El cuadro rezaba que se trataba de una final de 2ª masculina. Sobre la pista del club Lew Hoad, en cambio, disputaban cada punto cuatro colosos del pádel, cuatro primeras que buscaban la victoria a base de voleas majestuosas, remates plenos de potencia y salidas de pista llenas de velocidad e intuición.
Jesús Marquet y José Mérida buscaban el triunfo en el partido decisivo de 2ª del Torneo de Pádel Primavera Onda Cero frente a Paquito Ruiz y Javi Bravo, una pareja que está en un gran momento de forma como demostraron en el pasado Torneo de Pádel Starvie disputado en La Capellanía, cuando se plantaron de forma brillante en la final de 1ª masculina.
Así que, camuflados bajo el cartel de 2ª, el último partido de la competición comenzó con un espectacular punto, con bandejas, remates, salida y entrada de pista, que anunció lo que estaba por llegar. Esa primera bola cayó del lado de Paquito y Javi, que estaba sacando y que logró cerrar su juego con un gran remate (1-0).
Ambos comenzaron el set como un tiro, agresivos en la pista, muy ofensivos y sólidos en la red, y con mucha inteligencia para trabajar los puntos. Tal fue así que en el segundo juego dispusieron de dos ocasiones para romper el servicio de Jesús Marquet, aunque no pudieron aprovechar ni una. Marquet acabó cerrando cualquier opción con otro remate bestial (1-1).
Marquet, con molestias físicas
También gozaron de dos oportunidades, Mérida y Marquet para lograr un break en el siguiente, con servicio de Paquito, pero, primero, fue el propio Mérida quien marró la bola al jugarse un paralelo, desde la derecha, que acabó en el cristal lateral; y después, Jesús Marquet quien, incomprensiblemente, estrelló una pelota en el cristal de fondo. Esos dos errores precedieron a otros cuatro más en ese mismo juego del propio Marquet que sirvieron, no sólo para darle el tercer parcial a sus rivales (2-1) sino, además, para anunciar una merma de la condición física del propio Marquet, que acudía a la final tras haber superado un durísimo partido de semis contra David Alcántara y Edu Espona, y sobre todo, tras haber alcanzado también la final (que perdió frente a Guille Demianiuk y Álex Ruiz) en el Torneo Malafama disputado en el club Lauro Golf.
Así que, con esa sobrecarga de partidos de alta intensidad, Marquet se vio obligado a realizar un esfuerzo titánico para mantener el alto ritmo de juego que se produjo en la pista. A ello contribuyó, sin duda, la excelente actuación de Javi Bravo, que jugó un papel determinante en la resolución del encuentro. Pues fue él mismo quien, desde su posición en la derecha, comenzó a mover el encuentro, con mucha inteligencia y clase, a alternar golpes, a desalojar a sus rivales de la red.
Carrusel de break
De esta forma, en el sexto juego lograron el primer break del partido al servicio de Jesús Marquet. Con 40-40, emergió primero Paquito Ruiz con una magnífica defensa de punto y una finalización formidable al cruzarse en la red. Esa primera pelota de ruptura, en cambio, no la aprovecharon después de haber defendido un punto de manera magistral. En cambio, sí lo hicieron con la segunda. Primero, Javi Bravo, con una serie de voleas plenas de agresividad en la red que les pusieron en ventaja. Después, José Mérida hizo el resto al volver a estrellar un paralelo en el lateral (4-2).
Bravo y Ruiz tenían el primer set en el momento adecuado para marcar diferencias, pero no lo hicieron. No jugaron mal el saque de Paquito, pero cometieron un par de errores que aprovecharon sus rivales. Marquet volvió a exhibir su poderoso remate para lograr el punto de break y después, el propio Paquito no pudo pasar la bola con una dejada tras una gran resto de Jesús (4-3).
Habían desaprovechado una ocasión de encarrilar la primera manga, pero en el juego sí estaban marcando diferencias. Paquito y Javi estaban jugando más sólidos que sus rivales, con mucha inteligencia, y sobre todo, con mucha presencia en la red, y de esto último sí adolecían sus rivales. Por ahí llegó el siguiente hachazo en forma de break al saque de Mérida (5-3).
Y cuando parecía que Bravo, con su servicio, y Paquito cerrarían el primer set, emergió la extraordinaria competitividad de sus rivales para exigirles un esfuerzo más. Marquet y Mérida, que firmó uno de sus mejores juegos, devolvieron el break y con ello, la emoción al marcador . Con 0-40, Bravo y Paquito defendieron a muerte su saque y lograron salvar dos de las tres oportunidades de rotura. La tercera, en cambio, la decantó la fortuna cuando un revés de Jesús golpeó en la cinta y despitó a Paquito (5-4).
Sin embargo, este último y Javi no estaban por la labor de dejar escapar la ocasión, y a la siguiente, presionaron mucho el servicio de Marquet, con un colosal juego de Bravo, y certificaron la primera manga con otro break, ¡el quinto consecutivo entre ambas parejas!, y dejaron el resultado 6-4.
Mayor igualdad
El segundo set comenzó de igual manera, si acaso con un punto mayor de agresividad de Jesús Marquet y José Mérida, sabedores de que tenían que ofrecer algo más para romper la resistencia de sus oponentes. Con empate a uno, los problemas físicos de Marquet se hicieron evidentes al tener que parar el juego para tratarse una sobrecarga en una de sus piernas.
Pese a ello, su carácter competitivo y su talento le llevaron a sobreponerse y a poder competir de tú a tú con sus oponentes. La igualdad, en este segundo parcial, fue mayor aún que en el primero. Ambas parejas, sin embargo, afianzaron sus respectivos servicios para cortar la sangría de break que se había producido en la anterior manga. Así se sucedieron los juegos, entre la clase e inteligencia de Bravo, la potencia de Paquito, la movilidad de Mérida y la agresividad de Marquet.
Ni una sola oportunidad de ruptura concedieron los jugadores, al contrario de lo ocurrido antes, hasta que llegó el duodécimo juego, con 6-5 en el marcador. Un gran remate de Javi Bravo y un fallo de Mérida, que dejó una pelota en la red, abrieron un amenazante 0-30. Marquet, en dos ocasiones, restableció la igualada a 30. Pero Paquito quería acabar ahí el partido y defendió hasta lo imposible un punto que debían haber ganado sus rivales y que su empeño transformó en bola de partido. Él mismo se encargó de cerrar el encuentro al aprovechar un globo corto de Mérida y firmar el definitivo 7-5.