Bajo los focos, la danza de la dupla argentina, fluida, incesante, agita sus sombras en el fondo de la pista y resplandece sus cuerpos al filo de la cinta. Es un vaivén constante de dos emperadores que se emplean a fondo para contener el asalto rival y exhibir el encantamiento de su juego.
Enfrente, dos corsarios de brazo firme, dos espíritus surgidos en la amplitud del tenis, amoldados ya a la vertiginosa angostura del padel, se encaraman a la muralla y se afanan por invadir el dominio de quienes hace apenas un mes coronaban su juego con la gloria.
Manu Fernández y Leandro El Chino Muñoz vuelven juntos a la central del Hotel Myramar Fuengirola para reeditar el triunfo que obtuvieron en el último Torneo de Padel Steel Custom ante Leandro del Negro y Nico Moral.
Es precisamente a Moral, que esta vez comparece junto a Pedro Caballero, a quien vuelven a derrotar ahora en semifinales.
Del otro lado, Paco Ruiz y Dani Monedero, una pareja que se retuerce en la pista para doblegar a Manolo Gómez y Carlos David Moral en el penúltimo reto, un duelo que eleva sus prestaciones y remarca la amenaza que encierra su juego poderoso cuando encuentra pista.
Es lo que tratan de evitar, ya en la final, El Chino Muñoz y Manu Fernández. El experimentado argentino de Wilson y su joven compañero de Steel Custom agitan el encuentro de forma frenética desde el inicio, toman el mando y sorprenden a sus adversarios con un break (0-1) que les anticipa una cómoda travesía en el primer set.
La reacción de Ruiz y Monedero es instantánea. El de Padel Goo!!! toca arrebato, le secunda su compañero. Ambos se aferran a la red para recuperar lo perdido. El brazo de ambos irrumpe para doblegar a sus contrarios. Acuchillan con la volea y aplastan con el mazo. Conquistan así el servicio de Leandro Muñoz (1-1).
Presentadas las credenciales a uno y otro lado de la cinta, ambas parejas escarban en los detalles para descubrir alguna rendija. Con apuros, se defienden los saques hasta el séptimo juego. Tres bolas de break presionan el servicio de Paquito. Se eleva, sublime, Manu Fernández. Con la rodilla a ras de suelo, barre con su pala la moqueta desde el fondo. Todo con naturalidad, fluidez, armonía. Una invitación sus rivales den siempre un golpe más. Una provocación a sus adversarios para que asuman más riesgos. Así falla Monedero una volea tras la enésima devolución del joven de Steel Custom.
Después, con una suave salida de pared, un leve empujón a la bola, una caricia inocente preñada de dañina intención, descubre el agujero en el revés de Dani. El rugido del propio Manu pone banda sonora a la rotura (3-4) y reclama para sí los focos del duelo.
Su ligero desplazamiento por la pista, su grácil trasiego sobre el verde, contrasta con las acometidas impetuosas de sus rivales. Paquito y Dani, metro que ganan, metro que no ceden. La pareja del club Lew Hoad se resiste a ceder terreno. El que fuera campeón de España de Tenis no hace tanto, quien deslumbró como una de las 300 mejores raquetas de dobles del Circuito ATP, se reactiva en la red. Sensacional con la volea, Monedero aprieta también por arriba para superar los tres metros. El resto del desplome lleva la firma de El Chino Muñoz que abre y cierra el saque de Manu con una volea al cristal del fondo. Es un nuevo break que restablece el pulso (4-4).
Pero Leandro Muñoz, con el instinto de quien ha vivido en la élite del padel, con la experiencia de quien ha combatido contra los mejores, aprieta para decantar a tiempo el enfrentamiento. Se anota sus duelos en torno a la red. Le imita Manu, en un cara a cara cruzado con Daniel al que el joven jugador argentino pone fin con un repentino paralelo (4-5).
Esta vez, la reacción de Paquito y su compañero no es suficiente para volver a abrochar el marcador. Aprietan el saque de El Chino pero no como para hacerlo quebrar. La primera manga cae del lado de la pareja argentina.
El Chino y Manu Fernández toman ventaja
Cobrada la pieza, Muñoz y Fernández repiten la fórmula del primer acto para despejar el camino hacia el triunfo. Los errores de Paquito en este juego (cuatro con la volea) dejan el saque de Dani Monedero a merced de sus oponentes (0-1) que toman ventaja pronto tras consolidar la rotura (0-2).
La brecha aproxima el desenlace, pero la pareja de Lew Hoad cambia el guión. Aceleran el ritmo, buscan el cuerpo a cuerpo y aprietan más a Manu. El joven jugador acepta la propuesta. Ahí encuentran la fisura que buscaban Paquito y Dani que se anotan el saque propio en blanco y rompen después el de El Chino para empatar (2-2).
Monedero, sensacional, sostiene el juego en la derecha. Paco, puro nervio, alterna errores alterna algunos errores con aciertos formidables. Pesan más estos últimos. ¡Vamos!, ruge Paco, ante su gente, cuando Manu Fernández estrella en la red su aportación a un duelo de voleas que enfrenta a los cuatro.
La igualada mezcla de nuevo la baraja. El Chino le pide calma a su compañero. Le apaciagua con la mano, le reclama sosiego, que rebaje la velocidad, que sume golpes para construir jugadas en lugar de buscar atajos para terminar los puntos. Así es como desarman, otra vez, a sus rivales. En el séptimo, con saque de Paco, se atrincheran en el fondo Muñoz y Fernández y desde allí, con mucho trabajo, vuelven a provocar los fallos al otro lado de la red. El último error, el de Dani, certifica el break (3-4).
No hay ya espacio para la rebelión. Recuperado el rumbo, Manu y El Chino amarran el juego con servicio propio y conquistan la victoria con saque ajeno (3-6).
El triunfo consolida el Torneo Steel Custom del Hotel Myramar Fuengirola como territorio del imperio de Leandro El Chino Muñoz y Manu Fernández.
Dani Monedero y Paco Ruiz, en cambio, no coronan su esfuerzo con la victoria pero exhiben un juego de tronío y una capacidad de reengancharse a los partidos que exige a sus rivales hasta la última bola.