Apenas cinco palabras describen todo un estado de ánimo en plena final femenina del Estrella Damm Badajoz Open 2014. Una frase que resume una trayectoria de cuatro finales ganadas; de muchos partidos perdidos, un recorrido profesional lleno de luces y también de sombras que han forjado a dos jugadoras formidables.
¡De peores hemos salido!, dice Alejandra Salazar en el banco, con el marcador, a su espalda, iluminando un 4-1 en contra en el tercer set; con sus rivales rugiendo al otro lado de la cinta; con la presión de jugar sobre el alambre, sin red, con el abismo esperando para devorarlas a ellas y a su formidable racha de una treintena de partidos sin conocer la derrota.
Ni así le abandona la sonrisa a la jugadora de Head. Es su filosofía de vida, su motivación ante la adversidad, su fuerza ante la batalla. La comparte con Icíar Montes, una hechicera sobre la pista, una jugadora que eleva en cada golpe la historia del padel femenino.
Enfrente, Mapi y Majo Sánchez Alayeto. Dos guerreras de brazo firme y piernas incansables. Dos hermanas que fusionan su padel para someter a sus rivales a un ritmo imposible. Dos jugadoras que crecen en cada victoria y se elevan sobre cada derrota.
Trepidante inicio en la final femenina del Estrella Damm Badajoz Open 2014
A diferencia de ayer, hoy el infierno lo es menos en las gradas del Complejo La Granadilla. La organización logra refrescar el asfixiante ambiente de semifinales. Pese a ello, las cuatro jugadoras tardan en ajustarse al escenario.
Tres breaks consecutivos marcan el inicio de partido. Pierden su saque Icíar, Mapi y Alejandra. El fenomenal trabajo de las gemelas aragonesas, su despliegue y su juego en la red abortan la opción de rotura que logran sus rivales al servicio de Majo y que abre la primera brecha (3-1).
La distancia, sin embargo, es menor sobre el azul de la pista. Salazar y Montes no quieren ceder espacio alguno. Dos portentosos restos, uno de cada una, les regalan dos pelotas de break en el sexto. Una bajada de Mapi que volea Ale a la red y después un remate también de la jugadora de derecha, disuelven la amenaza (4-2).
Las hermanas, conscientes de la capacidad de sus rivales para marcar el ritmo, no se obsesionan con ello y apuestan por la sencillez. La máxima irrenunciable es la red. Desde allí, apuntan al medio y alternan con las esquinas. La apuesta incomoda a Salazar y a Montes que mantienen el pulso pero no imponen su sello.
La primera manga echa el cierre sin ninguna concesión para la pareja madrileña. (6-4).
Icíar Montes y Ale Salazar toman el mando
El segundo acto arranca con ambas duplas tratando de gobernar con su propio estilo. Mandan los saques, sufren los restos. En el quinto buscan las gemelas Sánchez Alayeto un break que las dispare en esta final femenina del Estrella Damm Badajoz Open 2014. Presionan mucho pero Icíar, que asume el control, conserva el servicio (3-2).
Y no sólo eso. El paso adelante de la madrileña de Bullpadel empuja a sus adversarias y les quita velocidad a su juego. Y cuando eso ocurre, pierde filo el padel de las aragonesas.
La consecuencia es el break en el sexto. La dañida bandeja cruzada de Alejandra tortura a Mapi y provoca la opción. La volea que Majo manda fuera certifica la rotura (4-2).
Emergen ahora sí las campeonas de las últimas cuatro pruebas, irrumpe esa pareja que convierte el fuego del abismo en un padel lleno de matices y ritmos para desarmar a sus contrarias.
Majo y Mapi reculan, liberan la cancha, y eso es un pecado capital ante la mano embrujada de Icíar y la cuchilla de Ale.
Tienen la opción de cerrar el set las madrileñas en el octavo juego. Son cuatro oportunidades las que disponen. No aprovechan ninguna, en parte porque la de Head se enreda con su revés y desperdicia algunas de las ocasiones.
Solventan la amenaza las formidable gemelas , aunque no pueden recuperar terreno. En el noveno, Ale e Icíar cierran en blanco el saque de ésta y certifican la igualada (6-3).
Alternativas para todas en el tercer set
Los dos primeros servicios en blanco confirman la tensión en el tercero y definitivo capítulo (1-1). Les pide Jorge Martínez, su entrenador, a las hermanas Sánchez Alayeto, más determinación, más decisión, más coraje para buscar la red. Han renunciado a ese axioma indiscutible por el empuje de sus adversarias y por ahí pasa la reconquista.
Obedecen, disciplinadas, las hermanas de Star Vie. El 0-40 al saque de Salazar llega en tres acciones impecables. El despliegue de ambas en la cinta les da el primero. Una telescópica bajada de pared de Mapi les concede el segundo punto. En el tercero, la propia Mapi filtra una chiquita que pilla a Alejandra. Les basta con una de ellas para conseguir la rotura (3-1).
Ahí emerge una Majo sublime para conseguir la consolidación del break y abrir una fractura que se antoja decisiva (4-1). Llega justo ese instante. Sentada en el banco, con la sonrisa en el rostro y la ambición de quien no se rinde. ¡De peores hemos salido! Lo escuchamos gracias a la impecable retransmisión de Canal Extremadura TV. Quien lo dice es Alejandra Salazar, con la misma convicción con la que su compañera lo asimila.
Las madrileñas ganan su saque (4-2) y aprietan al resto. Su paso al frente es encomiable. La sonrisa de ambas tras el 15-30 al servicio de Mapi es tan inquietante como reveladora. La garra de Alejandra emociona. Se cruza de lado, salva bolas imposibles, rasca la moqueta con el alma. Icíar, en la red, asiste al despliegue de su compañera y cierra con una volea en paralelo que tumba en el suelo a su oponente. Surgen así dos opciones de break en el séptimo.
El globo de Icíar en el último punto, un envío estratosférico, una provocación a la ansiedad de sus oponentes, lo envía fuera Majo y confirma la rotura (4-3). Alejandra, con su saque, nivela de nuevo la contienda (4-4).
¡De peores hemos salido! Esas cinco palabras radiografían lo ocurrido y elevan a Salazar y a Montes que buscan un nuevo break, esta vez definitivo, al saque de Majo.
El 30-30 aumenta el dramatismo de un momento que puede decantar una majestuosa final. Con Ale e Icíar buscando la red, Mapi, suspendida en el aire, sorprende con un remate paralelo que impacta con la boca del estómago de la de Bullpadel.
Con las rodillas en el suelo, con menos oxígeno del que necesita, Montes retrata un instante lleno de simbolismo. Ese pelotazo (involuntario) es el arrebato de las hermanas ante el empuje de sus adversarias, la respuesta de dos colosas que no bajan nunca los brazos.
Mapi y Majo mantienen su saque (5-4) y se agarran a la pista para disputar con todo el servicio de Icíar en el décimo juego. Ya no importa lo hecho. Ni pesa el pasado, ni se intuye el futuro. Se impone el instante presente.
El 30-0 no arredra a las hermanas. Un ángulo magnífico de Majo pilla el revés de Montes. A renglón seguido, una víbora imponente, también de Majo, vuelve a castigar el revés de Icíar.
El 30 – 30 adquiere un sentido diferente cuando Alejandra, impecable toda la final con este golpe, descuelga su bandeja directamente a la red. El punto definitivo, ese último regalo de la final, concluye con el paralelo de Icíar que se queda en la red (6-4).
Los saltos de Mapi, el abrazo con Majo, la felicitación a sus oponentes. Todo ello conforma la estampa de la primera gran victoria (6-4, 3-6 y 6-4) de la temporada de las extraordinarias hermanas Sánchez Alayeto.
Un triunfo que encierra múltiples significados. Sirve de revancha de la derrota de Barcelona. Pone fin a la impresionante racha de Ale e Icíar. Confirma la candidatura a todo de Mapi y Majo este año. Y, además, rinde tributo también al padre de las gemelas, extremeño de nacimiento.
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