Es jueves pero podía ser cualquier día. Es 5 de julio pero valdría cualquier fecha. Parece un día más pero el mundo del pádel recibe una noticia que, en otra época o en otras circunstancias, hubiera sido de alcance.
Gabriel Reca anuncia su retirada como jugador profesional de pádel.
El adiós de Reca: se va un referente
A punto de cumplir los 45 años (lo hace el próximo 10 de agosto), el bonaerense dice adiós.
Lo hace a través de un comunicado escueto que publica en redes sociales. Se despide de manera sencilla y directa, como se manejaba en la pista.
Puede que a muchos les diga poco. En especial, a quienes hace poco que se han dejado cautivar por este deporte y no conocen más que lo último. Pero, para quienes aún tienen memoria (y no tienen reparo alguno por ello), es una despedida que, por más inevitable que resulte, siempre coge a destiempo.
Porque nunca es un buen momento para la retirada de alguien como Gaby Reca. Su final nos hace mayores. Nos recuerda que una etapa se aleja en los pasos de toda una generación. Nos muestra que, incluso en estos momentos (o, sobre todo en ellos), las miserias del negocio pesan más que la esencia del deporte. Pero, sobre todo, nos va dejando huérfanos de clásicos. Y ‘El Mítico’, sin duda, lo es.
Es un clásico para los aficionados; y mucho más que un compañero para los jugadores. Gaby Reca no es sólo uno de los suyos: es, en verdad, un referente para todos ellos; sobre todo, para los más ilustres.
Una trayectoria brillante
Mitad argentino, mitad francés, su juego ha resultado universal y su aportación contribuyó a conectar los dos epicentros principales de un deporte que en Argentina se entendía desde la pasión y en España se refugiaba en el elitismo. Era época de pocos focos y enormes talentos.
Gaby irrumpió en 1992 y, desde entonces, ha ido configurando un relato que le convierte en figura imprescindible de la historia del pádel.
Su palmarés le sitúa en la cumbre de esta disciplina. Cinco veces campeón del mundo por selecciones con Argentina (1996, 2000, 2002, 2004 y 2006); tres veces subcampeón mundial por parejas (2000, 2002 y 2004); ganó multitud de torneos y llegó a gobernar el pádel desde el número 1 junto a Seba Nerone, con quien dio forma a ‘Los Míticos’, una pareja inolvidable.
Ellos fueron quienes plantaron una formidable oposición a Fernando Belasteguin y Juan Martín Díaz durante un tiempo, una pugna que hoy hubiese llenado los streaming y las redes sociales. No había entonces tantos ojos sobre la moqueta.
Reca jugaba con las apariencias pero nunca perdía las formas. Su caminar pausado, de apariencia cansina, contrastaba con el picante de su juego y la competitividad que desprendía su carácter. Genio y talento en un jugador que descifraba cada encuentro antes de que plantease el nudo.
No era el jugador más alto ni el más potente ni el más rápido. Pero encontraba soluciones para resultar decisivo cuando debía, allí donde más daño podía hacer.
«Gaby es un tipo que con una pincelada, cambia un partido. Cuando tiene la bola…, bueno, a mí me ha hecho pasar vergüenza», reconocía hace tiempo el propio Juan Martín Díaz a propósito de los destellos de quien fue su rival.
Bajo el disfraz de jugador de derecha, su lectura de juego de Reca desbrozaba los partidos y le catapultaba a cualquier parcela de la pista, incluso al revés, para destrozar el juego. Cuando así lo sentía, se mostraba como un funambulista sobre la cinta para certificar la defunción exitosa de la jugada que había imaginado. No era, en absoluto, un jugador caótico sino un maestro que instauraba su propio orden.
Sin grandes arabescos, Reca buscaba la efectividad a través de la eficiencia. Su golpeo de derecha firme, imprevisible. Su bandeja de seda buscando rejas, mallas (o picos, cuando los había). Su bajada de pared, con tanta decisión como intención. Su volea, inesperada, impredecible. Acciones que se instalan en la memoria de quienes le eligieron como maestro, compañero, referente o ídolo para configurar un recuerdo imborrable.
Reacciones de una parte del pádel
A un jugador como Reca no se le despide; se le reivindica. Y es lo que, ante su anuncio de retirada, ha hecho una parte del mundo del pádel, esa que comprende que no es necesario enterrar las raíces de este deporte a cambio de un futuro mejor.
Son apenas un puñado de valientes, jugadores y entrenadores, los que han querido poner en valor públicamente la figura de un imprescindible. En verdad, le están despidiendo de lo mundano mientras le abren la puerta del Olimpo del Pádel.
Lo han hecho profesionales como Gustavo Pratto (entrenador de Sanyo y Maxi), que lo sufrió como rival, para quien Reca es “uno de los mejores jugadores de la historia”.
Coincide en el análisis Manu Martín, entrenador de Ale Salazar y Ari Sánchez, que le entrenó durante una época, y ha querido dedicarle uno de sus videos en su célebre canal de Youtube.
El Galleguito Juan Martín Díaz ha sido uno de los ilustres que ha elogiado públicamente la trayectoria de Reca: “ojalá salgan muchos Gabys Recas en el futuro”.
La jugadora madrileña Alejandra Salazar, una alumna aventajada del franco-argentino, le ha querido agradecer su inspiración: “Cuántos valores transmites que dejan huella”.
La jugadora argentina Cata Tenorio, que llegó a España de su mano en 2003, lo tiene claro: “Fue mi jugador a copiar pero su derecha es única”.
El jugador canario Aday Santana también ha querido poner a salvo su recuerdo: “Se va un genio pero deja una etapa imborrable”.
La jugadora argentina, Ceci Reiter, ha reconocido la talla de su compatriota: «En épocas en las que parece que sólo vale lo nuevo, se retira un grande».
Faltan muchas voces, sin duda, en esta manifestación pública de admiración y afecto: compañeros, rivales, marcas (¿hola, Bullpadel?)… Y, desde luego, World Padel Tour.
El silencio de World Padel Tour
Han pasado 72 horas desde el anuncio del jugador y el circuito profesional de pádel sigue ignorando la noticia. Para World Padel Tour, el adiós de un jugador de época como Gaby Reca ni siquiera ha merecido un simple comentario en redes sociales.
El olvido resulta imperdonable aunque, desde luego, no sorprende. En el pasado Master de Valladolid tuvo lugar el último partido profesional de Gaby Reca. Eligió unirse de nuevo a Seba Nerone para formar ‘Los Míticos‘ por última vez.
El revival acabó mal por la retirada por lesión de Nerone pero no era una cuestión de resultado sino de historia.
La organización, en cambio, optó por no destacar el regreso de Los Míticos (apenas hizo mención de ello en el interior de una noticia genérica sobre el torneo) y envió aquel partido con sabor a despedida a la pista auxiliar y en un horario poco favorable (aún así, muchos jugadores se acercaron a presenciarlo).
Algún cumpleaños y la presencia de un jugador japonés en la prueba vallisoletana resultaron hechos más relevantes para el circuito de Damm como ahora, a propósito de la retirada de Reca, les parece más noticia la presencia de un jugador lituano y un grupo de hinchas austríacos en el Open de Valencia.
El tratamiento que World Padel Tour le ha dispensado al adiós de Reca no está a la altura de la competición que organiza. Las posibles diferencias que pudieran haber surgido entre el jugador y directivos del circuito, si las hubiere, corresponden a un ámbito diferente que no puede afectar a la trayectoria del franco-argentino.
Con muchos aciertos (y también algunos errores), el presente y el futuro del pádel profesional está en manos de Damm. Es indiscutible el crecimiento que ha experimentado la competición y, desde luego, algo digno de elogio. Pero el pasado, la historia de este deporte, no va incluido en el pack.
Los pilares del pádel van más allá de las líneas rojas que haya podido establecer World Padel Tour; más aún cuando hablamos de jugadores que trascienden cualquier época y que han resultado decisivos para que hoy este deporte exhiba esta fortaleza.
En 2015, el propio circuito World Padel Tour ya brindó un homenaje a Los Míticos ante su separación definitiva. Lo hizo con un precioso reportaje en el que participaron grandes jugadores, incluso el propio Bebe Auguste, ya entonces en el staff del circuito. Era una etapa en la que aún no había estallado el caso Pastor (Óscar Solé y Andrea Ballester aún estaban en el departamento de Comunicación de WPT).
La batalla entre Damm y el magnate monegasco ha dejado importantes cicatrices, sin duda. Pero la memoria del pádel no puede ser reescrita por una pugna mercantil. Todo lo contrario. El pádel profesional ha dado un enorme salto hacia el futuro de la mano del grupo cervecero. Ahora falta que en su exitoso viaje no olvide el pasado y le conceda el lugar que realmente merece.
Con este genio aún están a tiempo. World Padel Tour tiene buenos profesionales con capacidad y sensibilidad suficiente para brindarle el homenaje pertinente a este talento franco-argentino. Ojalá lo veamos en breve.
Mientras tanto, y a pesar de todo, Gaby Reca, ‘El Mítico’, pasa ya a ser eterno.
Actualización
Finalmente, World Padel Tour se pronunció sobre la retirada de Gaby Reca. Lo hizo tres días después del anuncio del jugador con el siguiente mensaje en Twitter:
