Una tempestad desatada al otro lado de la cinta. Un tornado que les aplasta en apenas 14 minutos. Maxi Sánchez, titánico en su despliegue; Juan Martín Díaz, estelar en sus apariciones. Juntos logran dos situaciones impensables en la final masculina del Cervezas Victoria Málaga Master 2015: en el marcador, un 0-4 a los números uno; sobre la moqueta, desnaturalizar a Belasteguin y Lima, conseguir que no se parezcan a ellos mismos.
La grada del Palacio de los Deportes Martín Carpena vibra con un duelo que sirve de revancha a la final de Mallorca. El público abarrota el recinto y lleva en volandas a la dupla número dos que con servicio de Juan Martín busca un estruendoso 0-5.
Para llegar ahí, Maxi muestra lo mejor de sí mismo. Intensidad, mucha velocidad en las transiciones, firmeza y una gran agresividad en torno a la red. A su lado, El Galleguito dicta su magisterio cuando la bola sobrevuela la cinta.
Bela y Lima, por el contrario, están irreconocibles. Especialistas en abrirse paso desde el fondo, sin atajos, se empeñan ahora en buscar el cuerpo a cuerpo; un error mayúsculo ante dos pistoleros como el de Drop Shot y el de Bullpadel.
La condena es firme. Dos break inapelables que anuncian un escenario inédito en la temporada. Un gran resto de Juan Martín le abre paso hacia la red para definir la primera rotura (0-2).

La segunda también lleva la rúbrica del hispano-argentino que sanciona un error de Lima con una volea en paralelo (0-4). Entre ambas secuencias, Maxi Sánchez exhibe un dinamismo sobrecogedor que achica la pista y presiona a sus rivales. Lo acusa sobre todo Bela que comete varios errores poco frecuentes en él. Todo un síntoma de la incomodidad que le supone este relato.
A los 14 minutos, gran parte del público celebra la debacle de los números uno. Craso error cuando Lima y Bela están sobre una moqueta. Les basta una mirada y un par de frases para recordar quiénes son y reconducir su discurso. No es la victoria o la derrota, sino algo más importante que todo ello: la identidad.
Enorme reacción de Bela y Lima
Al cuarto de hora, con el saque de Juan Martín, Bela y Lima comienzan a trazar un juego diferente, más reconocible. El de Pehuajó envía a Maxi al fondo; su compañero le asfixia con sus incorporaciones a la red. La jaula que construyen atrapa al de Villa Mercedes y deja fuera, aislado, sin conexión alguna, a su compañero.
La primera ocasión de break la destroza Maxi con un sorpresivo remate tras un gran saque de Juan. Un error del de Bullpadel abre la segunda. La conjura de la dupla argentino-brasileña (¡vamos Bela, vamos aquí! grita Pablo) surte efecto.

Belasteguin mueve con mucho tino a Maxi de la red al fondo; éste busca el paralelo para evitar la danza con Bela, y en su duelo con Lima acaba fallando (1-4).
Esa rotura no es un simple traspié. Del lado de los números uno simboliza una capacidad de reacción impresionante amparada en una fortaleza mental única en el circuito. En cuanto a Juan y Maxi, el break revela de inmediato la eficacia del planteamiento de sus oponentes.
La maestría de Bela y Lima para mover a Maxi y aislar a su compañero les abre camino hacia la red. Y allí son dos fieras implacables.
Consolidada la rotura, la pareja Adeslas firma su segundo break consecutivo, este al saque de Maxi. La muralla defensiva de Bela es ya inabordable para su oponente cruzado. El error de Sánchez con la volea entrega su propio saque (3-4).
Con sus rivales camino del banquillo y la grada, incrédula; Bela y Lima, cara a cara sobre la moqueta azul, se miran, se hablan, ahora sí, se reconocen y se encienden.

El Galleguito, en la reanudación, espera a su compañero junto a la puerta y le tiende la mano en alto. El gesto tiene aún más valor por el contexto y por su protagonista.
Con el saque de Lima, y en blanco, 18 minutos después de asomarse al abismo; el brasileño y Bela han logrado encaramarse de nuevo al sendero (4-4).
Media hora después del inicio, el marcador apunta a una ficticia igualdad que no refleja la realidad sobre la pista. Porque Belasteguin y Pablo Lima están hambrientos de su tercer break, una rotura que encaminan en el undécimo con un 0-30 y que no acaban convirtiendo.
Así, es el tie break lo que resuelve el vibrante primer acto. Con 2-2, un parcial de 5-0 encumbra a los números uno. En el último intercambio, tapa en la red Lima y pega Bela; es Juan Martín quien llega y devuelve el remate; Pablo responde como puede y Maxi se eleva para imponer el mazo. Belasteguin, imperial, saca por cuatro metros en la red. El argentino espera a Lima junto a la puerta y le señala como autor del punto (6-7).
Maxi y Juan Martín, sin respuestas
El segundo acto, sin embargo, ofrece un escenario muy distinto. No hay ya ni rastro del poderoso despliegue de Maxi. Sometido a sus contrarios, las dudas le han invadido. Y Juan no encuentra modo de interferir con su dictado.

La consecuencia es un nuevo break para Bela y Lima en el segundo juego. Son dos bolas para romper. Maxi recurre a su pegada para ahuyentar los fantasmas. En la primera, lo consigue. En la segunda, en cambio, Bela emerge en la red para sacar por tres metros la pegada de su rival. Con el puño apretado y mirando al tendido, el de Pehuajó parece celebrar no sólo el punto sino su victoria particular contra parte de la grada (0-2).
El recuerdo de Mallorca, ese parcial de 10-0 que Juan Martín y Maxi encajaron tras desplomarse ante los números uno, irrumpe en el Carpena. A la hora de partido, Maxi Sánchez es ya una sombra de sí mismo. Tampoco El Galleguito muestra tino en las escasas opciones en que encuentra pista. Sorprende, además, la falta de variantes en la estrategia de ambos con Rodri Ovide en el banco.
En el cuarto, un nuevo break oscurece definitivamente la final de este Master en Málaga para Maxi y Juan. Del 0-40, Maxi salva las dos primeras. La tercera, en cambio, la estrella directamente en la red al descolgar un envío con su bandeja (0-4).
Bela se queda tieso
Esa rotura sitúa el duelo descontando ya los puntos para coronar a los triunfadores. Pero, entonces, la alarma resuena en el recinto. ¡Fisio a pista! ¡Tres minutos! anuncia el juez árbitro. Lo que parece una anécdota, sin embargo, está a punto de cambiar radicalmente el enfrentamiento.
Es Bela quien recibe la atención por un problema muscular en sus piernas que no parece grave cuando, reanudado el juego, él y Lima conservan el saque propio y quedan a un paso de la victoria (0-5).

Sin embargo, el fisio vuelve a tratar a Belasteguin que, cuando vuelve a la cancha, es otro. El argentino, acalambrado, queda clavado en la moqueta. Pide campo Lima para compensar la limitación. El brasileño le gana un duelo cara a cara a Juan Martín y procura una bola de partido en el sexto. Estira Bela que parece ajeno a lo que ocurre.
El de Drop Shot salva el envite con su remate. A partir de ahí, el fusilamiento a Belasteguin es descarado. Con grilletes en las piernas, el de Head apenas acierta a jugar de mano. Juan y Maxi conservan su saque (1-5) y, de inmediato, consiguen un break en blanco, impensable hasta entonces (2-5).
¡Qué infortunio! A un palmo de la línea de meta, Bela parece incapaz de dar un solo paso. En blanco, Maxi gana su propio servicio (3-5) sin apenas resistencia. La afición se relame.
Y, entonces, ocurre un hecho inexplicable para la grada; asombrosamente lógico a ras de pista. Belasteguin, repentinamente, resucita. Aprovechando el cambio de bolas, el argentino tira de reserva y vuelve a apretar el juego. Es un todo o nada. Él, con su saque, y Lima recurren a la contundencia buscando finiquitar el duelo.
Así, un remate por tres metros de Lima da el segundo match ball. Lo salva Juan Martín con una gran volea al medio que acaba con el brasileño de Asics lanzándose en plancha al suelo para intentar devolver la bola.
A palos, Bela y Pablo consiguen la tercera bola de partido. Esta vez, Lima acierta con el remate. Llega Maxi a devolverlo pero toca la red. El triunfo es un hecho (7-6 y 6-3).
La rabia de los números uno sobre la pista es una liberación ante el dramático giro de una final espléndida. Fernando Belasteguin y Pablo Lima consiguen en Málaga su cuarto título del año; el sexto para el argentino.
Juan Martín y Maxi, por su parte, anuncian definitivamente su candidatura a todo.

Buenas!
De lo estrictamente deportivo, un poco lo de siempre, y casi calco de la final anterior, salvo que en esta el inicio más arrollador de la pareja 2. Pero, una vez Bela y Lima entran en juego… imparables.
De lo extra deportivo a mí me han surgido muchas dudas y sucedieron cosas que no me terminaron de encajar. Por un lado, entiendo que Bela, tras los calambres, decidiera reservarse hasta su servicio para intentar cerrar ahí. Bien. ¿Pero tanto? Quiero decir, daba la impresión de no poder moverse, y sin embargo en su servicio corrió, y le pegó como una bestia… No sé qué pensar… y no ayuda demasiado a su «relación» con el público creo.
Por el otro lado, la actitud de Pablito Lima creo que dejó bastante que desear. Desde la lesión de Bela no hacía mas que poner malas caras, y negar con la cabeza, no sabemos si rabia o de qué, pero en cualquier caso creo que no era lo que más ayudaba a su compañero en ese momento. Y finalmente encarándose con el público, con mensajito incluído en la entrevista con Andrea… ¿qué consigue con esto? El público puede ser injusto, sí, pero encarándote a ellos no ganas nada. Mi humilde opinión. Creo que Lima ha dado síntomas de llevar muy bien las victorias, pero no tanto los momentos complicados (y eso que aún no ha perdido un partido). O quizá hay algo que desconozco… espero sea lo último, porque su calidad como jugador es incuestionable.
¡Saludos!
Ayer parecía que es Bela/Lima contra todos, la gente obviamente siempre apoya a los mas «debiles» por decirlo de algún modo; son las reglas del juego y deben asumirlos. Hace mal Lima al entrar en ese juego, no lo favorece y se ganó el publico en contra… una pena porque está intratable y ayer fue el MVP de la final. Creo tambien que Maxi y JMD le perdonaron un poco la vida, porque es feo jugar contra alguien lesionado y algunos puntos se lo dejaron servido como para no exigirlo a Bela. Lo que si tambien fue evidente en la entrega de premios que Bela no la estaba pasando bien, pobre tipo que no puede ser feliz cuando gana un torneo porque parte del publico no lo quiere y no reconocen su trabajo
En cuanto a lo deportivo, no es responsabilidad del entrenador en cambiar la estrategia cuando las cosas no salen?? pareciera que no tienen un plan B cuando se complica el partido; tratar de que JMD entre mas en partido ya que todo el desgaste (y errores) son de Maxi.
Sí, desde fuera se aprecia una cierta falta de alternativas por parte de Juan y Maxi (y de su banquillo) para intentar cambiar el curso del partido. También me pareció feo el gesto de Lima, la verdad.
Saludos.
Hola, Kurro. Creo que Lima se equivocó en su reproche al público por más tenso que fuera el momento. Y en cuanto a su malestar tras la lesión de Bela, bueno, sólo él (y algunos más) saben realmente por qué reaccionó así, jejejeje.
Yo lo de las molestias musculares lo dejo en una anécdota (que le pudo costar cara, eso sí). Me quedo con que en el 14′ iban 0-4 y en el 32′ 4-4. Y que casi le endosan otro 6-0 a Juan y a Maxi. Algo deberán hacer éstos porque no pueden permitirse diluirse así en una final.
Saludos.
Saludos.