La ‘Operación Blindaje’ ya está en marcha en el seno de la Federación Internacional de Pádel. Su actual presidente, Luigi Carraro, ha empezado a maniobrar, en pleno año electoral, para despejarse el camino con una modificación estatutaria llevada a cabo de tapadillo, sin apenas difusión, en la que amplía el mandato presidencial hasta los 8 años, se otorga más poder y remueve algunos controles a su actividad.
Además, desde la FIP se anima a las federaciones nacionales miembros a seguir esa hoja de ruta para ampliar los mandatos de 4 a 8 años. Todo ello con el pretexto de “desarrollar e implementar estrategias a medio / largo plazo destinadas a desarrollar el pádel a nivel mundial”.
Una cambio de estatutos de tapadillo y sin ninguna publicidad
“Unidos y cohesionados, así hemos superado desafíos cruciales y así construiremos nuestro futuro”. Con estas palabras del presidente Carraro, la Federación Internacional de Pádel encabezó el comunicado informativo sobre la Asamblea General que tuvo lugar el 17 de mayo en Asunción (Paraguay), durante la celebración del torneo P2 de Premier Padel.
La reunión tuvo lugar en la sede del Comité Olímpico Paraguayo. Según ha podido saber Padelazo.com, hubo mucha insistencia desde la FIP, en las semanas previas a la cita, para que el mayor número de asambleístas estuviera presente. Finalmente, el 75 por ciento de “los votantes elegibles” se dieron cita en en aquel salón en el que se desarrolló la sesión asamblearia.
Tras el evento, la Federación Internacional de Pádel detalló los principales asuntos abordados en un comunicado publicado en su web y, mediante una nota de prensa enviada a medios de comunicación. En dicho comunicado figura la incorporación de 10 nuevos miembros, la nueva estructura de la FIP con tres sedes, los Juegos Panamericanos, la consolidación de las competiciones de la FIP, con especial atención la presentación del World Padel Reporte (un informe sobre el desarrollo del pádel), y el crecimiento de los canales digitales de la FIP.
Del cambio de Estatutos, una circunstancia excepcional, apenas hubo referencia y se incluyó en un elogio de la “unanimidad”, que según la FIP, respaldó cada propuesta. “Cada llamada a votación recibió unanimidad, incluida la muy importante sobre la aprobación de la reforma del Estatuto de la FIP, que la Junta Directiva presentó a los miembros de la asamblea”, reza en la nota del organismo internacional como única mención a la modificación de estatutos. No hubo detalle alguno de en qué consistía el cambio planteado en pleno año electoral.
“En esta asamblea, aquí con todos ustedes, siento aún más fuerte ese sentimiento de unidad que en estos años nos ha llevado a donde estamos ahora. Es verdad”, aseveró, exultante, el presidente Carraro.
Desde entonces, la Federación Internacional de Pádel no ha vuelto a hacer referencia alguna a esa reforma estatutaria ni ha comunicado el contenido de la misma. Solo la publicación preceptiva de los Estatutos reformulados en la web del organismo y su comparativa con los anteriores ha permitido conocer el alcance de la medida.
Más tiempo en la presidencia de la FIP
Lo que la FIP ha mantenido oculto todas estas semanas es una modificación de Estatutos impulsada por el propio presidente Luigi Carraro y que ha disfrazado como propuesta de la Junta Directiva.
De los cambios propuestos, destaca una medida inédita: mandatos presidenciales de 8 años. Nunca antes en la historia de este organismo se había producido este hecho.
“Con el fin de desarrollar e implementar estrategias a medio / largo plazo destinadas a desarrollar el pádel a nivel mundial, el Presidente será elegido por un mandato de ocho años consecutivos”, figura en el nuevo documento aprobado, lo que deja atrás la elección del presidente de la FIP para un periodo de cuatro años consecutivos coincidentes con los periodos olímpicos.
Este, por tanto, con la celebración de los Juegos Olímpicos de París es año electoral, y Carraro no ha querido esperar más para introducir una modificación que, en caso de presentarse a la reelección (hecho que no ha anunciado pero que se da por seguro), le despejaría el camino durante ocho años.
Carraro llegó a la presidencia de la FIP en las elecciones de 2018, celebradas en Paraguay, tras la dimisión del entonces presidente Daniel Patti (al que el propio Carraro repescó mediante una contratación). Tras dos años en el cargo, revalidó su presidencia en los comicios de 2021 (correspondieron a 2020 pero se celebraron en abril de 2021).
El italiano, sin embargo, no está dispuesto a someterse al escrutinio de las urnas con tanta frecuencia y ha decidido ampliar mandato, lo que, en caso de volver a ser elegido, le permitirá estar en el cargo hasta 2032 sin necesidad de volver a pasar por unas elecciones. En este caso, Carraro sería el presidente que más tiempo ha estado al frente de la FIP.
Pese a lo inédito de la medida, desde la FIP no han informado de ello, ni el propio presidente ha hecho referencia alguna a este hecho. Las interacciones en las redes sociales de la FIP merecieron más espacio que esto en la comunicación oficial del organismo sobre el contenido de la Asamblea celebrada en Asunción.
Carraro quiere propagar su ejemplo
Por más extraordinario que resulte la iniciativa, Luigi Carraro busca minimizar el carácter de anomalía o excepcionalidad. Para ello, en el cambio estatutario planteado «se anima a las Federaciones Nacionales a disponer que sus Presidentes Nacionales sean elegidos por mandatos de ocho años». Esto es, el presidente de la FIP abre camino y busca propagar su ejemplo.
La iniciativa, sin embargo, contrasta con recomendaciones o directrices legales en varios de los países cuyas federaciones son miembros de la FIP. Es el caso de España, por ejemplo. Pese a que el presidente de la Federación Española de Pádel, Ramón Morcillo, respaldó la modificación de Carraro en la Asamblea de la FIP, una extensión de mandato similar en el organismo federativo español choca, no solo con sus propios estatutos, sino, además, con la línea marcada por el Consejo Superior de Deportes.
Más poder y menos controles
El cambio de duración del mandato presidencial no es la única modificación realizada en los Estatutos de la FIP. Además de tiempo, el presidente se otorga más poder y elimina algunos controles.
Para empezar, se endurecen las condiciones para que la presentación de candidaturas a la presidencia. Hasta ahora, las nominaciones para el cargo de presidente podían ser hechas por componentes de la Junta Directiva o por miembros de clase B de la propia FIP que hubieran participado en cuatro ocasiones, al menos, en un Mundial Absoluto por Equipos.
Ahora, este requisito se complica. Solo podrán presentar candidaturas, más allá de los directivos, los miembros de clase B que hayan disputado la fase final de un Campeonato del Mundo Absoluto o del Campeonato del Mundo de Menores en, al menos, ocho ocasiones.
El cambio promovido por Carraro y, aceptado por la Junta Directiva, primero, y por la Asamblea General después, otorga más poder a la figura presidencial en detrimento del órgano directivo y del foro asambleario y le elimina algunos controles a su actividad.
En este sentido, el presidente pasa a ser casi plenipotenciario en algunos aspectos sin necesidad de rendir cuentas. Hasta ahora, “como instrumento de protección para sus acciones”, según figuraba en la anterior versión de los Estatutos, el máximo representante de la FIP no podía firmar contratos que superasen el periodo de su mandato, ni firmar convenios o contratos sin la aprobación de la Junta Directiva.
A partir de ahora, en virtud del cambio aprobado, “firmará todos los documentos y acuerdos necesarios, contratará personal y contratará asesores, celebrará acuerdos con instituciones deportivas, negociará y ejecutará acuerdos comerciales, gestionará y supervisará cualquier otra actividad diaria de la FIP”.
Además, retira una competencia que venía siendo de la Junta Directiva y se la atribuye a sí mismo: “administrará las finanzas (incluyendo sin limitación), los activos y los pasivos de la FIP para cualquiera de los fines de la FIP y para llevar a cabo cualquier negocio u operación que la FIP esté autorizada a realizar en virtud de los Estatutos”.
La presidencia de la Federación Internacional de Pádel es un cargo de dedicación plena y remunerado. Se desconoce la cuantía de tal remuneración pero llama la atención que, a diferencia de lo que ocurre en una gran parte de las entidades federativas, el salario del presidente no lo aprueba la Asamblea General sino la Junta Directiva.
Presidente vitalicio
La figura de Presidente Honorario Vitalicio ya existía en los Estatutos de la FIP. La modificación aprobada en mayo afecta también a esta figura, rebaja los requisitos y facilita las candidaturas.
En este sentido, antes solo los miembros de la Junta Directiva podían propone para este cargo honorífico a una persona. Ahora se añade la posibilidad de que también puedar formular dicha propuesta cualquier miembro de clase A y B.
Y, además, se relaja el respaldo asambleario necesario. Hasta ahora, el nombramiento de esta figura, con voz en las asambleas aunque sin voto, debía tener un apoyo de cuatro quintos de los asambleístas. A partir del cambio, basta con dos tercios.
Al mismo tiempo, desaparece la figura de Vicepresidente Honorario Vitalicio.
Igual duración pero más competencias para la Junta Directiva
La Junta Directiva de la FIP debe estar formada por seis componentes más el presidente. En la web del organismo internacional no figura información alguna sobre quiénes son los actuales directivos del organismo. En cualquier caso, se conoce que uno de ellos es el actual presidente de la Federación Española de Pádel, Ramón Morcillo, que, como el resto de integrantes, no figura en este órgano como representante federativo español si no a título individual. En la Asamblea, sin embargo, sí representa a la FEP.
El cambio de Estatutos aprobado, en algunos aspectos, refuerza las competencias de la Junta Directiva en detrimento de la Asamblea General.
El nuevo texto estatutario mantiene la vigencia de 4 años para el órgano directivo; es decir, a partir de ahora tendrá que ser renovado a mitad de mandato del presidente que cumple a los 8 años. La elección de los directivos se produce por la Asamblea General y es esta, en caso de determinados supuestos (incapacidad, privación de libertad, dimisión, violación de la confidencialidad o sanciones), la que puede cesar del cargo a cualquier componente de la directiva.
Sin embargo, ahora lo tendrá más complicado ya que se eliminan dos de los siete supuestos que aparecían en anteriores versiones de los Estatutos.
Hasta ahora bastaba una resolución de la Asamblea General para la destitución de un directivo. Ya no será posible si no se ajusta a los motivos indicados.
Tampoco será motivo de cese, como sí lo era hasta ahora, el hecho de que el directivo de la FIP sea insolvente o haya suspendido pagos a sus acreedores, o ajuste una deuda con ellos. La situación económica del directivo no tendrá indicidencia.
Por otro lado, se otorgan competencias a la directiva que, hasta la fecha, eran de la Asamblea General. Una de ellas gira en torno a las solicitudes para organizar las competiciones FIP. El órgano asambleario venía siendo el encargado, en teoría, de considerar y tratar estas peticiones. Ahora, es la Junta Directiva quien debe “decidir el país anfitrión y las sedes correspondientes de acuerdo con el procedimiento competitivo llevado a cabo entre los Miembros”.
También pasa de la Asamblea al órgano directivo la modificación de las reglas aplicables a las competiciones FIP, excepto de los mundiales absolutos, que siguen en manos de los asambleístas.
Al mismo tiempo, el órgano directivo reduce los requisitos para aprobar asuntos. Antes, en una votación mediante correo o email de cualquier tema convocado por el presidente, era necesario un respaldo de dos tercios de los directivos. Ahora, basta con una mayoría simple.
Y las convocatorias del órgano directivo ya no son preceptivas con una antelación de 30 días. Ahora, basta con que sean notificadas con 5 días de antelación.
La Junta Directiva, incluso, incorpora la potestad de plantear la expulsión de la FIP de cualquier miembro de clase B (con voto) o de clase C (sin voto), si considera que no representa adecuadamente a la institución. Aunque la medida requiere de un respaldo asambleario de cuatro quintos de los presentes, esta facultad no existía hasta ahora y era la Asamblea la que debía enjuiciar la labor de los miembros de la FIP.
Elecciones en la FIP a la vista
Al tratarse de un año olímpico, este 2024 hay elecciones en un gran número de organismos federativos deportivos. También en la Federación Internacional de Pádel.
El último cambio de Estatutos promovido por Carraro también afecta a los plazos de la convocatoria electoral y le concede más margen para preparar la cita con las urnas.
La sesión de la Asamblea General de la que debe salir elegido el nuevo presidente debía celebrarse, según contemplaba la anterior versión del documento estatutario, en el año de la disputa de los Juegos Olímpicos de Verano, o, a más tardar, antes de finalizar el mes de marzo del año sucesivo.
El cambio promovido por el dirigente italiano le permite retrasar esta asamblea hasta finales de junio del año próximo.
El doble apoyo de Morcillo
En caso de que lo apuntado en la nota informativa de la FIP sea cierto, la Asamblea General de la FIP validó este cambio de Estatutos por unanimidad. Al menos, hasta la fecha, no se conoce objeción alguna.
Esto supone que, en el caso de España, el presidente Ramón Morcillo dio el visto bueno a la ampliación de la duración del mandato de su homólogo de la FIP y a la recomendación incluida de hacer lo propio en las federaciones nacionales. Y lo hizo, además, por partida doble.
Primero, Morcillo debió validar la propuesta como componente de la Junta Directiva, un cargo que ocupa a título individual; y después, como representante de la Federación Española de Pádel, por tanto, miembro de la propia Asamblea General de la FIP.
El organismo internacional difundió algunas imágenes de la cita asamblearia, entre ellas, algunas fotografías en las que el propio Morcillo escenifica este apoyo a Luigi Carraro de forma evidente al posar justo a su derecha.
No es para menos. El dirigente español se ha convertido en uno de los grandes aliados del italiano, al menos, según lo expresado por el propio Carraro. En plena rueda de prensa del mandatario del organismo internacional en el Major de Doha, en Catar, con Morcillo presente, le dedicó unas sentidas palabras ante el asombro de los medios de comunicación (lo puedes ver aquí). «Es una persona, lo quiero agradecer, siempre está para apoyar, siempre está para construir, con un perfil institucional. Mi equipo, cada vez que les digo está el presidente Morcillo, me dicen que qué linda noticia. La verdad es que sí, Ramón, tu presencia, tu acompaño (sic) es una gran ayuda, es un gran soporte, en los momentos fáciles seguramente, pero sobre todo en los momentos difíciles». Palabra de Carraro.