El pádel ha salvado un match ball hoy lunes 14 de noviembre. Y lo ha hecho, además, en territorio del todopoderoso tenis.
La Asamblea General de la Federación Internacional de Tenis (ITF) ha debatido la modificación de sus estatutos para dar cabida al pádel bajo su paraguas y control en la reunión mantenida en Glasgow. La propuesta partía de la propia Junta Directiva y requería de la aprobación de dos tercios del foro asambleario para salir adelante. No la ha recibido.
La Federación Internacional de Pádel ha informado hoy del resultado de dicha votación a una resolución que había considerado como “una adquisición hostil” del pádel por parte de la ITF.
El presidente de la FIP, Luigi Carraro, exultante, ha calificado el rechazo a la propuesta como “una victoria para la independencia e integridad del deporte; para nuestros jugadores, para los fanáticos de Padel; y para todas las instituciones de todo el mundo que promueven y protegen la independencia de otros cuerpos deportivos”; y al mismo tiempo, lo ha definido como «una derrota rotunda para los ejecutivos deportivos interesados que buscan vías a través de resoluciones para frenar el desarrollo de deportes”.
La propia FIP había acudido al Tribunal de Arbitraje Deportivo en caso de que esta última fase de la ofensiva del tenis hacia el pádel prosperase. También se había posicionado en contra la Asociación de Jugadores Profesionales PPA que remitió un escrito al presidente de la ITF en el que rechazaba cualquier intento de absorción por parte de aquel deporte y reafirmaba su apoyo a la FIP como único organismo rector del pádel.
Esta estrategia defensiva de la FIP ha tenido su momento culminante en la propia Asamblea de la ITF en la que han sido varias federaciones de tenis las que han rechazado la propuesta de la Junta Directiva lo que ha impedido que alcanzase la mayoría suficiente para salir adelante.
Posicionamiento de las federaciones de tenis
El asalto del pádel al tenis viene fraguándose desde hace algunos años en los que el crecimiento a nivel internacional del deporte de la pala ha despertado una notable preocupación en el seno de la ITF.
Este año, sin embargo, la ofensiva se ha visto acelerada ante los desencuentros producidos entre la ITF y la propia Federación Internacional de Pádel.
Así, el pasado 6 de mayo la ITF celebró por primera vez en 49 años su primera Asamblea General Extraordinaria. En ella, además de abordar las consecuencias de la invasión de Rusia a Ucrania (suspensión de las federaciones de Rusia y Bielorrusia), se incluyó el asunto del pádel.
El director ejecutivo de la ITF, Kelly Fairweather, fue el encargado entonces de relatar las desavenencias con la FIP, la preocupación en torno a la amenaza que el pádel supone para el tenis y argumentó por qué la ITF debería hacerse cargo de su desarrollo y de qué forma contribuiría.
El planteamiento de Fairweather, que cuenta con el respaldo del presidente de la ITF, David Haggerty, encontró oposición directa, entonces, en varias federaciones de tenis. Una de ellas fue la Federación Italiana de Tenis la que, por boca del presidente de Comité Regional de Lazio, Giorgio Di Palermo (en representación del presidente Angelo Binaghi) expresó su apoyo independiente a la ITF y a la FIP como miembro de ambos organismo y rechazó la injerencia del tenis en el pádel ya que “perjudica la reputación de la ITF”.
También defendió la independencia del pádel y su gobierno bajo el paraguas de la FIP el presidente de la Asociación de Tenis de Qatar, Nasser Al Khelaifi, quien rechazó la injerencia de la ITF.
Sin embargo, hubo quien manifestó su respaldo directo a la propuesta de absorber el pádel bajo el paraguas federativo de la ITF. Uno de ellos fue el español, Jordi Tamayo, vicepresidente de la Real Federación Española de Tenis, que aseguró que había encontrado dificultades desde 2017 para cooperar con la FIP y apoyó la estrategia de la ITF de fusionarse con la FIP.
También ofreció su visto bueno a esta propuesta la Federación Danesa de Tenis. Su presidente Henrik Pederson desveló que desde hace dos años trata de incorporarse a la FIP sin éxito, se mostró poco convencido de la línea de trabajo de la FIP y pidió a la ITF que apoyara el desarrollo del pádel.
El presidente de la Federación Brasileña de Tenis, Rafael Westrupp, fue otro de los que afirmó su apoyo a la ITF en sus esfuerzos por buscar el diálogo y las soluciones con respecto al pádel.
Desde la Federación Holandesa de Tenis, también integrada en la FIP, el presidente Roger Davids explicó el notable crecimiento que ha tenido el pádel en el territorio tras la fusión amistosa entre su entidad y la Federación Holandesa de Pádel (en tres años han pasado de 25.000 a 150.000 jugadores según los datos que propocionaron); y en base a ello, se ofreció para lograr una diálogo positivo entre la FIP y la ITF.
La Federación Belga de Tenis, presente en ambas entidades; o la Federación de Tenis de Singapur también optaron por esta vía de cooperación.
El director ejecutivo de Tennis Canadá, Michael Downey, fue más allá y solicitó que la revisión por parte de la ITF de otros deportes alternativos no se quedara en el pádel y abarcase otros deportes como el pickleball.
Por su parte, tanto la Federación Noruega de Tenis, presente en la FIP, como la Lawn Tennis Association, se desmarcaron de la declaración institucional formulada por la FIP en su Asamblea General del 29 de abril y desvelaron que no dieron su respaldo a dicho pronunciamiento pese a que fue anunciado como un posicionamiento unánime por parte del ente federativo de pádel.
Aquel debate cerró la sesión. A partir de ahí se creó un grupo de trabajo para el pádel y se realizaron consultas desde la ITF a sus miembros sobre este asunto. El resultado de todo ello, cinco meses después, ha sido la resolución para tomar las riendas del deporte de la pala que, finalmente, no ha logrado al respaldo necesario de la Asamblea General.