Empieza el domingo y acaba el lunes. Comienza como un paseo y termina como un duelo a corazón abierto. Los Reyes y Los Príncipes se miden en la final masculina del World Padel Tour La Nucía, su primera final tras el anuncio de su intercambio en 2015.
El Pabellón Camino Cano de La Nucía vibra con una final que regala un espectáculo sublime, que convierte cada partido de ambas duplas, de aquí a final de temporada, en una pieza de coleccionista; que consolida en cada enfrentamiento la huella de estos cuatro genios en la historia del padel profesional.
Y eso que el partido anuncia una cosa y ofrece otra bien distinta. Porque el arranque del encuentro eleva a Fernando Belasteguin y Juan Martín Díaz al tiempo que hunde a Pablo Lima y Juani Mieres.
Como si la noticia de la separación les hubiera desconectado, la pareja número dos no le encuentra el hilo al juego en toda una primera manga que Juan y Bela rubrican con mucha autoridad (6-2) y sin demasiada historia.
Sin embargo, el escenario, tantas veces visto, cambia por completo en el segundo acto.
Reaccionan Los Príncipes en La Nucía
Aunque poco se ha hablado de ello, Mieres y Lima, tras sostener durante seis años la persecución de la mejor pareja de la historia, afrontan también en cada partido su despedida como pareja.
El ruido en torno a Juan y Bela ha acabado ensordeciendo la noticia de la separación de Juani y Pablo, una dupla sensacional, imponente, capaz de crecer cada año para plantarle cara a dos estrella fuera de competición. Su esfuerzo ha contribuido a elevar la leyenda de sus contrarios.
En La Nucía, tras ceder la primera manga, la dupla argentino-brasileña reacciona en el segundo capítulo. Lo hace apretando el juego, desterrando errores, sufriendo al fondo y siendo valiente para irse arriba. En el quinto juego del segundo parcial, avisan ya de sus intenciones al presionar el saque de El Galleguito (3-2). En el undécimo, en cambio, dan el golpe.
Lima exhibe su alma guerrera, su fiereza, su resistencia. Con la espalda en el cristal, devuelve dos remates de Bela. El tercero, de Juan Martín, lo gana el propio brasileño en la red y lo saca por cuatro metros.
Es la primera oportunidad de break. No la dejan escapar. Valientes, se abalanzan sobre la cinta y desde allí, el de Varlion tapa el medio para quebrar el servicio de Bela (5-6).
Activados por la proximidad de la fosa, Juan y Bela aprietan al resto para evitar ceder el segundo set. El 15-40 con saque de Lima les da dos ocasiones de devolver la rotura. Un pelotazo tremendo de Lima a Bela y después, una bola que el argentino de Head rescata fuera de pista pero no alcanza a meterla en campo contrario, impiden su objetivo.
Finalmente, Los Príncipes le echan el cierre al segundo capítulo (5-7). Ávido de espectáculo, ansioso de emociones, el público celebra el punto kilométrico, impresionante, sublime, que sirve de clausura al set y saluda otro relato.
Ambas parejas aprietan el juego
Hallada la pista correcta, Mieres y Lima mantienen el rumbo. Delante, Bela y Juan Martín no le encuentran resquicios al muro rival.
El simbolismo de la lucha es hermoso. Rompe un molde hasta ahora inquebrantable. En cada campo, una pareja de leyenda que se adentra en el recuerdo. Frente a frente, cara a cara, dos adversarios que descuentan los días para encontrarse en el mismo lado de la red. El presente que se hace pasado; el futuro que se va tornando presente.
Con el juego apretado, cada punto encierra ya una historia; cada golpe, una intención. Mandan los saques y dirigen el tercer set hacia el alambre. Allí, en el tie break, Los Príncipes superan un tempranero minibreak (2-0) para imponerse en la foto-finish. El resto de Juan Martín que se queda en la red entrega la tercera manga a la pareja número dos (6-7).
Arreón de genio de Juan y Bela
El talento de Los Reyes, la rabia de los números uno, el genio de dos leyendas se activa en el cuarto acto. Juan y Bela reaccionan. Lima y Juani tratan de mantener el pulso.
En el quinto juego, dos errores de Lima terminan por condenar el saque de su compañero. Primero, una bajada de pared que se queda en la red. A continuación, una volea cruzada que se le marcha al brasileño después de que sus rivales le movieran bien por la pista. El rugido de Bela atrona en el pabellón para anunciar el break (3-2) mientras Juani reclama la asistencia del fisio tras un pelotazo a quemarropa de Belasteguin que le impacta en el gemelo.
Con la brecha abierta en el marcador, los números uno no dejan escapar la ocasión y se llevan la cuarta manga (6-4) cuando pasan tres minutos de las tres horas de partido.
El desenlace, épico, vibrante, se encarama al quinto set, un terreno inédito en la temporada. En verdad, sólo la final de A Coruña de la temporada pasada, entre Juani Mieres- Pablo Lima y Matías Díaz – Cristian Gutiérrez necesitó de cinco mangas para coronar a los vencedores.
La épica resuelve la final en La Nucía
El esfuerzo, el desgaste, es a estas alturas una suerte de ruleta rusa que amenaza por igual a ambas parejas. El disparo se lo lleva Belasteguin, con molestias en las piernas que acaban por reducir su eléctrico despliegue hasta bloquearle.
Antes, Los Príncipes vuelven a enseñar el colmillo. En el segundo juego, con saque de Martín Díaz, un duelo cara a cara que Bela pretende resolver por arriba, lo acaba Mieres en la red.
La rotura, confirmada en el tercero (3-0), coloca a los números dos a un palmo de la gloria. Pero el mito de Juan y Bela les impide bajar los brazos. El break en blanco que se anotan en el quinto les devuelve a la pista del partido. Son tres errores propios y un remate de Bela los que condenan el servicio de Juani (3-2). El grito del gladiador de Pehuajó esconde el titánico esfuerzo que acumula y las consecuencias de todo ello.
En el séptimo, Bela requiere al fisio. Sus piernas ya no van. Su oficio y su irreductible carácter competitivo le mantienen conectado. Pero no es el mismo Belasteguin. Despojado de su hiperactividad, su amenaza se concentra en su empeño por recortar puntos en cada jugada. Así y todo, Bela es temible.
Los Príncipes, sin embargo, con la lección aprendida de otras ocasiones, no se despistan y siguen a lo suyo. Saben que el tiempo juega a favor y desgasta a su contrario. Juan Martín trata de abarcar más campo pero son ya casi cuatro horas de partido las que acumula como para añadir más peso a la mochila.
Finalmente, en el duodécimo, Mieres y Lima acaban por certificar la victoria. Lo hacen con la última rotura. Aprietan desde el resto el saque de Bela, conscientes de que su rival no tiene velocidad para alcanzar la cinta ni movilidad para sostener el duelo desde allí. La volea del propio Bela que se queda en la red encumbra a los números dos (2-6, 7-5, 7-6, 4-6 y 7-5).
Es Lima quien busca a Juani en la pista, una, dos, tres veces para fundirse en un abrazo. También lo hace fuera de la cancha. El brasileño aceptó la llamada de Bela pero no olvidará el recorrido junto a El Hispano. De ahora, hasta final de temporada, cada gesto suena a despedida.
Dos títulos suman ya Mieres y Lima en este 2014. El primero, en Castellón, antes de la noticia. Ahora, en La Nucía, después de ella. Los dos triunfos en tierras levantinas. El runrún en los aficionados sigue creciendo.
Juani, Pablo, ahora que abdican Los Reyes, ¿por qué habéis renunciado juntos al trono que tanto habéis buscado? La respuesta, igual, no la conoceremos nunca… O sí.
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