Vibrante, admirable, conmovedor, épico e inolvidable. Es inútil buscar más calificativos porque todos confluyen en uno para explicar el momento vivido en la central con el tercer partido de los cuartos de final masculinos del Mijas Open 2019: m-á-g-i-c-o.
La abarrotada grada encumbró a Alejandro Ruiz, uno de los jugadores malagueños que comparecían en esta penúltima instancia del torneo, y lo elevó a categoría de ídolo. Y no es para menos tras la exhibición que regaló junto a su compañero Martín Sánchez Piñeiro, un gallego que, desde ayer, tiene sello de adopción en esta tierra.
Juntos eliminaron a los números 1 (por segunda vez este año) en un espectáculo memorable.
Fue el plato fuerte de una jornada que ofreció mucho: impulsó a las parejas 2 y 3 a retarse en semifinales de nuevo, al tiempo que consagró como realidad a dos jóvenes veinteañeros que han elegido Mijas para dar otro estirón.
Cuartos de final masculinos Cervezas Victoria Mijas Open 2019
Durante años, estos dos malagueños exhibieron su creciente talento por los clubes de pádel de su provincia. Dos niños que crecieron compitiendo juntos, ganando (mucho), perdiendo, haciendo evolucionar su juego atrevido y, sobre todo, conformando una fabulosa huella humana que ha ido dejando un rastro imborrable allí por donde pasaban.
Ya no compiten juntos y tan ni siquiera viven en su tierra. Ambos están lejos de casa, de los suyos, pero la competición profesional les da la oportunidad cada año de volver a competir en Málaga aunque no acaben de tener suerte en estos regresos anuales.
Pero este Mijas Open 2019 lo ha cambiado todo.
Esta vez, por fin, los dos han brillado ante su gente. Ernesto Moreno ha perdido de la mejor manera en que puede hacerse: con un recital de juego elegante y poderoso. Alejandro Ruiz ha ganado como pocos lo han hecho ante los mejores del ranking: con una exhibición de juego eléctrico y potente.
La recompensa para ambos, más allá del marcador, la han encontrado en las gradas.
El malagueño Álex Ruiz y Martín Sánchez Piñeiro ponen Mijas a sus pies
Con el público retorciéndose de ansiedad en ese instante final, le llega a Martín Sánchez Piñeiro el turno de sacar para cerrar un duelo dramático ante los números uno de casi tres horas de duración.
El gallego, un espíritu libre más vinculado a la inspiración que a lo mundano, coge las bolas de la red, elige dos de ellas, se las aproxima a la cara e inspira profundamente en busca de su inconfundible olor.
El gesto fugaz, apenas perceptible en medio de la agitación, tal vez sólo fuera de naturaleza espontánea e irracional; quizá fuese una simple cábala; o incluso, cabe la posibilidad de que el jugador buscara conscientemente ese aroma reconocible a modo de guía en caso de momentos difíciles.
El caso es que, se tratase de lo que se tratase, funcionó. Y eso que el de Víbor-A y el anfitrión tuvieron que levantar un 0-40 en contra para poder coronar su esfuerzo titánico con el triunfo final. Lo hicieron. Y desataron la apoteosis en una grada que se entregó desde el principio.
El público, que acudió en masa a la sesión vespertina de cuartos de final, no desfalleció ni cuando los favoritos, Maxi Sánchez y Sanyo Gutiérrez, asestaron un certero mazazo en la única oportunidad de break de que dispusieron en todo el primer set.
Hasta ese instante, el saque del anfitrión y de su compañero era inaccesible para los puntanos. El despliegue intenso, vertiginoso, de la pareja de Ramiro Choya desembocaba en una pegada descomunal que alimentaba aún más el calor inicial del encuentro.
Pero la jerarquía de Maxi y Sanyo, con Horacio Álvarez Clementi de estreno en el banco, no la concede sólo la aritmética del ranking. Los grandes arrasan cuando sopla el viento a favor y logran sostenerse cuando la tempestad amenaza con hundir a cualquiera.
Por eso, mientras que los españoles desperdiciaron hasta cuatro bolas de break en el primer acto, a la pareja argentina le bastó con tener sólo una para decidir toda una manga. El golpe fue tremendo. De un 40-0 al saque de Álex Ruiz en el décimo pasaron a estar un set abajo (4-6).
Fue un jarro de agua fría que no logró rebajar el calor de la grada ni el ardor de Ruiz y Piñeiro. Todo lo contrario. Los preferidos del público mantuvieron su vocación de mandar en el juego, de imponer su estilo. Confinaron en aislamiento a Sanyo y buscaron con descaro a Maxi al que exigieron un ejercicio defensivo tremendo.
Respondió el de Villa Mercedes que, cuando la temperatura rebajó unos grados, le cogió la medida a la pegada por tres metros del gallego, al tiempo que desafiaba siempre a Álex en el paralelo para tratar de darle entrada a Sanyo.
Cumplió el malagueño de Adidas con su cometido de darle palique a Maxi pero su compañero tardó en percatarse de que el remate cruzado era una vía muerta con el titán de Bullpadel en estampida.
En ese tramo peligró el partido para las aspiraciones de los de Choya. Tuvieron varias opciones de break los favoritos para poder abrir brecha. Pero el coraje y el atrevimiento de Álex y Martín se impuso en todas.
Al fin, en el noveno, el talento de Piñeiro hizo contacto con su inspiración. Sus arrebatos incontenibles desajustaron el saque de Sanyo y lo pusieron bajo amenaza. El propio argentino de Head entregó su servicio con un remate al cristal de fondo (5-4). Con saque propio y una grada enloquecida, Martín y Álex abrieron la puerta del tercer set (6-4).
El aumento de la tensión tuvo consecuencias diversas. A los locales los hizo crecer, sobre todo a Álex, protagonista incuestionable del partido y figura determinante en el último parcial. A los argentinos, en cambio, les despertó dudas recientes, en especial a Maxi.
Fue Sanyo quien trató de coger el mando pese a estar desconectado del juego. Aún así, el genio de San Luis se las ingenió para disolver la ofensiva rival al saque de su compañero en el quinto; y para encontrar alguna rendija que pudiera darles el triunfo.
Bajo amenaza, el coraje de los de Choya fue encomiable. No les pesó la necesidad de defender cuando en el sexto, al saque de Martín, desterraron hasta tres opciones de rotura.
Ni les atribuló la oportunidad de conquistar, cuando en el noveno, al fin, consiguieron el anhelado break (5-4).
Con todo en su saque para cerrar el pase a semifinales, aún tuvieron que resistir sobre el alambre con un 0-40 en contra. Alejandro Ruiz, como rúbrica a una actuación inolvidable, salvó una tras otra hasta amarrar el triunfo con un remate por tres metros.
El malagueño se derrumbó de espaldas al suelo y escuchó, por última vez en el encuentro, cómo el estadio entero coreó su nombre.
El triunfo, el segundo que logran contra Maxi y Sanyo (ya les derrotaron en Valladolid), les abre las puertas de sus segundas semifinales del curso. Ante Coki Nieto y Javi Rico buscarán su primera final.
Resultado: Ruiz – Piñeiro a Gutiérrez – Sánchez (4-6, 6-4 y 6-4).
Galán y Lima encuentran una fisura
No encontró la victoria el otro malagueño que la buscó en estos cuartos de final del Open de Mijas 2019 pero su actuación también le elevó ante la grada.
El jugador local Ernesto Moreno y el sevillano Gonzalo Rubio afrontaron sus primeros cuartos de final de la temporada con un descaro tremendo ante los campeones del Open de Valencia. No sólo no acusaron el escenario sino que, por momentos, hicieron sufrir bastante a los favoritos.
La batalla que plantearon los andaluces contra Pablo Lima y Alejandro Galán, pareja 3, fue tan intensa que acabó por desmentir el ranking.
Confiaban los favoritos en desarbolar a sus contrarios con su esquema asimétrico. Lima manejaba desde el fondo, preferentemente en paralelo, y Galán ganaba metros, achicaba pista y amenazaba cualquier centímetro de la red. Pero se encontraron con que sus contrarios, lejos de aflojar, ofrecieron una respuesta firme desde el fondo y, muy atrevida en el cara a cara.
En especial, el anfitrión, protagonista de un primer set impecable. Imponente por alto, fluido por bajo, el malagueño de Star Vie mostró un temple sublime.
Así, el marcador permaneció equilibrado hasta el décimo juego. Ahí, la pareja número 3 logró pescar el break en la precipitación de Gonzalo Rubio, ansioso por cerrar el saque de su compañero, poco acertado cuando le tocó definir.
Esa pequeña fisura fue suficiente para que impusieran su jerarquía Galán y Lima y decantaran el primer set (7-5).
Pero la pareja que entrena Gastón Malacalza no acusó el mazazo. Todo lo contrario. Mantuvo el tipo e, incluso, en el sexto, logró un break esperanzador que puso a la grada a batir palmas. Acababan de salvar una amenaza al saque propio y los andaluces, ahora, mandaban en el marcador (4-2).
Sin embargo, perdieron la ventaja de inmediato. Se agitaron Lima y Galán y, de nuevo, sobre el apuro de Rubio, que sacaba, devolvieron la rotura los favoritos (4-3).
Aún así, la persistencia de los andaluces resultó admirable. Le sostuvieron siempre la cara al partido e incluso, en el noveno, quedaron a sólo tres puntos de provocar el tercer set (5-4). Pero no lo pudieron conseguir.
Era Lima quien asumía el dictado desde atrás y le abría paso al madrileño. Pudieron así conseguir un break en el undécimo pero esquivaron bien la amenaza Gonzalo y Ernesto (6-5).
Al final, fue el tie break el que resolvió el segundo parcial y, además, el partido. Porque, sobre el alambre, el que resbaló fue quien mejor se había desempeñado durante la pugna. Después de un partido sublime, Ernesto perdió una parte de la calma que había exhibido. Fue suficiente para que sus rivales inclinasen a su favor el partido (7-6).
Resultado: Lima – Galán a Moreno – Rubio (7-5 y 7-6).
Paquito y Lebrón no fallan bajo el sol
El marcador del primer set era inapelable al finalizar el primer set de este primer encuentro de la sesión verspertina. Ese 6-1 a favor de Paquito Navarro y Juan Lebrón dibujaba una paliza incuestionable pero la realidad ofrecía algunos matices sobre la moqueta que alteraban esa tajante conclusión.
Porque, aunque los de Choya arrancaron con un 3-0 a favor, Uri Botello y Javi Ruiz tuvieron opciones reales para pelear la primera manga. En concreto, dispusieron de hasta cuatro bolas de break a favor que no materializaron. Acusaron, sin duda, la paliza que tenían acumulada en las piernas tras dos durísimos encuentros previos (el debut ante Los Lucas, y los octavos contra Chingotto y Tello).
A sus rivales, en cambio, les bastaron convertir dos de tres oportunidades de rotura para pulverizar un primer acto (6-1).
Sin embargo, en el segundo set, el relato pareció cambiar de manera radical. De pronto, los favoritos entraron en barrena al tiempo que sus rivales daban un paso al frente.
Con Javi Ruiz al mando y Botello mucho más entonado, pudieron situarse con un parcial de 3-0 a favor y opción al resto para el cuarto consecutivo. Acabaron colocándose con 4-1 a favor, un escenario aún más ilusionante ante la aparente desconexión de Paquito y Lebrón.
Pero los andaluces son un peligro en cualquier circunstancia. Altamente inflamables, les basta apenas un destello para entrar en combustión. Esta vez, sin grandes aspavientos, encadenaron un parcial de 4-0, incluyendo dos roturas en las que sólo concedieron un punto.
La reacción de los de Choya terminó por desajustar completamente a sus contrarios que sucumbieron ante los favoritos (6-4).
Paquito y Lebrón se meten en semifinales (las octavas del curso) y buscarán la revancha de Valencia contra Ale Galán y Pablo Lima.
Resultado: Lebrón – Navarro a Ruiz – Botello (6-1 y 6-4).
Nieto y Rico cumplen dan rienda suelta a sus sueños en Mijas
Con permiso del anfitrión; Coki Nieto, un madrileño de 20 años, y Javi Rico, un valenciano de 21, se han convertido en la sensación de este Cervezas Victoria Mijas Open 2019.
Su triunfo en octavos ante los cabezas de serie número 5, Matías Díaz y Franco Stupaczuk, les permitió romper una barrera infranqueable hasta ahora para ellos: llegar a cuartos de final de una prueba grande.
Con su juego atrevido y fresco, su entrega y su determinación han sido inmediatamente adoptados por el animoso público local.
Pero el talento desbocado de esta joven pareja sigue reclamando más espacio para continuar prolongando una hermosa fantasía que ahora, golpe a golpe, están materializando en la Costa del Sol.
En cuartos de final, tampoco Ramiro Moyano y Juan Cruz Belluati han podido ponerles freno.
Los argentinos tuvieron la oportunidad con un inicio demoledor que abrió una brecha de 4-1. El problema fue que no advirtieron que la fórmula que les permitió dar ese acelerón dejó de ser efectiva en cuanto Javi Rico ajustó el paso.
Hasta entonces, manejó con mucho tino Belluati desde el fondo sin que ni él ni su compañero se obligaran a demasiados alardes ofensivos. En su pecado encontraron la penitencia.
El valenciano comenzó a carburar, amplió su cobertura y permitió a Nieto dar un paso al frente. Sus rivales se deshicieron de inmediato.
Un parcial de 5-0 volteó el marcador y les entregó el set (6-4). La fórmula conservadora de Moyano y Belluati acabó convirtiéndose en su propia condena.
Los argentinos, sin brío ni acierto, fueron incapaces de responder al enérgico dinamismo de la dupla española que abrochó el partido concediendo sólo dos juegos en el segundo set (6-2).
De esta forma, Coki y Javi siguen de caza en territorio inexplorado. Su siguiente objetivo son Álex Ruiz y Martín Sánchez Piñeiro.
Resultado: Nieto – Rico a Moyano – Belluati (6-4 y 6-2).