En primera fila, su sufrimiento se hace aún más evidente. Cruza el índice y el pulgar de cada mano en una contorsión casi imposible, al tiempo que aprieta cada palma contra la otra. Sopla, agita y golpea contra sus piernas ese amasijo en que ha convertido sus extremidades superiores.
El momento es crítico y esa suerte de ritual es la única liberación que encuentra ella a tantos nervios. La primera semifinal masculina del Cervezas Victoria Mijas Open 2019 se disputa sobre el alambre. El marcador sitúa el duelo entre las parejas 2 y 3 en un tie break que gobiernan los andaluces Paquito Navarro y Juan Lebrón con un 4-0.
Enfrente, Alejandro Galán y Pablo Lima se asoman al abismo tras haber tenido suficientes opciones para desequilibrar mucho antes este primer acto. Por eso, ahora, ella, Alba Galán, la hermana del madrileño, se revuelve sin descanso en su asiento y recurre a esa especie de conjura particular para tratar de espantar la amenaza de la derrota de la pareja hispano-brasileña.
Y el sortilegio surte efecto. Porque Galán, que había regalado tres de los cuatro primeros puntos de esa muerte súbita, emerge imperial para liderar una reacción imponente. Él y un infalible Pablo Lima ofrecen una respuesta de auténticos campeones: un parcial de 7-0 que destroza a sus rivales en el marcador.
Ese trance acaba siendo definitivo por más que aún quede todo un set. Pero el golpe es un mazazo tremendo que acaba derritiendo a la dupla de Ramiro Choya.

Hasta ese instante, el pulso tiene alternativas a ambos lados de la cinta aunque Galán y Lima se muestran siempre un punto por encima. Sólo sufren con el saque en el cuarto juego pero consiguen despejar el 0-40 y sostener el servicio del madrileño (2-2).
En cambio, al resto, los de Mariano Amat tienen siempre las ideas muy claras. Se despliegan con una firmeza intimidante y logran amenazar varias veces el saque contrario. En total, disponen de 9 oportunidades para quebrar el servicio de sus adversarios en el primer set aunque no aprovechan ninguna.
Sin embargo, en el juego, el trazo de los campeones de Valencia incomoda a los andaluces hasta hacerles desbarrar.
La posición amenazante de Galán es crucial para configurar un embudo que hace desembocar el juego en Lima. Y el brasileño cumple su parte con creces. Sin errores, muy sólido desde atrás, apretando mucho cada bola para dificultar el dominio de Paquito y Lebrón en la red.
Procuran evitar siempre la pegada del gaditano de Babolat y agitan a Paquito sin descanso. Sufre mucho el sevillano, incapaz de manejar con precisión el globo por el viento, pero el que se acaba desconectando es Lebrón.
El batacazo del tie break les apaga la luz definitivamente. Ni siquiera el paso por el banco puede recuperar a los pentacampeones.
Pierden el hilo y resultan insustanciales desde el resto. Con saque propio, sólo su inmenso talento les sostiene pero ceden en el cuarto. Dos voleas de Lebrón directas a la red, dos errores consecutivos, condenan el servicio (3-1).

A partir de ahí, el encuentro resulta un trámite. A esas alturas, entre los andaluces caben ya dos pistas de pádel consecutivas.
Confinados cada uno en su esquina, lidiando con demonios propios y algunos comunes, son presa del impecable trazo de sus rivales.
Galán, monumental en la jornada de hoy, y Lima, un líder fiable, abrochan el segundo set (6-3) y endosan así la segunda derrota consecutiva (7-6 y 6-3) a sus rivales más inmediatos.
En la grada, sólo tras la última bola, Alba se permite sonreír y, al fin, liberar la tensión de sus manos.
Los vencedores van a por su segundo título juntos. A los derrotados les toca sesión en el diván. Ya han comenzado.
Resultado: Galán – Lima a Navarro – Lebrón (7-6 y 6-3).