Puño cerrado, en alto. De pie, a un palmo de la grada, el gladiador ruge mientras el público le regala una ovación ensordecedora en mitad de la final masculina del World Padel Tour en Granada.
Atrona el Palacio de los Deportes de la ciudad de la Alhambra, que asiste a la exhibición de un titán, de un coloso que, tras crecer a la sombra de una leyenda, ha logrado forjar su propio relato.
La acción que enloquece a la afición refleja muchas de las virtudes que moldean a este portento del padel. Fe, determinación, valentía, rapidez, osadía, carácter, anticipación. Ocurre en pleno tie break del primer set. El remate de Juani Mieres, magnífico, saca la pelota por tres metros. La centella que atraviesa la pista y sale por la puerta es Fernando Belasteguin. Su lectura de la jugada y su rapidez de piernas le teletransportan al exterior de la cancha. La pelota, pasada ya la puerta, desciende hacia el suelo. El de Pehuajó, de espaldas, obra el milagro y mete por la puerta la bola. Lo hace sin mirar, golpeando por encima del hombro. Se anota así un punto decisivo para ganar la muerte súbita.
Y no es la única vez que lo hace durante el encuentro. Repite hazaña en la primera bola del tercer set, aunque esta vez, Pablo Lima espera junto a la red para ganar el punto.
Vibra el público granadino con Bela y, cómo no, con Juan Martín Díaz. Pero lo hace de igual modo con los números dos del World Padel Tour que vuelven a medirse a los Reyes del Padel en una final. Es, en realidad, la undécima final en 2013 para Los Príncipes, de las que ocho las han disputado ante los mejores del ranking.
Final masculina World Padel Tour Granada
Esta vez, al contrario de lo que ocurrió en Málaga, Lima y Mieres protagonizan un partido magnífico. Con el propósito evidente de evitar las alturas; en especial sobre Belasteguin, la dupla argentino-brasileña aprieta desde el resto por abajo a J&B. No regalan ni una sola bola sobre sus rivales. Aceptan los Reyes el desafío. El ritmo, por tanto, se dispara. El vértigo impera en torno a la cinta.
El primer aviso llega a cargo de Juan Martín y Bela que amenazan el saque del jugador de Dunlop en el cuarto. Tras un fallo de Mieres con una víbora, presionan arriba sus rivales. Es uno de esos instantes que los dominadores del ranking eligen para abrir brecha, uno de esos momentos en los que abren sus fauces para asestar el primer bocado. Hay mucho que ganar y nada que perder; todo lo contrario que para sus adversarios.
Sin embargo, en esta ocasión, resisten bien los aspirantes. La formidable volea del brasileño de Varlion acaba con el peligro (2-2).
La velocidad de juego es altísima. Los intercambios son eléctricos. Las defensas desde el fondo son sublimes. Rodilla en tierra, los cuatro barren las esquinas y devuelven lo imposible. Salvo esa ocasión, los servicios imponen el dominio. Martín Díaz encandila con su repertorio. Voleas de revés cruzadas que mueren tras tocar en la malla lateral. Bloqueos imposibles de la artillería contraria. Combinaciones de seda y acero para desarmar a los oponentes.
A su lado, Fernando Belasteguin es un tornado sobre la pista. La rapidez con la que ejecuta las transiciones defensa-ataque no admite comparación en el circuito. Sus bandejas, poderosas, temibles, atormentan a Juani Mieres, incapaz de poner freno al misil.
Del otro lado, Lima y Mieres se revuelven desde el fondo y ganan la red a la menor ocasión.
El encuentro es trepidante, sin vacilaciones. Miguel Sciorilli y Bebe Aguste asisten, desde los banquillos, a un espectáculo superlativo. El duelo refleja la evolución de ambas parejas. Esa rivalidad que les retroalimenta, la ambición de unos hace mejores a los otros. En especial, a Pablo y a Juani. Su permanenten persecución les eleva cada año. No hay otra pareja en todo el circuito que resista el ritmo frenético de los Reyes.
La diferencia en la primera manga acaba surgiendo en el tie break y define bien la distancia que les separa. Juan y Bela no regalan. No, al menos, en los grandes momentos. Aquello que no pueden ganar, procuran no perderlo. Son tres errores los que decantan 51 minutos de batalla. Tres fallos de Juani Mieres, todos con la volea. ¡Sí, señor! celebra Bela cuando El Hispano estrella en el cristal de fondo su última bola y les entrega el primer set (7-6).
Los números uno del padel no aflojan en Granada
Continúa el segundo parcial con el mismo guión que el primero. Aunque, Lima y Mieres tratan de cambiar algo. Ahora sí, recurren más a la altura. Tratan de quitarle algo de velocidad al duelo. A su antojo, gestionan la pausa o le dan hilo al juego. Y casi logran su objetivo en el cuarto. Esta vez el susto es para el saque del argentino de Head. Juan Martín se atreve con el remate pero no coge altura. Juani, en la cinta, saca por tres metros el envío. La ocasión genera expectación en la grada que ansía alternativas. Bela, en cambio, descomunal, niega el anhelo. Es él quien levanta las dos bolas de break en contra que tienen sus oponentes para mantener a salvo su saque (2-2).
El dominio cabalga sobre cada servicio. Firmes y agresivos desde la red, mandan cada uno con el saque y sufren al resto…hasta el noveno. El 40-15 con el que Pablo Lima despacha parte de su saque no anticipa lo que está por ocurrir. Dos genialidades de Martín Díaz (un remate por tres y una bola cruzada que acaba con Lima en el suelo) apuran al brasileño que acaba sucumbiendo a la precipitación. Su remate no vuela. El argentino de Drop Shot lo saca por cuatro metros. La ocasión de break es azúcar en la boca de estos dos depredadores que rompen en otro momento señalado (5-4).
La formidable resistencia a la derrota de Lima y Mieres les lleva a lograr una oportunidad de rotura de inmediato. Pero Juan Martín, con un saque y volea eléctrica, desactiva la ofensiva. ¡Excelente! se recrea Bela cuando su compañero culmina un salvaje remate desde el fondo de pista que manda la bola junto a la grada. Al final, el segundo acto se cierra también con la firma de los números uno (6-4).
Lima y Mieres sucumben en el tercero
Marcada la segunda muesca, Juan Martín y Belasteguin cambian de inicio en el tercer capítulo. Los globos estratosféricos sobre Juani Mieres les abren pista hacia la red. Tienen prisa por cerrar, por evitar posibles complicaciones ante dos rivales que están a un nivel altísimo. ¡Este, este, este! se desgañita el de Pehuajó cuando ve que se esfuman las tres opciones de break que logran en el tercer juego. Finalmente, Juani se anota su saque y salva el peligro (2-1).
Si en el primer y segundo set, J&B esperaron la oportunidad para dar el zarpazo, ahora en este tercero, se abalanzan sobre sus rivales para dar la dentellada definitiva. Ocurre en el séptimo. Mieres, que saca, no logra cerrar su saque en las dos ocasiones de que dispone. Bela y Juan, decididos, suben el ritmo y provocan grietas. Al caníbal le basta una rendija.
Belasteguin, imperial, portentoso, eléctrico, sella la rotura con una acción individual en la que defiende desde el fondo, tapa su ángulo de revés junto a la malla lateral, bloquea en la red una víbora del contrario y finaliza con una pegada imponente (4-3). Con la grada rendida a su poderío, el guerrero sale de pista para recuperar el resuello.
A Lima y Mieres se les escapa un partido en el que lo hicieron todo bien. Les hubiera bastado ese juego para aplastar a cualquier rival. Lo demostraron en semifinales ante Paquito Navarro y Jordi Muñoz (6-1 y 6-2). Incluso, en algún enfrentamiento directo con Juan Martín y Bela hubiesen podido anotarse la victoria. Pero hoy, la solidez de sus adversarios ha sido constante. No han aflojado ni un solo instante.
El break es ya una losa demasiado pesada. Ni siquiera la opción de rotura que se les abre en el octavo les da aliento para seguir intentándolo. Belasteguin aborta la posibilidad con una salida de pared que dobla la pala de Mieres en la red (5-3).
El final llega con otra rotura que escenifica la rendición de la dupla argentino-brasileña. La seda de Martín Díaz y el mazo de Bela rubrican el 6-3 definitivo.
La victoria, obtenida con tres zarpazos, les da el noveno título de una temporada (en 10 finales disputadas) que volverá a coronarles como números uno por duodécimo año consecutivo. Son 25 partidos consecutivos invictos; 52 victorias y apenas tres derrotas en 2013.
Lima y Mieres suman su novena final perdida de las 11 disputadas, aunque en su interminable persecución del mito, Los Príncipes abren brecha con el resto de rivales.