El inicio resultó un espejismo. Tres errores consecutivos al saque regalaron tres bolas de break en el juego que abría el partido. Jesús Marquet, con un remate y una volea fallada, y Fede Posadas, que no pudo levantar una pelota cruzada de su rival, se asomaron al borde del abismo nada más comenzar su trayecto en la final masculina de la 5ª prueba del Circuito Andaluz de Pádel, disputada en las instalaciones del Club Deportivo Calderón.
A Willy Ruiz y Sergio Beracierto, el regalo les cogió fríos. No esperaban semejante oportunidad en la cuarta bola del partido. Ni ellos ni nadie. No aprovecharon ni una de las tres oportunidades de que dispusieron para romper el saque de Posadas. Fue el propio jugador argentino el que levantó su servicio desde la red con un repertorio de magníficas voleas que le sirvió para superar el apuro y cerrar ese primer juego (1-0).
Beracierto y Willy empezaron muy fuertes, con ritmo, firmes. Respondieron rápido con un juego en blanco (1-1) que anticipaba un break en cualquier momento. Pero no llegó, al menos, no para ellos. Marquet y Posadas se recuperaron del mal comienzo y empezaron a desplegar su pádel. Fede aprovechó las dudas de Beracierto por arriba, en parte, provocadas por el molesto viento a ráfagas que azotaba la pista. Jesús Marquet, en cambio, logró borrar el rastro de los errores iniciales y comenzó a apretar cada bola que le llegaba con la agresividad que caracteriza su juego. Así llegó la rotura del saque de Willy, un juego en blanco sustentado en dos errores de Beracierto y una formidable serie de voleas de Posadas (3-1)
¡Vamos, Willy, vamos!, gritó entonces Sergio, a modo de arrebato en un intento por ahuyentar sus propias vacilaciones y, de paso, por recuperar el juego de su compañero, demasiado errático y fallón.
Y aunque a punto estuvieron Jesús y Fede de lograr una nueva rotura al saque de Beracierto en el sexto juego (llegaron a disponer de una bola de break que salvó el propio Sergio con una gran volea); tampoco les hizo falta pues el quiebre ya conseguido les bastó para anotarse la primera manga por 6-3.
Ocasión perdida
En el segundo set, Marquet y Posadas tuvieron una inmejorable ocasión de encarrilar el partido tras lograr un break al saque de Willy Ruiz, que jugó horrible ese tercer juego, con errores imperdonables con su volea en la red (2-1). Jesús y Fede, tal como había ido el encuentro, tenían al alcance de su pala la oportunidad de cerrar el partido. Les hubiera bastado con mantener la misma consistencia al servicio que habían exhibido hasta el momento.
Salvo en el arranque del partido, Willy y Beracierto habían sido incapaces de presionar el saque de sus adversarios. Sin embargo, en ese cuarto juego, crucial para el desarrollo del encuentro, ambos se fueron arriba. Willy apretó en la red y redujo errores. Sergio disipó su incertidumbre, ganó consistencia por alto y afiló su pádel. Así lograron un break que a punto estuvo de escapárseles con un 0-40. ¡Vamos, uno!, gritaba Beracierto cuando Willy falló la primera de las oportunidades al restar mal; una expresión que seguía vigente cuando Marquet remató contra Willy tras un mal resto de Sergio, y que perdió el sentido con otro fallo al resto del propio Willy. Dos oportunidades más necesitaron para la rotura de saque que llegó, por fin, con una tremenda bajada de cristal de Beracierto que Fede voleo a la red (2-2).
Ese nuevo break alteró el guión por completo, dibujó un partido diferente en el que el duelo Beracierto – Posadas cambió su inclinación. Mientras Sergio apuraba su paciencia, trabajaba más los puntos y elegía mejor por alto; Fede, en cambio, veía disminuir la eficacia de su juego al mismo tiempo que su despliegue físico. Ello dio como resultado una nueva ruptura de saque en el sexto, con servicio de Posadas (2-4).
Para culminar el dominio rival, un nuevo break al saque de Marquet certificó el 2-6 del segundo parcial, y dejó todo por resolver para el tercero.
Marquet y Fede frenan la caída
Se les escapaba el partido a Jesús Marquet y Fede Posadas. De la posibilidad de abrir brecha con su servicio para anotar un 3-1 en el segundo set, pasaron a encajar un parcial de 0-6. Seis juegos consecutivos que sirvieron para colocar a Willy y Sergio con un 0-1 en la última manga y una inercia arrolladora que parecía conducirles directamente hasta la victoria. No obstante, Fede, con su saque, y Marquet tiraron de casta, lograron detener la hemorragia, recuperaron sensaciones y se anotaron el empate (1-1).
A partir de ahí, ambas parejas se dieron un respiro, afianzaron su saque a la espera de encontrar una oportunidad para el mazazo final. Sobresalió en ese tramo Sergio Beracierto que desplegó un pádel soberbio, inteligente, incisivo. Ganó su duelo con Fede, y martirizó a Marquet con el revés paralelo. Fue este golpe, precisamente, el principio del fin de un break en el octavo juego que Willy rubricó con un remate que sacó la pelota por cuatro metros (3-5).
El break al saque de Marquet parecía definitivo. El servicio de Beracierto debía cerrar un encuentro que parecía agotarse. Pero ni él ni Willy jugaron bien el que podía ser el último juego. Ruiz volvió a marrar una volea de revés y Sergio protagonizó tres errores, entre ellos, una bajada de pared que sirvió para entregar a sus oponentes el break (4-5). Marquet y Posadas consiguieron después empatar (5-5). Habían vuelto a la vida.
Pero ahí, en el momento clave, emergió la determinación de Willy y Beracierto. Primero, solucionaron con solvencia el saque del primero. Y después, se lanzaron a por el servicio de Marquet. Falló éste una volea en el punto inicial, error que devolvió Willy de la misma manera. Aunque después, él y Sergio defendieron con el alma un punto que acabó fallando Fede con todo a favor. Otro error de Jesús regaló la primera bola de partido a sus rivales que no aprovecharon por un fallo de Beracierto. No ocurrió lo mismo con la segunda. Un tremendo paralelo de Sergio atravesó a Marquet por su revés para gozar del segundo match point. El propio Beracierto coronó su actuación con un punto enorme que puso fin al juego (5-7).
Se proclamó así campeona esta dupla que tuvo que recomponer su pádel frente al empuje y clase de sus adversarios.