El tornado les azota sin tregua ni clemencia. Con plomo en los tobillos y tinieblas en la mente, su padel resulta insuficiente para hallar respuestas, para plantear soluciones eficaces. Antonio Portillo y Richi Alcántara padecen la solidez implacable de sus oponentes en la pugna por el título de 1ª masculina del primer Torneo de Padel de Vals Sport Cónsul en 2015.
Son Javi Bravo y Pablo Herrera quienes achican la pista e imprimen un ritmo intenso que asfixia a sus contrarios desde el inicio. Lo relata bien el parcial de 3-0 con el que sacan de rueda a sus oponentes. Incluido un break que termina de provocar la cinta y que desespera, en los albores del partido, a Porti.
Es un contratiempo que inclina aún más el camino a quien busca fuerzas para superar el primer obstáculo. Sólo cuatro errores consecutivos, dos de Bravo y dos de Herrera dan un respiro a Portillo y Alcántara en el cuarto (3-1).

Ese pequeño bache amenaza con convertirse en un socavón en el impecable trayecto de Javi y Pablo cuando en el quinto juego Porti y Richi se procuran una bola de break al servicio de Bravo. Una prodigiosa bajada del astigitano de Babolat que no levanta Portillo evita la rotura (4-1).
Hubiera sido un oasis en el desierto, un depósito de energía y moral para no descolgarse de primeras. En cambio, el intento fallido acaba por socavar las opciones de Porti y Richi en el primer set. Enseguida, la brecha se amplía hasta alcanzar dimensiones incorregibles. En el sexto, el saque de Antonio Portillo sucumbe de nuevo al empuje de sus oponentes.
Bravo y Herrera buscan permanentemente el camino directo a la red. Lo hacen con globos y chiquitas que retuercen el inconsistente despliegue de sus contrarios. La tercera ocasión de break llega tras un gran trabajo de desgaste de Pablo a Porti. El astigitano exige por alto y por bajo al malagueño hasta que falla.

Finalmente, una bajada de pared fallida del de Wilson acaba por condenar su propio saque (5-1). Herrera, con su servicio, se encarga de echarle el telón al primer parcial (6-1).
Sin capacidad de reacción
Sobre la pista, no hay rastro del juego pétreo de Portillo y Alcántara. El de Wilson apenas se asoma por el balcón de la red, no deja ver su estilo agresivo y su remate se muestra apagado. A su lado, Richi permanece confinado en su esquina, sin apenas recorrido. Su habitual juego aguerrido y combativo hoy apenas luce.
No le encuentran el hilo al juego ni con el saque ni, por supuesto, al resto. Aún así, con oficio y corazón, evitan las dos dentelladas de sus contrarios en el saque inicial del segundo acto.
Es Richi Alcántara quien sirve. Los dos errores que impiden el break son de Bravo. El primero al enviar un resto directamente a la red. El segundo, tras una gran defensa de sus rivales que le mueven bien en la pista hasta cambiarle de lado. Desde el revés, el malagueño falla la bandeja.

De esta forma, Porti y Alcántara salvan el primer envite pero no tienen fuelle para nada más. Al resto no logran anotar ni un solo punto en los dos siguientes saques rivales. En cambio, en el tercero ceden el servicio de Portillo. El golpe repite patrón. Una chiquita de Bravo le enfila frente a frente con Antonio. Un duelo de malagueños, un cara a cara de Wilson, que resuelve Javi después de que su rival levantara demasiado la bola (2-1).
El juego de Bravo y Herrera resulta granítico para sus contrincantes. Para Porti y Alcántara, es una odisea doblegar la fenomenal resistencia de Pablo y Javi que no ceden pelota alguna. En el quinto, lo aguanta todo el de Babolat y acaba fallando Portillo. Una volea de Javi acaba certificando la oportunidad de break al saque de Richi (4-1).
El encuentro se ha acabado hace ya algún tiempo. El trámite concluye en el séptimo con otra rotura, esta vez al servicio de Porti. Javi descubre el paralelo desde el fondo y recupera la iniciativa a tiempo para que su compañero percuta con el remate.

Les basta la primera ocasión para cerrar el encuentro. Lo hace el propio Pablo Herrera, de nuevo, con la pegada (6-1).
Así llega el triunfo para una dupla sensacional ante dos rivales formidables que hoy no han podido exhibir su juego.