Sí, en efecto. Es mi profesor de padel en Málaga. Desde hace ya varios meses. Y queda constancia así desde la primera línea de este texto que no pretende ser un análisis objetivo sobre un profesional de la enseñanza del padel. En absoluto. Lo que ahora estás leyendo es la visión de quien se sitúa cada semana al otro lado de la red, de quien recibe sus indicaciones, de quien obedece sus instrucciones, de quien aprende, se frustra, comparte y disfruta.
No es, por tanto, un informe preciso sobre el desempeño de uno de los exponentes, magníficos, que tiene esta profesión en Andalucía y en toda España. No es un texto promocional sobre su Escuela de Padel en Málaga. Es, simplemente, un relato de mi experiencia con David López Alcántara.
Y podría empezar por hablar de su preparación, de sus 10 años de experiencia como profesor de padel en Málaga, de su titulación por la FEP. Podría destacar su permanente empeño en reciclarse junto a los mejores (con cursos impartidos por profesionales como Miguel Sciorilli). Podría optar por detallar su palmarés de competición, sus títulos en veteranos (actual número 1 del ranking andaluz de +45, campeón del último Master de Andalucía, por ejemplo). De sus actuaciones en absoluto, o de los triunfos en un sinfín de torneos de club.
Todo ello serviría de sobra para diferenciar a este malagueño de 45 años de los tirabolas que tratan de abrirse paso en este sector con más voluntad que conocimientos. Porque, en efecto, David López Alcántara es un profesor de padel en Málaga. Con formación y experiencia. Como tantos de los que se dedican a enseñar este bendito deporte.

Sin embargo, no son esas las únicas cualidades que me mantienen en mi posición, en esa esquina derecha de la pista, en aquel rinconcito entre dos paredes de cristal que defiendo con más corazón que pulmones.
Junto a su carro de bolas, David gesticula, corrige, aplaude, anima. Mide cada pelota tanto como cada palabra. Al otro lado de la red, lo que llegan son mucho más que simples bolas. El esfuerzo en cada golpe es elevado. No resulta sencillo tratar de devolver todo aquello que me envía. Honestidad. Profesionalidad. Confianza. Pasión.
David tiene método y vocación. Ofrece compromiso y empatía. Una clase suya no son 60 minutos. Trasciende el tiempo. Hay una misión, con objetivos, retos, obstáculos y mucho trabajo. Hay una reflexión. Hay una enseñanza. La única rutina es el esfuerzo y la diversión. El resto varía. Ejercicios convencionales con prácticas novedosas. Siempre aprendiendo. Siempre enseñando.
Porque David López Alcántara es alguien que vive el padel y te ofrece vivirlo. Así lo transmite en cada gesto, en cada ejercicio, en cada clase. Te exige. Sí. Y te acompaña. No te abandona en esa travesía. Te empuja, te alienta, te anima, te señala el camino. Siempre con esa mirada franca que sólo son capaces de sostener quienes únicamente ofrecen verdad.

Insisto. Este es el relato de la experiencia propia. No es que no haya otros profesionales del padel en Málaga que merezcan tal reconocimiento. Todo lo contrario. Muchos son los guardianes del hermoso legado del padel. Apóstoles que extienden esta fe por toda la península.
Pero, frente a mí cada semana, es David quien me muestra valores que elevan este deporte. Porque, en verdad, su honestidad te compromete. No puedes engañarle. Y lo he intentado. Él te sitúa frente al espejo, te muestra quién eres y te ayuda a decidir quién quieres ser. Tu mentira, al descubierto.
Mi espigado profesor te regala fe en cada palabra. Te enseña a confiar. En él, en su método, en sus conocimientos; pero también en ti mismo, en lo que puedes ser capaz de conseguir; e incluso en los rivales. Confianza en que tus adversarios darán el máximo por derrotarte y tú tendrás que responder a la altura.
Así, una vez a la semana, acudo a mi cita en la Escuela de Padel de David López Alcántara. A los pies de la Estupa Budista y junto al Campo de Hockey de Benalmádena. Es un coqueto rincón en el que el tiempo se detiene y la asfixiante rutina del día deja paso a los sueños. Porque allí, en realidad, vamos a soñar. Y David no interrumpe el momento; lo refuerza, lo prolonga, lo extiende hasta la siguiente sesión. Un verdadero alquimista de ambiciones utópicas y fantasías efímeras que se contagia de nuestros anhelos.
Tranquilo, no te voy a recomendar que vayas a sus clases. Podría hacerlo. Argumentos me sobran. Hay trabajo táctico, técnico, físico. Hay una minuciosa preparación de sus entrenamientos. No hay interrupción alguna durante la sesión. Hay respuestas siempre para todas las preguntas. Hay calor humano, cercanía pero también exigencia. Pero, repito, no, no voy a venderte sus clases.
Como te dije al inicio, es sólo un desahogo, una expresión de lo vivido y, también, un reconocimiento a quien tanto ofrece. David López Alcántara, ese Profesor de Padel en Málaga.
Escuela de Padel David López Alcántara
Lugar: Pistas municipales del Campo de Hockey de Benalmádena.
Niveles: iniciación, perfeccionamiento y competición.
Contacto: 610 74 61 22.