Maldice uno mientras mira abajo, a esa moqueta azul, acolchada, lenta, absorbente, exasperante, que parece abrazar la bola en cada bote para impedir que despegue. El otro, en cambio, blasfema mirando arriba, a ese techo que filtra un mosaico de luz que cambia de intensidad según la posición desde la que se observe. Es Paquito Navarro quien despotrica contra el suelo; Sanyo Gutiérrez, contra el techo.
El problema es que ambos apuntan al sitio equivocado. Porque la verdadera fuente de sus males en esta final masculina del Estrella Damm Las Rozas Open 2016 la tienen justo enfrente, ese vendaval de juego y determinación, de fiereza y ambición, de la pareja que domina el circuito, de los indiscutibles números uno, una dupla que busca respuestas en sí misma antes que en cualquier otro lugar.
Es la primera vez en toda la temporada que se miden estas dos parejas en la final. El único precedente, las semifinales del Master de Valencia, se saldó con el brillante triunfo de Paquito y Sanyo (6-4 y 6-2). Fue la única derrota de los líderes del ranking masculino World Padel Tour.
La encajaron bien. En Barcelona, volvieron a la senda del triunfo. Y ahora, en Las Rozas, repiten final (tres de cuatro).
Paquito y Sanyo, en cambio, tras conquistar el título en tierras valencianas, cayeron en semis en Barcelona ante Cristian Gutiérrez y Juan Martín Díaz. Llegan a Madrid, por tanto, con la pretensión de volver a triunfar.
Para ello firman un trayecto inmaculado, sin ceder set alguno en sus tres encuentros hasta la final (6-3 y 6-4 ante Fede Quiles y Seba Nerone; 6-4 y 6-3 contra Maxi Grabiel y Ramiro Moyano; 6-3 y 7-6 frente a Matías Díaz y Maxi Sánchez).
Bela y Lima, por su parte, siguen a lo suyo, sin conceder respiro a los rivales (6-2 y 6-4 contra José Antonio García Diestro y Rubén Rivera; 6-1 y 7-6 ante Tito Allemandi y Gómez-Silingo; y 6-2 y 6-3 frente a Juani Mieres y Miguel Lamperti).
Crónica final masculina Estrella Damm Las Rozas Open 2016
Bela y Lima desnivelan de inmediato
La final masculina del Open de Las Rozas de World Padel Tour 2016 se desequilibra desde el principio. Lo que tardan Belasteguin y Lima en apropiarse del servicio inaugural de Sanyo. El asalto se produce tras un intenso duelo en el que Paquito comprueba que, hoy, la pegada es un recurso excepcional, mientras sus rivales trazan su propuesta para asfixiar al sevillano en su esquina.
Un amago de remate de Bela finiquita ese juego inicial y propicia el primer break (1-0).
Desequilibrado el duelo desde el arranque, los números uno persisten en su plan. Con el remate en cuarentena, la precisa apuesta de Bela y Lima por las alturas resulta aún más efectiva. Los números uno tienen plan. La consecuencia es el despegue de los favoritos.

En el tercero de nuevo conquistan el saque contrario. Dos remates de Paquito que no vuelan lo suficiente los pulveriza Bela en la red. Ambas acciones aniquilan el servicio del sevillano y amplían la brecha (3-0).
Tienen un opción el de Mystica y su compañero de Head para reengancharse al set. Una oportunidad de break en el cuarto al saque de Bela que concede la ocasión con una insólita doble falta. Sin embargo, de nuevo, el adormecido remate de Paquito lo gana Lima en la red por cuatro metros.
El andaluz se desespera y proclama a los cuatro vientos su disconformidad con el estado de la moqueta, con una lentitud que penaliza sus opciones. La paradoja del asunto es que, en verdad, lo que la alfombra atrapa no es sólo la bola sino la cabeza del propio jugador. Los responsables de su tormento, en realidad, los tiene justo enfrente, al otro lado de la red. Bela y Lima se despliegan sin descanso, un incesante vaivén que achica espacios y aprisiona a Navarro en su mazmorra junto a la esquina.
El argentino, siempre intenso, tiene hoy a su lado a una versión impecable del brasileño. Pablo Lima firma una final portentosa, sin apenas errores, con un juego que combina un disciplinado paralelo para someter a Paquito, con su diabólico liftado a la malla para abrir a Sanyo. La propuesta abre una autopista por el medio que les da paso hasta la cinta. Los números uno, dos centellas, gobiernan sin descanso encaramados a la red. Su posición contrarresta el filo de la célebre cuchilla de Navarro, un recurso alternativo vista la ineficacia del remate.
Así, en un duelo hermoso de anticipación, reflejos y colocación, los favoritos amarran el set, desde el resto, en el séptimo (6-1).

Paquito y Sanyo reman pero no les alcanza
Contenidos, enclaustrados, con Sanyo en aislamiento y Paquito sobreexigido, la pareja número dos le busca la vuelta a un encuentro que sólo tiene una posibilidad: entregarse al tajo.
La emboscada planteada por Bela y Lima está repleta de enigmas para sus rivales. El sevillano, un primer espada acostumbrado a definir en el pasado, es hoy, por decisión de sus contrarios, el arquitecto de la pareja. Y ello le incomoda notoriamente. Para un espíritu libre, de arrebatos imprevistos, de intuición, inspiración y talento, la obligación de construir el juego desde los cimientos, de sumar golpes para darle sentido al juego, de ordenar y ordenarse, de abrir opciones a su compañero, la tarea no resulta sencilla. Lo saben sus oponentes que le obligan permanentemente a ello.
La dupla número dos trata de sorprender durante el encuentro, liberarse de los grilletes, cuando renuncia a la australiana en los saques. Ello añade incertidumbre al duelo. Sanyo, en el revés, es todavía más indescifrable. Paquito, en la derecha, resulta menos dañino. Ahí tienen tarea con Ramiro Choya.
El duelo, con todo, se aprieta en el inicio del segundo set aunque Lima y Bela a punto están de desnivelarlo en el segundo juego. Hasta cuatro opciones de break disponen los números uno para desesperación del argentino de Pehuajó. Paquito y Sanyo salvan todas y mantienen el equilibrio (1-1). Un soplo de aire que les oxigena en su esfuerzo.

Le toman, por fin, el pulso al partido. Consiguen incluso discutir el gobierno del duelo aunque no les alcanza para mandar desde el resto. Finalmente, en el sexto, Belasteguin y Lima vuelven a golpear el saque contrario. Desquiciado con su pegada, Navarro no define cuando debe. Suya es, después, la volea que entrega su saque (4-2).
Y aunque él y Sanyo buscan el último tren de inmediato al saque de Bela, ya no pueden reengancharse a una final que se llevan sus rivales (6-1 y 6-2). Bela y Lima se anotan su tercer título World Padel Tour de la temporada y le endosan un duro correctivo a quienes deben disputarle la hegemonía. Ahora, al igual que hicieron los números uno tras su derrota en Valencia, deberán ser Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez los que se rearmen y corrijan aquello que hoy les penalizó… y no es únicamente la moqueta o el techo del pabellón Multiusos Las Rozas.
