Lo que se anuncia como un duelo de artilleros, se convierte, por momentos, en un intercambio de terciopelo. Willy Ruiz y Fran González le restan velocidad a la bola, evitan las alturas para enfriar la pegada rival y buscan ángulos, esquinas y tobillos junto a la cinta. Sus adversarios, dos bombarderos de brazo firme, con tanta clase como pegada, aceptan el reto.
Así, la sutileza se acaba imponiendo al martillo en la pista del club El Candado. Durante algo más de una hora, se filtran las chiquitas, se suman las dejadas, se afilan las voleas, se esconden los golpes. Es una pugna trepidante que dirime la corona masculina del padel malagueño en 2014.
Los favoritos, Juanjo Gutiérrez y Alejandro Ruiz, cumplen el pronóstico y alcanzan la final. Lo hacen tras imponerse en la foto finish a Gabo Loredo y Cayetano Rocafort en un ajustadísimo encuentro de semifinales (7-6 y 7-6).
Por el otro lado, los aspirantes Willy Ruiz y Fran González atraviesan un verdadero campo de minas para alcanzar el último peldaño. En octavos se imponen a otra de las parejas fuertes del torneo, Víctor Sánchez y Fran Tobaria (6-2 y 7-6), mientras que en semis sufren para apear a los campeones de 2013, Sergio Beracierto y Javi Bravo, en un enfrentamiento tremendo (3-6, 7-6 y 6-2).
De esta forma, las dos mejores parejas de la prueba se retan con la red de por medio y el título en juego. La final enfrenta a dos viejos conocidos, Willy Ruiz y Juanjo Gutiérrez. Dos Wilson cara a cara, separados hoy por la cinta en una competición que les alzó hasta la gloria en 2012 tras compartir lado en la central del club Pinos del Limonar.
Ahora, enfrentados, trazan el juego con maestría, percuten por alto y aprietan por bajo. Al lado de Gutiérrez, se despliega Ale Ruiz en busca de la ocasión perdida en la final del Campeonato Provincial de Padel Absoluto de 2013. Junto a Ruiz, el marbellí Fran González, trata de imponer su hipnótica calma ante la tempestad que le llega del otro lado de la red.
Porque, el ritmo, ciertamente, resulta frenético desde el inicio. Mandan los saques que otorgan una iniciativa irrecuperable al resto. Al menos hasta el quinto juego. El joven malagueño de Vairo, sensacional, abre el camino hacia el break al saque de Willy. Le secunda Juanjo con una formidable volea paralela. Y tras un error en una salida de pared de Fran, es Gutiérrez quien certifica la rotura y lanza su primer rugido (3-2).
El mapa del encuentro ofrece un duelo cruzado precioso entre Ale y Fran González, un enfrentamiento a cuchillo que permite a Juanjo ganar metros y levantar el muro cerca de la cinta.
Ahora, con la brecha abierta, Willy se multiplica para asumir el mando. El del Club Tenis Málaga trabaja con su exquisita volea, aprieta con su imponente víbora y percute con el remate. Todo ello en un despliegue descomunal que ensalza aún más su retorno a la competición en Málaga (apenas ha jugado torneos en 2013).
Sin embargo, la firmeza de Juanjo y Ale les evita contratiempos y les ahorra sobresaltos. Fran y Willy no logran poner en aprietos el servicio rival y quedan a merced de la puntilla en el décimo juego. Sirve Alejandro. Él y Juanjo se quedan a un paso de cerrar la primera manga. Un 40-0 que muestra el abismo a sus rivales. La intensidad de Gutiérrez y Ruiz en torno a la red resulta inabordable. O casi. Porque, de pronto, ocurre lo imprevisto.
Es un envío que Willy no acierta a elevar lo suficiente. Una bola corta, lenta, suave, que se dirige, apetecible, hacia Juanjo, a la altura de su rostro. Un suculento bocado para un depredador de brazo de hierro y hambre insaciable. Un simple golpe de muñeca es más que suficiente para sacar por cuatro metros el regalo y rubricar el primer set. Es, quizá lo que piensa el malagueño, que acomoda sus movimientos a la calma con la que le llega la bola. Un exceso de confianza que le lleva a cometer un fallo inexplicable. Apenas roza la pelota que acaba dándole en la cara.
La acción retrata la primera bola de set que desperdician él y Ale. Una simple anécdota de no ser porque tampoco aprovechan las otras dos de que disponen. Dos dejadas de Alejandro que se quedan en campo propio. El error les desajusta por completo. Se aprovechan de ello, Willy y Fran para conseguir lo que no habían logrado hasta entonces: el break. El tercer error de Ale Ruiz, esta vez con la volea, certifica la rotura e iguala el partido (5-5). Todo empieza de nuevo.
Aunque Juanjo y Ale permanecen aún atrapados en el despropósito de errores que les ha impedido cerrar el primer acto. De 10 puntos posibles, apenas alcanzan a sumar uno. Pierden nueve puntos, entre ellos, tres bolas de set. La desconexión no solo resucita a sus oponentes sino que les permite elevarse en el marcador (6-5) y amenazar con llevarse el set.
Pero son errores propios los que les impiden asaltar el saque de Juanjo en el duodécimo (6-6) y abren la puerta del tie break. Ahí emerge Gutiérrez que persiste con el paralelo para abrirse paso hasta la red. Le secunda un eléctrico Alejandro que tampoco da tregua a Fran. Entre ambos, aíslan a Willy. La táctica les lleva a conquistar el tie break. Dos errores del marbellí de Corus entierran sus opciones y entregan el set a sus contrincantes (7-6).
Juanjo y Ale, de nuevo como ocurrió en dos ocasiones durante el partido de semifinales, imponen su oficio en un duelo de funambulistas sobre el desfiladero.
Willy Ruiz y Fran González acusan el golpe
La derrota en la orilla, después de sobrevivir al naufragio, pasa factura a Fran y Willy al comienzo del segundo acto. Ceden en blanco el primer juego al resto y, a continuación, encajan un break. Sucede al servicio de González. Recuperan el ritmo Ale y Juanjo que desarbolan a sus oponentes con un padel consistente. Trata de recuperar pista Willy. La apuesta de sus rivales le obliga a un sobreesfuerzo encomiable que exhibe su enorme talento aunque, al mismo tiempo, genera más huecos. Y lo que es peor, pese a todo, no logra impedir la rotura (2-0).
Despegan sublimes en ese tramo Juanjo y Ale para lograr el 0-3. El Team Manager de Wilson exhibe distintos registros para imponer su sello. Sutileza en la construcción, pegada en la resolución. Todo con su honesta fiereza. El de Vairo luce el filo de su juego eléctrico. Se teletransporta en ataque, al tiempo que, se contorsiona en defensa. El rubio de Alhaurín de la Torre es un felino, de portentosa elasticidad y recursos ilimitados.
Sufren Willy y Fran para detener el vendaval pero lo consiguen en el cuarto (3-1). Aunque poco les dura la calma. En el sexto, de nuevo con saque de González, aumenta la fractura. Juanjo y Ale se anotan el servicio rival (1-5) y se sitúan ante la posibilidad de finiquitar el encuentro con saque propio. Disponen de dos bolas de partido con el servicio de Alejandro. No convierten ninguna por mérito de sus rivales. Primero es Fran, espectacular, quien recupera del suelo una bajada terrorífica de su adversario para que Willy acabe cerrando en la red. Después, el propio Willy regala una monumental acción defensiva y acaba ganando en la cinta, en paralelo.
Aprieta el puño el del Club Tenis Málaga. Las dos ocasiones salvadas agitan a Willy y a Fran que, contra pronóstico, rompen el saque de Alejandro (2-5).
Anulada la amenaza en la primera ruleta rusa, Ruiz de la Herrán y González amarran su saque (3-5) y afrontan la segunda. No les llega el resuello para el desafío. El saque de Juanjo es un fortín para sus contrincantes. La bandeja de Fran, directamente al cristal de fondo, pone fin al encuentro y corona a Juanjo Gutiérrez y Alejandro Ruiz como los reyes del padel de Málaga 2014.