Uno, dos, tres golpes en el pecho con su puño cerrado. Antes, un rugido temible hace vibrar el aire en medio de una cerrada ovación que premia su fiereza, su valentía, su descomunal exhibición de juego firme y su físico titánico. Es Gabo Loredo quien se agita en mitad de la cancha.
Al otro lado de la cinta, el retrato muestra la otra cara del padel. Con la espalda sobre la moqueta, la mirada perdida en el cielo, la ausencia de soluciones nubla su horizonte. Alejandro Ruiz se lamenta en su propia tierra, a un palmo de la derrota.
La secuencia resume un duelo frenético que resuelve el cuadro masculino del Torneo de Padel San Miguel 2014 en El Candado.
El malagueño de Vairo, Alejandro Ruiz Granados comparece, como el año pasado, junto al vasco de Head, Andoni Bardasco. Juntos defienden el título que conquistaron en 2013 ante Guillermo Demianiuk y Gonzalo Rubio.
La joven pareja, aunque parte directamente en el cuadro principal, no tiene un recorrido sencillo. Trabajan mucho para superar la primera ronda ante Javi Bravo y Pablo Herrera (6-4 y 7-5). Elimina en cuartos a Héctor Perona y Eloy Guerrero (6-3 y 6-4) y derrota en semifinales a Fran Ramírez y Ángel Aranda (6-4 y 6-4).
Por el otro lado, en cambio, el mexicano Gabo Loredo y el malagueño Sergio Beracierto atraviesan un campo de minas. Primero superan los tres partidos de la previa. Lo hacen, por cierto, con una autoridad incontestable y apenas cinco juegos encajados.
Después, sin embargo, en el cuadro cada cruce es una etapa de alta montaña. El estreno ante los granadinos José María Benavides y Miguel Martín (6-3 y 6-2); el encuentro ante Daniel Sánchez y Alejandro Pellicer (6-4, 4-2 y abandono) y, sobre todo, la semifinal, la apretadísima semifinal ante Ernesto Moreno y Cayetano Rocafort.
Con el precedente más inmediato del Memorial Francisco Tomás García Vázquez, en Alcaudete, una victoria de la joven pareja malagueña por 6-2, 6-7 y 6-4; el enfrentamiento en El Candado resulta sublime y se resuelve en un tie break de infarto que corona a la dupla hispano-mexicana (2-6, 6-2 y 7-6).

Inicio apretado en la final masculina Torneo Padel San Miguel El Candado
Así, el pulso entre los jóvenes jugadores World Padel Tour y la dupla que gobierna el padel en Málaga arranca con un ritmo eléctrico. Bardasco y Ruiz tratan de apretar desde el resto. Gabo, que se despliega con su saque, impone su pegada para firmar el primer juego en blanco (1-0).
En realidad, lo que el de Daspadel consigue con su pegada es marcar el territorio por arriba desde el inicio.
Bardasco y Ale apuestan por el vértigo como camino para desarbolar a sus oponentes. Agresividad en la red y mucha intensidad al fondo es la hoja de ruta que marcan Andoni y el malagueño para desarmar a sus contrarios. A punto están de lograrlo en el tercero, con dos bolas de break al servicio de Beracierto.
El vasco de Head filtra una bola que encuentra un ángulo magnífico y abre una de ellas. La otra surge por un fallo de Sergio que estrella una volea en la red. Ninguna de las dos, sin embargo, se transforma en rotura. Bardasco es el autor de los dos errores que lo impiden. Una bajada tocada que buscaba el revés de Beracierto no pasa la cinta. Idéntico destino tiene después un envío liftado suyo.
Gabo y Sergio conservan el saque (2-1) y corroboran sus temores. Necesitan sostener el pulso en la red para aspirar a ganar el duelo. Y no es una empresa fácil. En el sexto, Ale y Andoni, de nuevo, a punto están de asaltar el servicio de Beracierto.
Bardasco, demasiado irregular, logra generar la ocasión al desarmar a un Gabo irreductible, pero falla el resto que debía construir el break.

El partido es trepidante. La dupla vasco-malagueña se afana por atajar hacia la cinta para gobernar desde allí. Confían los jóvenes WPT en que la inercia de su juego acabe por desgastar la resistencia contraria. Pero Beracierto y Loredo no aflojan. El de Steel Custom y el de Daspadel no conceden metros, no rehuyen el cuerpo a cuerpo y, además, exhiben una pegada formidable.
A Ale, en cambio, le cuesta entrar en el juego, mientras que su compañero, ante la persistencia de los oponentes, no acierta a trazar caminos para abrirle paso.
A las puertas del tie break, sin embargo, ocurre lo inesperado. Andoni y Alejandro, autoritarios con su saque durante todo el primer acto, con dos ocasiones fallidas de abrir brecha en el marcador; se ven sorprendidos. A Beracierto y a Gabo, dos francotiradores de élite, les basta con un solo disparo, certero y oportuno, para derribar a sus adversarios. La única opción de break de que disponen les otorga la máxima recompensa a un juego granítico, sin fisuras.
Sergio, arquitecto de trazo firme y técnica exquisita, construye el escenario. A su lado, el titán mexicano, el hercúleo guerrero americano levanta un muro inabordable en cada paso que da hacia la red. El ritmo que le imprime a sus acciones, la intensidad con la que responde a sus contrarios, la extraordinaria regularidad de su juego le elevan en la pista en esta final masculina del Torneo de Padel San Miguel 2014.
Es Andoni Bardasco quien entrega el break que cierra el primer set. Su secuencia de saque y volea encuentra como destino el cristal de fondo (7-5). El rugido de Loredo escenifica su conquista.
Alejandro Ruiz y Andoni Bardasco se hunden
Esa rotura acaba por desconcertar a Alejandro Ruiz y Andoni Bardasco, incapaces de descifrar el encuentro. El malagueño, aislado del juego, pesa poco. Demasiado poco para un jugador de su categoría. Extremadamente poco al comprobar la exigencia que se le impone a su compañero y la errática respuesta que ofrece a ella. Porque el de Head, un innegable talento del padel español, un jugador de élite de apenas 21 años que exhibe un magnífico presente y un futuro mayúsculo; no acierta en esta ocasión con las soluciones que aporta.

Demasiados errores penalizan su juego. Tampoco Ale entra en la dinámica correcta. Todo ello, en el cuarto, provoca otro desplome. Desde el resto, Gabo y el de La Capellanía conquistan terreno. Ale, que trata de imponer su pegada, no logra que vuele lo suficiente. Beracierto en la red, devuelve el remate y Bardasco no levanta ya esa pelota.
La rotura (3-1) abre distancia de nuevo y desmiente a quienes insinúan como un accidente lo ocurrido en el primer set. Gabo, con su saque, y 40-0, está a un paso de despeñar a sus contrarios.
Ocurre, sin embargo, que la escalada hacia la victoria es, a veces, más compleja que el desplome hacia la derrota. Sucede, no obstante, que la presión por completar la senda del triunfo se multiplica y acaba superando, en ocasiones, la tensión que genera la pérdida del enfrentamiento.
La volea de Gabo a la red cuando apretó demasiado. El globo de Beracierto y también un remate suyo, directos al cristal. La volea a la cinta del propio Sergio, con todo a favor y los rivales, desperdigados por la pista, ya vencidos. Todo ello, con servicio propio, esconde el peso de una gesta al tiempo que insufla aire a sus agonizantes rivales.
De repente, Bardasco y Ale vuelan por la moqueta. Defienden remates, afilan la volea y encuentran ángulos. ¡Vamos! Ese grito tras el break al saque de Gabo (3-2), reivindica un lugar que, hasta ahora, se les ha negado en el encuentro.

El juego en blanco que se anotan Andoni y Alejandro para empatar (3-3) aspira a borrar lo ocurrido hasta el momento. Pero sus oponentes no están dispuestos a respetar el duelo. El ligero bajón de Sergio lo compensa Loredo con un portentoso paso al frente. Defiende con una intensidad insólita; recupera metros con una rapidez eléctrica y cierra puntos con una agresividad intimidante. Su sonrisa pletórica tras firmar el 0-15 en el octavo anticipa lo que está por llegar.
Sufre Ale con su saque. Aprietan mucho sus contrarios al resto. El envío paralelo con el que Gabo arrebata la iniciativa a sus oponentes le permite cerrar un punto que genera la ocasión del break. Un minuto después, la ovación que atrona en la pista celebra un punto kilométrico, una tremendo duelo de remates que acaban ganando por piernas, anticipación y mucha fe Sergio Beracierto y Gabo Loredo. Los tres puñetazos en el pecho del mexicano premian la rotura (5-3).
El rugido que lanza el de Daspadel tras ganar su saque festeja una victoria brillante (6-3).
Él y Sergio Beracierto recogen así el testigo de sus adversarios para inscribir sus nombres en uno de los torneos más prestigiosos del circuito andaluz.
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