Afirmó en su día José María Aznar que hablaba catalán en la intimidad. No parece que deba llegar a tal extremo el presidente de la Federación Española de Pádel, Ramón Morcillo, para entenderse con su homólogo de la Federación Catalana de Pádel, Felip Ródenas, a tenor de la sintonía que ha mostrado con este en su primer año en el cargo.
Claro ejemplo de ello es el convenio lleno de concesiones que suscribió en junio del pasado año el dirigente del organismo nacional con el de la territorial y que, entre otras cosas, compromete una parte del calendario oficial de competición de la Federación Española de Pádel hasta 2024.
Pero no solo eso. En virtud del documento que plasmó el acuerdo, al que ahora ha tenido accceso Padelazo.com, la Federación Catalana de Pádel (FCP) debe contar con un miembro en la Junta Directiva de la propia FEP y estará presente en la Comisión de Calendario.
También se incluye la apertura en Cataluña de un Centro de Tecnificación de la Federación Española de Pádel en el que se llevarán a cabo actividades para menores, concentraciones previas a competiciones internacionales e incluso la presentación de la selección española ante los medios de comunicación.
Ninguna otra federación territorial de las que integran la FEP goza de tales privilegios.
Todas estas cesiones, realizadas por iniciativa propia del presidente Morcillo a cambio de que la FCP condone a la Federación Española una deuda de 30.592,50 euros por un cobro indebido por liquidación de licencias, figuran en un apartado del documento firmado de puño y letra por ambos mandatarios federativos y sellados por ambas instituciones.
El descubrimiento de este acuerdo y el intento del presidente Morcillo de ocultarlo a otros dirigentes territoriales al suprimir o modificar el citado epígrafe con los compromisos establecidos, provocó una crisis en la institución que a punto estuvo de costarle el cargo al actual responsable de la FEP.
Un acorralado Morcillo, entre lágrimas, llegó a anunciar ante la Asamblea General de la FEP su dimisión prevista para principios del pasado septiembre. Cumplido el plazo, el mandatario se retractó y anunció su continuidad al frente la institución.
Los dirigentes federativos territoriales que habían solicitado su renuncia por la alteración del documento oficial no han vuelto a pronunciarse públicamente.
Las concesiones del presidente Morcillo
Bajo el epigrafe ‘Convenio de colaboración entre la Federación Española de Pádel y la Federación Catalana de Pádel’ se incluyen una serie de concesiones que el presidente Ramón Morcillo acordó con su homólogo catalán de forma particular y sin rendir cuenta alguna con nadie.
Los mencionados privilegios se recogen en el apartado denominado ‘Estipulaciones’, precisamente la sección que, al parecer, Morcillo hizo desaparecer del documento cuando algunos dirigentes le pidieron cuentas.
Competiciones comprometidas por Morcillo
Entre las “estipulaciones” descritas en el documento figura el compromiso de adjudicar diversas competiciones a la entidad representativa del pádel catalán durante las siguientes tres temporadas. En concreto, se establece la organización en Cataluña de los campeonatos de España de Selecciones Autonómicas Absolutas, de Menores y de Veteranos, de forma alternativa en cada uno de los años del periodo 2022-2024.
Del mismo modo, se contempla la celebración de la prueba reina del calendario de competición de la cantera nacional, el Campeonato de España de Menores, en algunos de los tres años de vigencia del acuerdo.
A ello se añade la asignación a la institución catalana cada año de una prueba TyC; y de una prueba TyC Premium durante el periodo 2022-2024; ambas del Circuito Nacional de Menores.
Otra competición que la FEP está obligada a adjudicar cada año a la FCP es una prueba del programa Impulso destinado a favorecer la competitividad de deportistas que están terminando su etapa de menores o que ya inician su itinerario en la fase absoluta. Estas son las únicas pruebas oficiales en las que el organismo federativo nacional aporta dotación económica: un máximo en 3.200 euros en premios y ayudas para la tecnificación de deportistas.
En virtud de este acuerdo, cada año hasta 2024, incluido este, uno de los cuatro torneos Impulso deberá adjudicarse a la Federación Catalana con independencia del número de solicitudes y de las condiciones de las mismas que reciba la FEP.
Además de competiciones de ámbito nacional, el presidente Morcillo también comprometió la adjudicación de pruebas de la Federación Internacional de Pádel. En este sentido, el documento recoge la asignación anual de tres pruebas FIP, dos de ellas de categoría absoluta (FIP GOLD, STAR o RISE) y una tercera para menores (FIP PROMISES).
La disposición del presidente Morcillo de comprometer la adjudicación de todas estas competiciones a la Federación Catalana de Pádel durante tres temporadas pone en cuestión el procedimiento de licitación de pruebas que opera actualmente en la FEP y que se rige por unas bases que el organismo anuncia cada año.
Según lo dispuesto en el acuerdo, el resto de federaciones territoriales parten en clara desventaja a la hora de optar a la organización de las pruebas comprometidas, con independencia de la oferta que presenten y de los criterios que cumplan.
En el acuerdo no se especifica en qué condiciones asumirá la organización de dichas competiciones la FCP, si tendrá que abonar el preceptivo canon o este queda condonado.
Influencia y equipamiento
Las contraprestaciones a la Federación Catalana de Pádel por parte del presidente Morcillo no se limitan a la adjudicación de competiciones.
En el documento firmado, Morcillo se compromete al “nombramiento de un representante FCP en la Junta Directiva de la FEP”; y, del mismo modo, al “nombramiento de un representante FCP en la Comisión de Calendario de la FEP”.
Además, se establece la creación de un Centro de Tecnificación FEP en Cataluña, en las instalaciones designadas para tal efecto por la entidad catalana. En este equipamiento inédito (la FEP no cuenta con otro equipamiento de tal naturaleza), no solo se llevarán a cabo actividades de tecnificación de menores, sino que, además, se realizarán concentraciones previas a la celebración de Campeonatos del Mundo. E incluso, se hará la presentación del combinado nacional por parte del seleccionador a los medios de comunicación.
No se recogen detalles sobre cómo será el funcionamiento de dicho centro de tecnificación, ni quién sufragará sus costes, ni quién aportará el equipo técnico.
Morcillo cumple su parte
La presente temporada 2022 es el primer año de vigencia del acuerdo entre la FEP y la FCP. Pese a tratarse de un pacto subrepticio entre las partes, el presidente Morcillo ha conseguido dar cumplimiento a parte de las cesiones que hizo mientras el acuerdo permanecía oculto.
En lo que respecta a los torneos comprometidos, en este primer ejercicio, Cataluña ha sido sede de la primera prueba del programa Impulso de la FEP; ha albergado el TyC 2 y el TyC Premium 2 del Circuito Nacional de Menores; también, el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas Absoluta; e incluso, un FIP PROMISES.
Le han faltado del acuerdo en lo que afecta a este año las dos citas absolutas del circuito CUPRA FIP Tour de la Federación Internacional de Pádel.
En cuanto a los nombramientos, de momento, no se ha hecho efectiva la incorporación de un representante de la FCP a la Junta Directiva de la FEP. Lo más cercano a ello ha sido la incorporación al mencionado órgano directivo del actual Director Técnico, Javier Casadesús, vinculado a la FCP a través de diversos cargos desde 2005 a 2017.
La presencia del director técnico en la Junta Directiva (sin voto cuando, como es el caso, se trata de un cargo remunerado) está recogida en los propios estatutos de la Federación Española de Pádel. Su presidente, Ramón Morcillo, tras cesar a la totalidad de su anterior equipo directivo para salvar su cargo, decidió nombrar una nueva Junta Directiva el pasado 16 de agosto en la que incluyó a la secretaria general e incorporó a la tesorera.
Sin embargo, días después del nombramiento, y tras la decisión de Morcillo de recular y de incumplir su decisión de dimitir, uno de los nuevos directivos, Javier Rodríguez, presidente de la Federación Extremeña, presentó su renuncia lo que obligó al presidente a incorporar al director técnico para cumplir el requisito estatutario de siete componentes de este órgano colegiado. Esto supone que, en la actualidad, casi la mitad de la Junta Directiva de la FEP (tres de siete) no tiene capacidad de voto respecto a las decisiones que se adopten al ser cargos remunerados.
El anuncio público realizado por la FEP sobre la nueva directiva explicitó que el presidente Morcillo “no descarta hacer alguna incorporación más».
El intento de Morcillo por ocultar las concesiones
El acuerdo entre los presidentes Morcillo y Ródenas fue plasmado en un documento fechado el 25 de junio de 2021. Este se divide en dos partes. Por un lado, aparece el “Convenio entre la Federación Española de Pádel y la Federación Catalana de Pádel en relación con el pago de cuotas de licencias”, y vinculado a este, el“Convenio de colaboración entre la Federación Española de Pádel y la Federación Catalana de Pádel”.
Es en esta última en la que se recogen las concesiones de Morcillo al ente catalán; precisamente la parte que el mandatario de la FEP trató de ocultar cuando estalló el escándalo a finales del pasado mes de mayo.
Según publicó el periodista Alberto Bote en La Dormilona, del diario AS, el presidente Morcillo, primero, ocultó la existencia de este convenio con las cesiones brindadas a la FCP. Sin embargo, cuando el presidente de la Federación Madrileña de Pádel, José Luis Amotoro, solicitó acceder el documento en el que se plasmó el acuerdo, el mandatario de la FEP no solo no mostró la segunda parte del mismo sino que suprimió la referencia a ella que había en la primera.
Quién filtró el contenido completo del acuerdo es un misterio. El caso es que Amoroto tuvo acceso al documento original y, a partir de ahí, se desencadenó la tormenta. El dirigente madrileño convocó al resto de presidentes territoriales, según la información de Bote, y les puso al corriente de la existencia de dicho acuerdo y de la manipulación del mismo.
Fue el propio Amoroto quien, en el programa ‘Esto es Pádel’, de Capital Radio, le mostró la puerta de salida a Morcillo al hablar de «pérdida de confianza total» en base a esos documentos. “Todos metemos la pata. Hay meteduras más gordas, más pequeñas. Aquí en definitiva lo que ha habido es una falta de confianza del resto de federaciones territoriales”, afirmó.
Acorralado, el presidente Morcillo decidió renunciar. En la Asamblea General del 9 de julio, el mandatario anunció que el 1 de septiembre dejaría su cargo. Apeló a la responsabilidad como argumento para no renunciar de manera inmediata y dejar a la FEP sin presidente durante el periodo estival.
Aquella maniobra le permitió ganar tiempo. Dos meses después, el propio Ramón Morcillo dio marcha atrás y comunicó por escrito a los asambleístas su decisión de permanecer en el cargo hasta terminar el mandato.
El movimiento crítico con Morcillo al que dio voz Amoroto en los medios de comunicación, de pronto, se silenció. Desde entonces, no se ha oído ni una sola palabra más al respecto ni se conocen las razones del indulto al dirigente de la FEP.
Del acuerdo histórico al pacto secreto
El 16 de julio de 2021, la Federación Española de Pádel anunció en su web “un acuerdo histórico sobre la cuota de licencias federativas”. La definición figura en boca del propio presidente Ramón Morcillo y hace referencia a la liquidación que las federaciones territoriales deben realizar a la estatal por la expedición de licencias federativas.
Días antes, el 26 de junio, la Asamblea General de la FEP validó la propuesta por 53 favorables de los 54 emitidos (de un máximo de 60) que fijaba en tres euros por licencia de jugador/a y técnico/a la liquidación que las territoriales deben abonar a la ente nacional.
El “logro histórico” resuelve hasta 2024 este espinoso asunto objeto de polémica durante años en el seno federativo. Sin embargo, no soluciona la herencia envenedada de los años anteriores, con Alfredo Garbisu al frente de la FEP y el propio Ramón Morcillo como secretario general.
Una sentencia judicial dejó sin efecto el acuerdo asambleario impulsado por Garbisu que establecía el cobro de 3,75 euros por licencia federativa. Fueron ocho las federaciones territoriales demandantes a las que el juzgado dio la razón en un fallo que abre la puerta a que reclamen a la FEP la devolución de las cantidades que percibió.
Pero no solo eso. La nulidad del acuerdo asambleario puede implicar que la FEP tenga que devolver dinero a todas las federaciones territoriales y no solo a las demandantes.
El pacto de Morcillo con la Federación Catalana de Pádel pretende cerrar ese episodio con la territorial más grande (a la que más dinero debería devolver) en cuanto a número de licencias. Otras, como Galicia, según se publicó en La Dormilona, también han alcanzado algún acuerdo. En caso de ser así, se desconoce en qué términos y si también ha sido a cambio de concesiones.
*Foto portada: Federación Catalana de Pádel.