La juventud frente a la experiencia. La edad les separa. El oficio, la veteranía y, por supuesto, el pádel. Cara a cara, dos tiempos distintos en la final de 1ª masculina del Open de Pádel Primavera en La Quinta de Antequera.
Sergio Beracierto y Sergio Contreras conjugan en presente. Su historial les abre paso. Su juego impone respeto. Su clase despierta admiración. Al otro lado de la red, Momo González y Lauty del Negro sueñan en presente pero hablan en futuro. Anticipan promesas que esperan cumplir pronto.
La doble S se exhibe y arrolla en semifinales a la dupla de la Axarquía formada por José Calet y José Olmedo (6-0 y 6-1). Sus rivales, en semifinales, protagonizan un partido agónico, brindan un triunfo épico ante un pedazo de la historia del pádel malagueño: Miguel Doncel y José María Peñafiel (7-6, 4-6 y 5-7). Lauty y Momo conquistan así su lugar en la gran final, un objetivo que no consiguen Cayetano Rocafort y Gonzalo Rubio al recibir un W.O. ante esta joven pareja por un retraso excesivo de su partido (el marbellí y el sevillano estaban jugando la semifinal en el Open de Pádel a40º en Pinos del Limonar).
El último encuentro se decanta pronto. Un parcial de 3-0, con un break en el segundo juego al servicio de Momo, inclina rápido la final del lado de Contreras y Beracierto. Lauty reacciona e intenta aprovechar su pegada. El partido es a las 16.45h, con un calor intenso, y las pelotas Head, nuevas, vuelan con facilidad. De esta forma, y con Momo firme en la red, las dos promesas aguantan el pulso en adelante.
El problema es que no exigen a sus rivales. No lo suficiente como para llevarles a su terreno. El ritmo lo marcan los dos Sergios. Ora aceleran y aprietan para ganar en la cinta, ora duermen el juego. Es el manual de la experiencia el que dicta el guión.
Lauty y Momo no presionan al resto. La consistencia de sus adversarios y su propia imprecisión desde el fondo impiden cambiar el rumbo del primer set. Es en el noveno juego cuando más cerca están del break. El único en el que apuran a sus oponentes. Un remate de Contreras que se queda en la red les abre la puerta a la posibilitad de conquistar el servicio rival. Sin embargo, malogran la única oportunidad de que disponen. Beracierto y Contreras levantan el muro en la cinta y evitan la sorpresa. Un resto a la red del joven jugador de Padel Goo!! cierra la primera manga (6-3).
Momo y Lauty resisten hasta el final
En la reanudación, Beracierto y Contreras asestan de inmediato el segundo golpe. No quieren sobresaltos. Tienen otra final que disputar un par de horas después y pretenden liquidar el encuentro en dos sets.
Varias imprecisiones de Lauty, en especial con la volea, conceden dos pelotas de break. Un precioso passing en paralelo del jugador de Wilson sobre su rival sustenta el punto que les sirve para encarrillar el partido con la primera rotura del segundo set (1-0).
Mordida la presa, los dos experimentados depredadores dejan que las víctimas se revuelvan mientras controlan sus movimientos en espera de que agoten sus fuerzas.
Momo y Lauty le buscan las vueltas al partido. Tratan de mover a sus rivales. Voleas al fondo y dejadas. Bandejas profundas y pegada. Sin embargo, son sus propios errores los que frustran cualquier reacción. Dos fallos idénticos de Lauty (saque y volea a la red) conceden dos nuevas ocasiones de break con su servicio. Sus oponentes se confían y no cierran ese quinto juego. Los dos jóvenes se revuelven y evitan el desastre (3-2).
Su esfuerzo, a esas alturas, es encomiable. Lauty y Momo compiten contra dos colosos del pádel malagueño. No se rinden. Sufren. Padecen. Crecen. Disfrutan. Disputan el partido en un escenario que alberga al mismo tiempo una prueba federada de Menores. Ocupan un lugar que concentra las miradas, las aspiraciones, los sueños de todos esos niños y niñas que les animan desde las gradas. Mientras buscan la victoria, les señalan el camino.
Pero lo cierto es que, con su saque, Contreras y su compañero de Steel Custom son inaccesibles. Momo y Lauty no aciertan a robarles la iniciativa. No encuentran la grieta en un juego sólido y efectivo que les tiene maniatados. Aún así, los dos jóvenes mantienen el paso en el marcador. Se resisten a la derrota. Ni siquiera cuando en el décimo juego, sus contrincantes tienen dos bolas de partido al servicio de Lauty. Es el propio Del Negro quien salva la primera con una afilada volea que muere a los pies de su rival de La Capellanía. El segundo match point es un tributo a la osadía, a la temeridad, al temple. Con la guillotina sobre el cuello, Momo recurre a su magia y se juega una dejada hipnótica que duerme la bola en campo contrario. Lauty y su compañero de Babolat se anotan el saque y se mantienen en el partido (5-4).
Sus propios errores son los que acaban por sacarles. Cuatro consecutivos, dos de Lauty y dos de Momo entregan en blanco el saque de Contreras y dan la victoria final a sus rivales (6-4).