La contorsión del tronco le permite impulsarse con determinación hacia la bola en busca de su cenit. Un preciso giro de muñeca le da el efecto necesario. El envío, tras tocar en la pared de fondo, se eleva por encima de los tres metros y sale de la pista.
La acción del granadino Peli Espejo encuentra una respuesta a su altura al otro lado de la cinta. Como una exhalación, Pablo Herrera se teletransporta fuera la cancha. Allí, de espaldas a la moqueta, vuelve a meter la bola en pista por debajo de las piernas.
La espectacularidad de la escena desata la ovación del público que disfruta en El Candado de la vibrante final masculina del Torneo ABS 3000 San Miguel 2015, una de las pruebas de referencia del circuito federado andaluz que cumple ya 11 años.
Dos parejas se miden sin reserva alguna para culminar un insólito e innecesario maratón de padel. Sólo el domingo, ambas duplas se ven obligadas a disputar tres partidos en apenas ocho horas, una exigencia incomprensible que ignora las necesidades de los jugadores.
El esfuerzo, la entrega de los protagonistas, sin embargo, da vuelo a una preciosa competición, más allá de los desvaríos federativos.
Son los granadinos Peli Espejo y Javi Ruiz, reyes indiscutibles del padel andaluz, quienes aspiran a confirmar su condición de favoritos tras superar en cuartos a Manu Fernández y Lauty del Negro (6-1 y 6-4) y en semis a Pablo Díaz y Daniel Sánchez (7-6 y 6-3).
Enfrente, los cabezas de serie número dos, una dupla de Málaga (un malagueño y un astigitano afincado en la provincia), un dúo sólido y correoso que muestra su nivel a su paso por el cuadro. Su victoria en cuartos ante Sergio Beracierto y Alberto Franco (6-1 y 7-5), les sitúa ante un doble desafío granadino. Las semis ante Miguel Martín y José Benavides a quienes superan con autoridad (6-3 y 6-4); y la gran final ante los números uno.

Trepidante final masculina en El Candado
El duelo es vibrante desde el principio. Un tiroteo a ras de cinta que aprieta el juego y acelera el ritmo. La única licencia aérea que se conceden en este arranque es la que traza el dúo de Granada sobre la cabeza de Javi Bravo. Por ahí insisten para desplazarle, exigirle, desgastarle y abrirse camino hacia la red. Pero el de Wilson, firme y muy sólido, sostiene el envite.
El arranque de partido radiografía bien el encuentro. Un kilométrico juego, lleno de alternativas, inaugura esta final. Manda con el saque el propio Bravo. Aprietan desde el fondo Espejo y Ruiz. Tres bolas de break amenazan de primeras con fracturar el duelo. La cinta, que ayuda a Herrera, un error con la derecha de Peli y una gran bajada de Javi Bravo impiden el demarraje de los granadinos (0-1).
Lo que no logran Peli y Javi sí lo consiguen, en cambio, sus oponentes. La ocasión de rotura surge cuando Pablo recurre a una poco ortodoxa pero muy eficaz volea de revés para sacar por cuatro metros una bola. Después, en su intento por disipar la amenaza, Espejo aprieta demasiado y falla una volea que entrega su propio saque (1-3).
El fallo no es un hecho aislado. El de Black Crown firma un inicio irregular. Nada que ver con su hilo constante y su trazo seguro de otras ocasiones. Con el servicio propio, Bravo y Herrera consolidan el quiebre (1-4) y se preparan para cerrar la primera manga.
A un paso quedan de ello con 40-30 y saque del astigitano de Lord Padel. La piedad, a este nivel, es un pecado que sale caro. Cara a cara en la red, Javi Ruiz, espléndido todo el encuentro, resuelve por tres metros para poner contra las cuerdas el servicio rival. Después, un remate de Herrera que no despega lo suficiente, lo vuelve a ganar el de Ekys Padel en la cinta.
El quiebre no sólo acorta el marcador (3-4); tiene además un efecto inquietante en el juego de sus oponentes que acusan el traspié y pasan al descalabro.
En el noveno, Ruiz y Espejo culminan su remontada con un nuevo break, el segundo consecutivo. Una portentosa acción de Peli que gana desde fuera de la pista un remate por tres de Pablo Herrera aprieta el marcador. La fabulosa pegada de Javi Ruiz cayendo hacia atrás presiona el saque de Bravo. Finalmente, el propio Peli es quien certifica la rotura con otro remate estratosférico por tres metros (5-4).

Pablo y Bravo tratan de impedir el cierre del set. Oportunidad tienen cuando Javi filtra un fenomenal resto cruzado que provoca el fallo de Ruiz con la volea. Sin embargo, no logran hacer realidad el break. Sus oponentes se anotan el juego para sumar un parcial de 5-0 y abrochar el primer acto (6-4).
El ejercicio de fe de Herrera y Bravo
Pese al contratiempo, Herrera y Bravo no aflojan. Es una dupla que no desfallece. Por más que se incline el camino, el de J3Padel y su compañero mantienen el pulso, una garantía para la competición, una bendición para el espectáculo.
Conscientes de sus armas, Pablo y Javi buscan dominar el ritmo. Con el de Wilson descolgando envíos y afianzando la red, y el de Lord Padel apretando en la cinta e imponiendo la pegada. La fórmula les permite sostener el saque pero al resto les falta filo para conquistar la iniciativa.
Apenas tres puntos para Bravo y Herrera en los seis primeros servicios de sus contrarios retratan bien las dificultades de los locales para mandar cuando no sacan en este segundo set.
En cambio, los de Granada sí rozan el break. Sobre todo en el noveno con saque de Pablo Herrera. Espejo y Ruiz, más agresivos, aprietan desde el fondo y ganan red enseguida. Un remate del astigitano a la red tras un globo estratosférico de Peli sitúa un amenazante 15-40.
Sonríe Herrera tras su fallo consciente de que ha caído en la trampa de su contrario. Emerge, sin embargo, Bravo. El malagueño, imperial, aprieta con la volea y falla un reverso Javi Ruiz. Después, afila desde la red hasta que su compañero cierra por cuatro metros.
Salvadas las dos opciones de rotura, surge una tercera tras un error del de Wilson. No lo convierten en algo tangible Peli y Javi por el fallo de éste con una bandeja (4-5).
Así, el tie break abre la puerta a la resolución de este apretado segundo parcial. Y ahí, en ese terreno resbaladizo, en el desfiladero sin red, Herrera y Bravo se imponen de manera brillante. Un error de Espejo en una víbora y una monumental acción de Pablo que gana desde fuera de pista un remate del granadino, abren un abismo que acaba engullendo a sus rivales.
Con el de Lord Padel en combustión y Bravo afiladísimo, los granadinos ceden en la muerte súbita. El remate a las nubes de Peli Espejo da paso al rugido intenso de Herrera que vuela por encima incluso de sus problemas físicos en uno de sus cuádriceps.
El segundo set cae del lado de los aspirantes (6-7) y da paso a un desempate trepidante por más que el fisio tenga que intervenir para atender al astigitano.

Espejo y Ruiz gestionan mejor el cansancio
A esas alturas, el cansancio es ya notable. La moqueta parece enfangarse en el lado de Herrera y Bravo, aprisiona sus tobillos, les resta velocidad y reduce su despliegue. Lo perciben así al otro lado de la cinta. Javi Ruiz, un portento físico, de juego esplendoroso; y Peli Espejo, hoy menos afilado pero con la brújula intacta para descifrar la ruta del encuentro.
En el segundo juego, el saque de Bravo se despeña. El malagueño se atasca con la volea. Javi Ruiz, en cambio, exhibe su remate y conquista el break (2-0).
La reacción es inmediata. Herrera y Javi asaltan el servicio de Espejo. Pablo lo tapa todo en la red hasta que falla el de Ekys Padel. Después, su dictado en la red acaba cuando Javi Bravo culmina por cuatro metros (2-1).
La pugna, sin embargo, se decanta ya en los detalles. Peli y Javi, desde el fondo, toman el mando e imponen el ritmo. Su gobierno castiga aún más a sus contrarios. Dos acciones del granadino de Black Crown asfixian el saque de Bravo en el sexto.

Primero, con un eléctrico avance en la cinta que le permite imponerse a Herrera. Después, con un fabuloso paralelo que abre pista a su compañero para que cierre con el remate. Ese 15-40 acaba convirtiéndose en una nueva rotura gracias, otra vez, a la pegada de Javi Ruiz (4-2).
Pese a la resistencia de sus rivales, el quiebre resulta ya definitivo. Los favoritos certifican su victoria con saque propio (6-3). El triunfo corona a la mejor pareja del padel andaluz que, hoy, se ha visto exigida por una dupla formidable llena de fe y coraje en El Candado.