre el alambre. Y lo acusan. Dos errores consecutivos del argentino (un resto a la red y una bandeja horrible al cristal lateral) y un desajuste por en medio entre el propio Fernández y Moral les hacen perder el paso en el peor momento.
El traspié es suficiente para que Bravo y Rocafort logren su objetivo y se hagan con el segundo parcial (7-6).
Bravo y Rocafort aceleran hasta el triunfo
La doble afrenta, el break en el duodécimo y el tie break, pesa demasiado para la dupla hispano-argentina que se desmorona. El efecto contrario al que experimentan sus rivales, Caye y Javi, que ahora vuelan sobre la moqueta.

Todo ello cobra forma de break en la reanudación del tercer set. Es el saque de Manu el que sucumbe al fenomenal empuje de sus contrarios (1-0).
Ese acelerón desequilibra el encuentro. Manu y Nico Moral tratan de evitar el despegue de sus oponentes y a punto están de lograrlo en el cuarto juego al servicio de Cayetano. Son dos ocasiones de rotura las que disponen para recortar. Ambas las desbarata providencialmente el marbellí. En la primera, tras un remate por tres metros de Moral, gana el punto desde fuera de la pista al meter la bola por la puerta y sacarla por la otra malla. En la segunda opción, Rocafort lo aguanta todo hasta que Manu falla desde la red.
Ese ejercicio de resistencia (3-1) acaba por fundir a Moral y Fernández. En el quinto llega la puntilla. Una ocasión les basta a Bravo y Caye para asaltar el servicio de Nico Hulk. El error de Manu con la volea entierra sus posibilidades en el encuentro. Antes, sin embargo, el argentino se impone con ironía en la pugna de su oponente contra la desventura. ¡Qué mala suerte! grita Manu cuando la cinta evita que pase una dejada suya. Esa imitación de su rival es una broma que conecta con la grada y le aleja ya del encuentro.
La rotura (4-1) es la antesala de un triunfo (6-2) que Rocafort y Javi Bravo alcanzan en el octavo (4-6, 7-6 y 6-2). La pareja malagueña ha logrado descifrar el encuentro para resurgir a tiempo y evitar el descalabro. Garra, oficio y mucha fortaleza ante dos contrarios formidables que, pese a la derrota, han exhibido un nivel sobresaliente en un escenario de renombre.