A sus 37 años, este gladiador del pádel sigue mirando hacia lo más alto. Ambicioso, competitivo, luchador, Seba Nerone no se conforma con un papel menor en el circuito World Padel Tour. «Por ahora, nos mantenemos en cuartos de final, hacemos alguna que otra semi, pero la verdad es que nuestro objetivo es llegar un poco más arriba».
Lo explica a Padelazo este argentino de Buenos Aires, hincha incondicional del Atlético de Madrid, que mantiene la diana ubicada en la misma meta que se marcó al inicio del año. «La temporada ya va por la mitad y, si bien, nosotros estamos luchando por los puestos de vanguardia que es donde queremos estar, intentar llegar a la pareja cuatro; ahí vamos, con resultados dispares».
En las vitrinas del pasado año almacena Seba Nerone los tres títulos que logró en esa última temporada del Padel Pro Tour, junto al subcampeonato del Master final. Todo ello con Sanyo Gutiérrez como aliado. En 2013, sin embargo, en su vuelta junto a Gaby Reca, las semifinales han sido su techo por el momento.
A Coruña, Santander y Málaga han sido los tres únicos escenarios que han visto a Seba Nerone y Reca este año pisar el penúltimo peldaño de la escalera hacia la gloria. En todos ellos, Pablo Lima y Juani Mieres han ejercido de verdugos y han truncado su carrera.

«Tanto (Juan Martín) Díaz y Belasteguin como Lima y Mieres me parece que hoy se encuentran un escalón por encima del resto». Lo sabe bien el guerrero de Varlion que también ha sido víctima este año hasta en tres ocasiones, todas en cuartos de final (Cáceres, Madrid y Castellón), del inabordable juego de Bela y Juan Martín.
Sin embargo, son las derrotas ante Maxi Grabiel y Miguel Lamperti, Maxi Sánchez y Sanyo Gutiérrez (por dos veces) y, sobre todo, Ramiro Moyano y David Gutiérrez (¡en primera ronda del torneo de Sevilla) las que más le preocupan, las que trabaja para evitar.
Seba Nerone aspira a elevar el juego en el World Padel Tour
Para ello, necesita, junto a su compañero, «mantener un nivel más alto, un ritmo más exigente durante más tiempo de partido». Lo dice Seba Nerone, en especial, por el encuentro de cuartos de final ante Maxi Sánchez y Sanyo en el Puerto de Santa María; los cuartos de final ante Lamperti y Grabiel en Málaga, y las semis, también en Málaga, contra Mieres y Lima. En todos ellos, perdieron los tres primeros sets por 6-2 en apenas 20 minutos. «Son cosas que no se pueden escapar si quieres aspirar a algo más serio. Tenemos que entrar bastante más concentrados, no nos pueden seguir sorprendiendo».
Sabe el argentino que este tipo de ventajas, a ese nivel, son casi imposibles de recuperar. «Llega un momento en que parece que nos tienen que dar un cachetazo para que arranquemos», asegura Seba Nerone quien, pese a ello, protagonizó en Málaga una reacción prodigiosa en el segundo set ante la pareja número dos del ranking WPT, un espectáculo soberbio que, si bien no les llevó al triunfo, sí elevó el pádel visto en el Palacio Martín Carpena.
«Fue lo mejor de la temporada hasta ahora», reconoce el jugador argentino que, ni siquiera con ello, abandona su discurso autocrítico. «Pero Lima y Mieres juegan a ese ritmo los tres sets y nosotros pudimos jugar a ese ritmo un set y el principio del tercero».

En cualquier caso, la sensación es que Gaby Reca y Seba Nerone van a más (las tres semifinales han llegado en los últimos cinco torneos) y se preparan para asaltar su objetivo en el segundo tramo de una temporada especial, en la que, después de un paréntesis de seis años, vuelve a competir junto al argentino-francés de Bullpadel, con quien fue número uno del circuito de pádel profesional.
«Tenemos una relación bastante más adulta; una buena relación, fuera de la pista también», explica el de Buenos Aires que le da mucho valor a ese entendimiento en la pista. «Eso significa que cada vez que entras a la pista, entras a luchar con alguien que sabes que está al lado de ti y, ganes o pierdas, te va a seguir aguantando».
¿Hasta cuándo? En lo personal, Seba Nerone no se pone fecha. «Es muy difícil ponerse fecha, va en la ambición que tiene cada uno… y en el disfrute». Lo dice antes de empezar a jugar un partido de exhibición, tras machacarse una hora y media en el gimnasio del club Nueva Alcántara (Marbella). «El día que me cueste mucho sacrificio o que los resultados no sean a los que aspiro; me imagino que lo dejaré tranquilo».
Ese día, sin embargo, no ha llegado, y no se vislumbra de momento en el horizonte de este bravísimo jugador que se vacía en cada partido; otra de las leyendas de este deporte que aún regala su magia por las pistas y a quien se le tiene reservado ya, por méritos propios, su lugar en el Olimpo del Pádel.