Ni Premier Padel 2.0, ni circuito de la excelencia, ni paraíso de la libertad. La creciente tensión con la Asociación de Jugadores Profesionales PPA ha llevado al circuito catarí a mostrar el rostro que se oculta tras la propaganda.
Hasta ahora, había quedado claro que Premier Padel tenía aversión a la autocrítica. Ahora, el último movimiento realizado descubre el rechazo que a la entidad de Al-Khelaifi y Carraro le provoca la discrepancia.
Ha sido oír hablar a la PPA de conceptos como “libertad para los jugadores”, “ranking único” y calendario unificado”, y el circuito catarí ha saltado como un resorte.
Lo ha hecho con una carta remitida a los deportistas en la que deslizan algunas amenazas con un sutil aroma a chantaje.
«El cambio en la gestión de la PPA ejecutado personalmente por los Directivos de la PPA es de tal magnitud que lleva a poner en riesgo todo lo construido hasta la fecha», apuntan en el escrito del circuito catarí en el que advierten de que patrocinadores y promotores “están cuestionando su continuidad en el proyecto e incluso su relación comercial con determinados jugadores de pádel”.
El escenario de la polémica
Tanto Marca como Relevo desvelaron ayer esa carta que Premier Padel ha enviado a los jugadores. La misiva se enmarca en un creciente clima de tensión en la relación entre el circuito y la Asociación de Jugadores Profesionales PPA, sobre todo, a raíz del cambio en la Junta Directiva y el aterrizaje del nuevo CEO, Carlos Alonso.
El episodio ocurrido en el P1 de Dubai sirve para ilustrar el contexto que atraviesa la comunicación entre Premier y el colectivo que representa a los jugadores.
Dos deportistas, a título individual, Ramiro Moyano y Juan Cruz Belluati, dirigieron sus críticas directamente hacia Premier y la FIP por las difíciles condiciones de juego que tuvieron que afrontar en el emirato, con elevadímas temperaturas. La queja es recurrente y, en varios momentos de la temporada, ha sido escuchada en el colectivo.
En Dubai, la iniciativa de estos dos jugadores espoleó a la PPA que, horas más tardes, se sumó al reproche público con un comunicado en el que, a partir del detalle (las protestas por las condiciones de juego), pasó a elevar la bandera que ondea como causa principal del colectivo: tener voz en las principales decisiones del circuito que afectan a la configuración del calendario, la posibilidad de un ranking único que sirva para todos los circuitos, una programación deportiva unificada que permita a los jugadores elegir con libertad dónde jugar,…
La nota, que no obtuvo eco alguno de los jugadores, ni siquiera de los que forman la Junta Directiva, fue defendida por el nuevo responsable ejecutivo de la PPA, Carlos Alonso, en una diversa gira mediática que le llevó a Marca, Relevo o al programa de radio Esto es Pádel, de Capital Radio.
Premier optó en un inicio por no confrontar de forma directa. Mandó al organizador del torneo de Dubai a responder con un duro comunicado y, después, por detrás, filtró a Marca y Relevo su descontento. Los dos mensajes, tanto el del promotor dubaití como el del propio circuito apuntaron al mismo objetivo: la PPA y su nuevo CEO.
Ahora, en la carta enviada a los jugadores, el circuito de Al-Khelaifi y Carraro refuerza su discurso, subraya la diana sobre el directivo recién llegado y sitúa a los deportistas en una encrucijada: desautorizar al CEO, desmarcarse de él, aparcar sus aires de libertad y volver al redil de la obediencia; o dar un paso al frente, situarse bajo el foco y confrontar con la organización de QSI y la FIP.
Claves del mensaje de Premier: diana, aviso y chantaje
La carta enviada por Premier Padel a los jugadores desvela las claves en las que se maneja el circuito catarí en este conflicto.
Diferencia entre CEO y jugadores
El circuito hace una diferencia interesada entre el CEO de la PPA, Carlos Alonso, y los jugadores. «Queremos insistir que PP (Premier Padel) no ve responsabilidad alguna de los jugadores en las actuaciones que generan esta carta, sino únicamente la circunscribe a dichas dos personas», en referencia a Alonso y al asesor del colectivo.
El 26 de junio, la Asamblea de la PPA eligió nueva Junta Directiva, vigente hoy, con Álex Ruiz, de presidente; Martín Di Nenno, de vicepresidente; y Fede Chingotto y José Antonio García Diestro, de vocales.
Con ellos, se incorporaron el propio Carlos Alonso, en calidad de Responsable de Estrategia y Negocio, y José Luis López, ex-World Padel Tour, como Director Deportivo.
Hasta entonces, salvo algún escarceo menor, la sintonía de la asociación y el circuito era plena. Financiada en gran medida por Premier Padel, la PPA apenas daba problemas pese a las deficiencias y errores que exhibía el llamado tour de la excelencia. No era extraño. Cabe recordar que el papel capital que jugó el ente colectivo en la caída de World Padel Tour. La beligerancia exhibida por la asociación liderada por jugadores como Ale Galán, Paquito Navarro o Fernando Belasteguin, dio paso, logrado el vuelco, a un periodo de calma y docilidad.
De hecho, culminado el golpe de mano, los actores principales de la PPA que lo propiciaron se retiraron de la primera fila. El cambio de directiva, con la pérdida de presencia de jugadores en puestos directivos, podía insinuar un mayor control por parte de Premier Padel. No ha sido así. Todo lo contrario. El CEO fichado, sin llegar a niveles anteriores, ha personificado una reactivación del espíritu reivindicativo del colectivo que busca cumplir un objetivo que pareció aparcado: decidir en su deporte.
A Premier Padel no le ha gustado este giro que ha llevado a la PPA, de ser un organismo al servicio de la causa para acabar con lo que, en su momento, consideraron un monopolio (World Padel Tour); a convertirse hoy en un elemento disidente que pretende evitar que se replique el error (con la FIP y el circuito de Qatar Sports Invesment).
La distinción intencionada que realizan desde Premier Padel entre el CEO y los jugadores de la PPA busca darle una salida a estos últimos, una suerte de llamamiento de que están a tiempo de plegar la bandera de la libertad, dejar caer al CEO y volver al redil.
“Parece que la única preocupación actual de los Directivos de la PPA es cambiar el modelo. Los Directivos de la PPA constantemente lanzan mensajes de que la PPA (o quizás ellos personalmente) deben tomar el control de todo el deporte del pádel (del modelo de negocio, de la estructura del tour, de los torneos, del ranking, del calendario, de las normas deportivas, etc)”, refleja Relevo.
El miedo disuasorio
Premier Padel conoce bien el poder que tienen los jugadores. Se sirvió de ello para desestabilizar a World Padel Tour. Y ahora ha empezado a padecerlo.
El pasado mes de junio, cundió el pánico en el circuito catarí. La amenaza de plante de los jugadores al P2 de Génova, puro territorio Carraro, llevó a la organización a anunciar Premier Padel 2.0. En un teatrillo apresurado durante el Major de Roma, el circuito catarí anunció nuevos nombramientos y propósitos de enmienda, todo ello disfrazado de mejoras y evolución. Con aquel bandazo, pretendió ganar tiempo.
Los jugadores, sobre la bocina, levantaron el pie, aceptaron las promesas y jugaron aquel torneo en Italia. Pero el circuito tomó nota.
Ahora, en lugar de nuevas promesas, opta por claras amenazas. “El cambio en la gestión de la PPA ejecutado personalmente por los Directivos de la PPA es de tal magnitud que lleva a poner en riesgo todo lo construido hasta la fecha”, explica en su carta.
Hasta el punto de que no dudan en utilizar el nombre de algunas firmas comerciales. “Es de tal gravedad la situación, que tanto algunos de los principales socios de PP (en concreto, Bullpadel, Wilson y Qatar Airways) como promotores relevantes (Roland Garros, México y Madrid) están cuestionando su continuidad en el proyecto e incluso su relación comercial con determinados jugadores de pádel”, relata Alvar Madrid en Relevo, citando el escrito de Premier Padel.
De las palabras del circuito, de ser ciertas, se desprende un mensaje intimidante: los mencionados patrocinadores podrían romper con algunos jugadores si continúan el rumbo marcado desde la PPA. Es decir, o renuncian a las aspiración que hay tras “ese cambio en la gestión”; es decir, se olvidan de conquistar más peso y espacio en la competición profesional, de tener libertad para elegir, de participar en la configuración de un calendario unificado que aglutine a todas las competiciones con un raking único; o serán castigados incluso por sus propias marcas.
La amenaza sobrevuela una frase que fuentes de la PPA deslizaron en Marca el 8 de noviembre, a raíz del asunto del calor en Dubai: “Premier Padel no es el único escenario”. La asociación quiso marcar distancia con el circuito hegemónico (“La PPA no es Premier Padel”) y confirmó el rumbo emprendido de abrir la puerta a todos los jugadores de todos los circuitos y competiciones.
Premier Padel sabe que una fisura así puede provocar el descalabro del navío si no se ataja a tiempo, como comprobó, tarde, World Padel Tour. Y busca ponerle remedio con una contundencia intimidante.
Atrás quedan los cantos a la libertad
“Queremos que haya libertad y profesionalismo para los jugadores”.
Todas estas declaraciones han salido de una misma persona: Luigi Carraro. El entonces presidente de la Federación Internacional de Pádel y hoy, además, vicepresidente de Premier Padel defendía hace dos o tres años la apertura del pádel profesional en contraste con “el monopolio” que representaba World Padel To,ur y que habían denunciado varias veces ante la Comisión Europea.
Eran tiempos en los que se podía escuchar al dirigente italiano afirmaciones como esta: “que la FIP y la PPA lideren este deporte, y para ello buscando el mejor partner, que es QSI”.
Hoy, devorado el adversario y con las riendas en la mano, la careta ha caído al fin.
“Parece que la única preocupación actual de los Directivos de la PPA es cambiar el modelo. Los Directivos de la PPA constantemente lanzan mensajes de que la PPA (o quizás ellos personalmente) deben tomar el control de todo el deporte del pádel (del modelo de negocio, de la estructura del tour, de los torneos, del ranking, del calendario, de las normas deportivas, etc)».
La unión y la libertad de elegir, aquello que sirvió de proclama en la ofensiva contra el circuito caído, son hoy dos incómodas ilusiones que desde Premier Padel quieren enterrar a través del miedo. “En estos seis meses únicamente se ha generado tensión y el mundo vuelve a intuir un potencial riesgo en el pádel y se empiezan a «recordar» situaciones ya vividas en el pasado y que fueron la causa de la falta de desarrollo profesional del pádel en comparación con otros deportes”.
Para Premier Padel, que debilitó a su adversario gracias al conflicto y la tensión que ahora rechaza, este primer gran pulso con los jugadores es de vital importancia.
Los jugadores, en la encrucijada
El comunicado que la PPA publicó en su web el pasado 6 de noviembre y difundió en sus redes sociales, sobre las “peligrosas condiciones de calor extremo en el P1 de Dubai”, no fue replicado por ninguno de los jugadores.
Ni el presidente, Álex Ruiz, ni el vicepresidente, Martín Di Nenno, ni ninguno de los deportistas que forman parte de la directiva. Tampoco el resto de jugadores se sumó al reclamo, ni siquiera en solidaridad con lo manifestado por Moyano y Belluati.
El único pronunciamiento que se escuchó fue el que hizo el jugador Mike Yanguas en una entrevista en Marca: “A principio de año mis padres me dijeron que intentase evadirme de polémicas o de cosas que no dependen tanto de mí. Luego creo que hay cosas que se sacan un poco fuera de contexto ciertas cosas. Hay aspectos que quizás deberían solucionarse más internamente, que no se haga un escándalo, porque creo que todos queremos lo mejor para todos. Igual se debería poner, no sé, un protocolo de reuniones o algo. Todos queremos el mismo rumbo, que los torneos estén bien, que las condiciones sean los mejores… llevamos una semana con torneos que están haciéndose muy bien, Dubai lo estuvo pese al calor, este de Kuwait podría ser un Major, Doha fue espectacular… En fin, hay que ser positivo y establecer unas pautas sin hacer escándalos”.
Todo lo contrario a un respaldo el del granadino, que nunca habló así cuando la polémica giraba en torno al circuito de Damm.
Esa diferenciación intencionada que Premier Padel realiza entre el CEO (y el asesor) y los jugadores responde a la estrategia de ahondar en la idea de que el directivo va por libre y no cuenta con el respaldo de los deportistas. El silencio de los jugadores valida esa idea.
El propio Carlos Alonso, en su intervención en el programa Esto es Pádel, desveló que su figura no era bienvenida en el circuito, restó importancia al hecho y puso el foco en la reivindicación de los jugadores no en quien porta la bandera.
Sin embargo, la deriva de los acontecimientos con esa carta enviada desde Premier Padel requiere, ahora sí, de una clara respuesta de los jugadores.
Por un lado, un miembro de la directiva de la PPA ha sido atacado por el circuito. Por otro, se han deslizado advertencias y amenazas que afectan incluso a los contratos comerciales de los deportistas con sus marcas. El presidente de la Asociación y el resto de miembros de la misma están obligados a pronunciarse. Y no solo ellos. Los anteriores componentes de la directiva de la PPA, piezas fundamentales para el surgimiento de Premier Padel, también tienen el deber de defender lo que reivindicaban para el cambio.

Sobre todo, porque, aunque el circuito apunte al CEO, en realidad, lo que pone en cuestión es toda una aspiración: la libertad del deportista y el final de las prácticas monopolísticas en el pádel profesional.
La FIP, desde hace tiempo, no se comporta como una federación. La alianza construida entre Carraro y Al-Khelaifi a golpe de talonario no admite injerencias en lo fundamental. El negocio que emana del deporte les pertenece.
Los jugadores deben elegir, como colectivo, si quieren ser algo más que un mero atrezzo. Su actuación demostrará si, de verdad, son un colectivo con conciencia de ello.
Hay dudas de ello. El presidente de Premier Padel España, Joan Cuscó, en una entrevista en Mundo Deportivo, habla de la relación con los jugadores: “Hablamos con los jugadores constantemente, intentamos saber qué piensan y saber si hay algún problema. Vemos los eventos en macro, pero hacemos un microanálisis más personal para saber exactamente qué está pasando y qué es lo que les gustaría. Por ejemplo, Barcelona es una muy buena oportunidad para estar más cerca de ellos, porque solo van los del top-16”. La prioridad es clara: estar más cerca del top-16 es estar más cerca de los jugadores…
En la encrucijada en la que están hoy, los deportistas solo tienen dos opciones: o sacrifican al CEO, le imputan un desvarío y pliegan velas, lo que les situará en una posición de absoluta debilidad que prácticamente sentenciaría la PPA; o respaldan al dirigente y demuestran que la bandera que ondea es de todos ellos.
En juego hay mucho más de lo que parece. Para empezar, la respuesta a una pregunta que lleva tres años en el aire: cambiaron por futuro o solo por dinero.