Refulge el sol como solo es capaz de hacerlo en la costa mediterránea. 22 grados en pleno mes de diciembre es un privilegio al que es difícil renunciar. Lo es para la Emperadora del Pádel que, cada año, por estas fechas, regresa a su Málaga en busca de un merecido descanso. El encuentro con su gente, con su tierra, con su clima, con sus raíces, es toda una recarga vital imprescindible para afrontar otra exigente temporada.
Llega otra vez como reina indiscutible del circuito femenino profesional (suma nueve años como número uno del ranking PPT), pero trae, además, las llaves del Olimpo del Pádel en propiedad, una conquista obtenida tras una temporada de ensueño en la que se ha terminado de consagrar como un mito de este deporte.
Regresa a Málaga con victorias en seis (de siete) pruebas Pro Tour, el Master, el Mundial y el Campeonato de España en 2012; con una sola derrota en todo el año. El registro habla por sí solo, demuestra su feroz competitividad, su ambición indomable, su insaciable hambre de títulos.
Carolina Navarro ha vuelto a coronar la cima del pádel mundial y lo ha hecho tras enfrentarse, con éxito, a un doble desafío: vencer a sus rivales, superar a su propia leyenda.
Ahora, apagados los ecos de la contienda, relajada ya en su Costa del Sol, durante un clínic en el club de Pádel Los Caballeros con algunas de las chicas de la Liga Femenina Padelazo, entre otras asistentes, la campeona malagueña atiende a Padelazo para repasar el año que ya acaba.
Padelazo: Lo primero, Carolina, ¡enhorabuena! Has firmado una temporada de ensueño. ¿La mejor de tu carrera deportiva?
Carolina Navarro: El año pasado dije que había sido la mejor temporada de mi carrera porque realmente nunca pensé que podía mejorarla, pero este año la he mejorado y superado. Creo que será imposible hacerlo mejor que este año. Hemos ganado el Mundial, el Master. Hemos perdido un partido en todo el año. Creo que eso es casi imposible de superar.
Por suerte, Ceci y yo tenemos los pies en la tierra y sabemos que esto no va a ser así siempre. Es un momento que tenemos que disfrutar, que aprovechar y que alargar todo lo que podamos.
P.: ¿Con qué te quedas del año 2012?

C.N.: Ha pasado un montón de cosas buenas. El Mundial fue muy especial porque, en realidad, se jugaba en 2011, y nos dijeron a Ceci y a mí que no podíamos jugarlo juntas, que iba a ser por parejas nacionales. Era una espinita que teníamos, era el primer Mundial que jugábamos juntas y la verdad es que fue muy especial.
También el Master. Ese lo teníamos cruzado porque el primer año que jugamos juntas (con Reiter en 2010) me lesioné en el gemelo y no pude jugar; el año pasado perdimos la final y, bueno, era un torneo que, pese a que íbamos ganando durante el año, luego se nos cruzaba.
P.: ¿Cuál ha sido el momento más complicado del año?
C.N.: Creo que hemos tenido dos momentos complicados. Uno fue en Barcelona (en los XIV Internacionales de Cataluña). Al día siguiente de jugar (y perder) la final, Ceci tenía una rotura del abductor. No es excusa de que perdiéramos. Podíamos haberla ganado (cayeron 7-6 y 7-5 contra Icíar Montes y Cata Tenorio). Tuvimos que tomar una decisión. Eran 21 días para recuperarse y teníamos que jugar el primer partido en Valladolid a los 17 días de la lesión. Los médicos le decían que no jugara, que todavía no estaba del todo cicatrizado, pero ella se encontraba bien. Ahí tuvimos que decidir si arriesgarnos y perdernos dos o tres torneos (en caso de recaída), o no jugarlo y luego estar bien al siguiente torneo. Por suerte, tomamos la decisión correcta, porque no pasó nada, y lo ganamos. Fue un momento difícil porque la decisión era complicada. Se unió además que le detectaron una hernia inguinal a Ceci y no sabían si se tenía que operar o esperar y hacerlo más tarde. Por suerte, no se operó. Aunque, deportivamente, lo más duro ha sido la semifinal del Master.
P.: ¿Cómo viviste esa semifinal?
C.N.: Habían perdido Cata e Icíar contra Patty (Llaguno) y Eli (Amatriain). Algo que sabíamos que podía pasar perfectamente porque ya habían perdido antes. Nos tocó una semifinal muy dura. Ese partido no te lo esperas. Aunque ya nos tocó la lotería en el Master porque nos tocaron todas las parejas (las más fuertes), pero también es cierto que para ganar el Master hay que ganar a todas.

Recuerdo de la semifinal que cuando estaba peloteando y salí de la pista, le dije a Michael (su entrenador, Miguel Sciorilli) que no tenía buenas sensaciones, que no estaba fina, que estaba nerviosa. De estos días que me pasa una vez cada mucho tiempo y no te sientes bien.
Ceci empezó muy bien. Yo no me encontraba segura. Mi compañera vio que comencé a fallar algunas bolas que normalmente no fallo y ella se contagió un poco. Llegamos al 6-1 y 3-1 tratando de mantener la calma.
En un momento me dijo Ceci: mira empieza a pegarle, juega como tu sabes, firme, y si perdemos, lo hacemos jugando como sabemos. Empecé a soltarme. Hasta entonces me estaba dedicando a meter la bola, no estaba ni apretando ni haciendo mi juego. Por suerte, me entraron las primeras y eso me hizo coger confianza. Poco a poco fui cogiendo el camino. Fue bastante agónico, 7-5 y 7-5, pero bueno, al final, me dijeron: es el primer partido que te he visto sacar por cabeza y por narices, no por juego. No fue mi mejor partido, ni mucho menos, pero lo tenía metido entre ceja y ceja, tenía que ganarlo como fuera para que el Master no se nos escapara.
P.: Fue un partido que ganásteis no por pádel sino por voluntad, ganas, casta.
(Interrumpe Carolina)
C.N.: Ese día, Cata jugó impresionante. Para mí, ha sido el mejor partido que ha jugado desde que es madre.
P.: Esa garra, ese oficio, esa determinación, ¿es algo que os define bien como campeonas?
C.N.: Ese día no ganamos por pádel. Fue más por corazón, rabia y ganas. Nos dijimos: ese Master tenemos que ganarlo como sea. Llevábamos preparándolo muchísimo tiempo, lo teníamos cruzado. Podíamos haberlo perdido perfectamente. Pero las dos tenemos un carácter muy parecido en la pista, de no dar por perdida una bola en la pista, de lucharlo todo.
Ahí, además, valoras todo lo que llevas haciendo estos años. Todo el mundo dice que es fácil, que lo ganamos todo, que estamos un escalón por encima. Pero los partidos no son fáciles, tenemos que ganar desde el primero hasta el último. Este año ha coincidido que las dos hemos jugado muy bien. Pero no va a ser siempre así.
P.: Te he leído en algunas entrevistas que siempre se puede seguir aprendiendo y mejorando. ¿Has notado algún cambio en tu juego este año?
C.N.: Mentalmente, el partido del Master nos hizo más fuerte de cara a la final. Aunque, cada día aprendo a aguantar a mi entrenador, todas las perrerías que me hace. Psicológicamente me saca de mis casillas para que intente no salirme y esté concentrada. Eso ayuda en partidos como ese.
Deportivamente, estamos tratando de jugar agresivas, aprovechar situaciones de contrataque y mejorar debilidades que tenemos. Si piensas que no puedes mejorar, nunca serás la mejor.
P.: ¿Habéis notado tú y Ceci algún avance como pareja en la pista respecto a años anteriores?

C.N.: Este año me he encontrado muy bien con ella. El año pasado ya estábamos bien, pero este me he encontrado mucho más conectada. Creo que hemos mejorado respecto al año pasado. Somos más agresivas. Hemos tenido mejores resultados. Los resultados de este año ojalá pudiera firmarlos para el próximo.
P.: Habéis tenido esta temporada siete pruebas PPT más el Master y el Mundial, mientras que el circuito masculino ha sido de 15 torneos. ¿Cómo se lleva eso de jugar sólo la mitad? ¿Te perjudican los parones o te acomodas bien a ellos?
C.N.: Es muy difícil mantener la motivación en la competición. Es muy complicado. Pero ahí está el trabajo de mi compañera conmigo, el mío con ella y el de nuestro equipo con nosotras para mantenernos motivadas durante el tiempo que no hay torneos. Ir todos los días a entrenar, con la misma intensidad, aunque tengas el torneo dentro de un mes y medio. Eso es nuestra ilusión y competitividad pero también el trabajo de nuestros entrenadores, que nos mantienen la motivación, la chispa, la gana. Es un trabajo en conjunto de todo el equipo.
Pero sí, es complicado. Con los parones, pierdes el ritmo de la competición.
P.: ¿Cómo te has visto a nivel físico este año?
C.N.: Muy bien. Creo que puedo seguir mejorando. Hay varias cosas que estoy hablando con mi preparador físico para mejorarlas el año que viene. Detalles. Es que soy muy exigente. Nunca me veré perfecta, porque sino, nunca podría mejorar. Estoy muy bien físicamente pero siempre quiero mejorar algunos aspectos.
(continuará…)
Fantástica entrevista!! Muchas gracias Nacho por compartir esos grandes momentos con todos los que te seguimos. Un fuerte abrazo y que el 2013 venga cargado de mucho más Padel y siga siendo retransmitido por Padelazo!!
Gracias, Kaarina. Es un placer seguir contando pádel. Recupérate que le falta algo a las pistas de la costa sin ti. ¡Feliz 2013!