Vuela la bola hacia el campo contrario. Todavía en suspensión, Cayetano Rocafort regresa camino del suelo tras elevarse y ejecutar un remate con el que pretende cerrar el sufrido primer set.
Es la final de la exigente 2ª masculina del Torneo Scream Pádel Casamar en el Racket Club Fuengirola. Enfrente, Jesús Marquet, vivo, ya ha leído la jugada y atraviesa el campo en diagonal, veloz, del revés a la derecha, para evitar el punto. Llega bien a la pelota el bravo jugador de Cerrado del Águila. Tensa los músculos, carga el brazo, afila la mirada junto a la red. Se prepara para rugir tras salvar la octava bola de set en contra.
Asiste a la jugada, expectante desde el fondo, su compañero, Javi Márquez. Él y Marquet vienen remando en contra tras un horrible inicio de partido.
Cayetano y José Huertas Tigre son un huracán en el comienzo. La dupla marbellí entra en la central del club fuengiroleño con el brazo firme y las piernas eléctricas. Mandan desde la red en el saque inicial y sorprenden a continuación con un magnífico break al servicio de Javi Márquez. El 3-0 confirma un guión inesperado que les sitúa bajo los focos, mientras sus rivales penan por los numerosos errores que cometen.
Cae ya la noche en la barriada de Los Pacos. La oscuridad atormenta a Marquet. La vista no acompaña su pádel y le hace perder precisión y tacto. Su agresividad en la red se resiente, su pegada disminuye.

Al otro lado de la cinta, también uno de sus rivales esconde un secreto, oculta otra debilidad. En la semifinal de la mañana, Cayetano Rocafort ha pisado un bola durante el partido y sufre, en silencio, un leve esguince. Sus cartas para la partida están, por tanto, marcadas. El jugador del club Nueva Alcántara sabe de que debe intervenir en la refriega para definir o, de lo contrario, lo pasará mal. Por fortuna para él, su brazo está fino. También el de El Tigre, soberbio durante toda la noche, una manada de felinos en un solo jugador que barre el lado derecho de la pista con una agilidad formidable.
La balanza está claramente inclinada. No dictan el juego Marquet y Márquez desde la red, y sí sus rivales. El 5-2, tras el segundo break, no es más que una consecuencia directa de la intensidad y el acierto de unos, y la incapacidad de los otros para adaptarse a una situación incómoda.
La primera manga apunta a un desenlace raudo. Dos oportunidades tienen Tigre y Cayetano para bajar el telón del primer acto con el saque de Marquet. Primero, un resto fácil se le va directamente fuera a Rocafort. Después, es un globo de Tigre el que se marcha al cristal de fondo.
La reacción de M&M

Respiran M&M al anotarse el octavo (5-3). Despiertan en el noveno. Lo hacen de la mano de Javi Márquez. Su primer remate por tres, espectacular, cayéndose hacia atrás, les devuelve el pulso en el partido. Caye y Tigre vuelven a desperdiciar dos nuevas bolas de set. Sus rivales, muy metidos ahora, lo impiden con dos remates por cuatro metros. Cierra el break el jugador del Racket Club Fuengirola, de nuevo, con otro remate tras un punto excelentemente trabajado (5-4).
Cambia el escenario. Se aprieta la batalla. Tiene en su saque, Javi Márquez, el empate por primera vez en el set. Un 40-15 asoma un nuevo partido. Tigre y Cayetano se revuelven. El primero remata por tres. El segundo vence en un intenso duelo de voleas a Marquet. Empieza el carrusel de las emociones. José Huertas saca por la puerta un remate de Marquet para provocar una nueva oportunidad de set que salva Javi Márquez con otro remate.
Los gritos decantan la moral hacia uno u otro lado de la red. Se remanga Cayetano. ¡Venga Tigre!, dice el jugador tras lograr otro punto con su volea. ¡No meto una bola de set!, se lamenta después el reciente fichaje de Babolat tras fallar la séptima ocasión para acabar con la primera manga. Pronto llega la octava, sin embargo. Se abre con una pelota cruzada, mágica, fantástica, asombrosa, del propio Rocafort que destroza a sus rivales.

¡Vamos!, ruge sobre la pista junto a El Tigre. Ahí vuela, de nuevo, Caye para cerrar el peloteo y poner fin al primer acto. La pelota trata de regresar hacia su propio campo tras el remate del marbellí. Ahí aparece Marquet junto a la red para impedirlo.
Es un instante crucial. Rocafort sabe que un partido largo descubrirá la lesión de su tobillo. Jesús y Javi, en cambio, han irrumpido en el juego y van camino de la remontada. Tras una centelleante carrera, golpea la bola con el alma el jugador de Steel Custom, junto a la red, para sacarla por cuatro.
Pero el infortunio, caprichoso, reclama su protagonismo y decide intervenir en el juego. Un inoportuno resbalón hace perder el equilibrio a Jesús al golpear la pelota y lo arroja contra la red. Acaba de entregar el set a sus rivales, y de qué forma, tras salvar siete oportunidades.
La crueldad del instante impide a Cayetano y a Tigre expresar su alegría. La decepción de Marquet, en cambio, se transforma en un sonoro lamento.
El segundo capítulo empieza marcado por el azaroso desenlace del primero. La caída ha hecho trizas el plan de Jesús y Javi y ha dado alas a sus oponentes que vuelven a volar sobre la pista. Caye y Tigre, decididos a cerrar el partido en dos mangas, aprietan de lo lindo. Vuelven los fallos al juego de M&M que encajan un insólito parcial de 5-0 en el segundo set. Los dos últimos juegos (un break al saque de Marquet y el servicio de Huertas) lo entregan en blanco.
Sin capacidad de reacción ya, a Jesús y a Javi Márquez apenas les alcanza para evitar el rosco. El 6-1 cierra una intensa final que de 2ª categoría sólo tenía el título en el cuadro. Cayetano aprieta los puños, es su tercer triunfo consecutivo tras los conseguidos en Ocean Pádel y Club Pádel Sol. Empieza, por tanto, 2013 como acabó el anterior: con la victoria como aliada.
