Pentacampeona del mundo con cinco parejas diferentes, campeona del mundo por selecciones en cuatro ocasiones, tres veces designada como mejor jugadora del mundo, una decena de campeonatos de españa, cuatro veces campeona del Master del circuito profesional, ha logrado el título en más de 40 pruebas internacionales del circuito profesional de padel.
El palmarés de Icíar Montes la sitúa sin discusión alguna en el Olimpo del Padel. Su juego en la pista, su maestría, su talento, su sabiduría, la señalan como una de las grandes referentes de este deporte.
Han sido 21 años de trayectoria, más de dos décadas de magisterio en las pistas que comenzaron en 1993 y concluyeron en diciembre de 2014.
Abandona el padel tras una temporada en la que ha peleado hasta el final por el número uno del circuito World Padel Tour. Sin embargo, se va sin apenas ruido. Al menos, sin el que una jugadora de su talento y su recorrido merece.
Compañeras y rivales sí se han pronunciado acerca del adiós de esta jugadora. Ahora, en cambios, es la propia Icíar Montes quien, a través de las redes sociales, ha dedicado unas palabras a quienes han sido sus compañeras en este largo y exitoso viaje. Son apenas unas pinceladas que evocan parte de la historia de este deporte. No puede ser de otra forma: Icíar es memoria viva del padel.

Araceli Montero: su primera compañera
Icíar Montes comenzó su andadura en el padel en 1993. Lo hizo de la mano de Araceli Montero, otra figura de renombre. Con ella, logró el Campeonato del Mundo en Mar del Plata en 1998. El primero de cinco. En su camino, derrotaron a una jovencísima Carolina Navarro (22 años) y a otra histórica del padel, María Silvela, y en la final a la dupla local, Claudia Céspedes e Inés Álvarez.
Así recuerda Icíar a quien fue su cómplice, la primera, dentro de la pista durante cinco temporadas (de 1993 a 1996 y 1998):
“Eran mis comienzos, ella con paciencia me fue enseñando sobre la marcha. Le gustaba jugar rápido, por abajo, siempre buscando los huecos. Piernas prodigiosas y un golpe de revés que era un guante. En el año 98 fuimos la primera pareja española en ganar un Mundial Open. La conozco desde los 15 años y a día de hoy es como una hermana para mí. Qué más puedo decir.”

Belén Castrillo: su segunda compañera
Cuando Belén Castrillo compartió pista con Icíar Montes durante una temporada, en 1997, ya era una luchadora incansable, una mujer de carácter irreductible. Con apenas 17 años, se le diagnosticó lupus, una enfermedad que acabó por apartarla del tenis, el deporte en el que destacó de manera prematura para situarse entre las mejores 10 raquetas de España.
Esta enfermedad también la alejó del padel. Pero antes, construyó una carrera exitosa con títulos como el campeonato del mundo y con la que dejó su propia huella vital.
Lo recuerda así Icíar Montes:
“Mi segunda compañera: Belén Castrillo, temporada 97. Tantas anécdotas que contar…creativa en la pista y capaz de sobrevivir «con el agua hasta el cuello»; siempre interactuando con la grada, pero nunca dejó de cuidarme. La temporada que jugué con ella se lo tomó muy en serio y terminamos pareja 1. Es de las personas que se la quiere tal y como es, porque es única”.

Carolina Navarro: tercera compañera
Durante tres años, 1999, 2000 y 2001, las dos mejores jugadoras de la historia del padel español compartieron pista. Juntas se coronaron como las reinas del padel mundial en el campeonato disputado en Tolouse (Francia) en el año 2000. Antes y después, fueron rivales. Se midieron, se respetaron, se hicieron mejores la una a la otra. Que una u otra ocupe el trono de la historia del padel español es una cuestión de gustos.
Esto dice Icíar de la malagueña:
“Carolina Navarro, cadencia alta de juego, intensidad en sus golpes; con el tiempo se convirtió en la jugadora de revés más completa que haya visto. Superó dos lesiones graves y se mantuvo siempre en los primeros puestos. Gracias a competidoras como ella conseguí superarme y profundizar más en los matices de este deporte. Gracias por haber compartido tres años de nuestra carrera!!”

Neki Berwig: cuarta compañera
Neki Berwig, la actual entrenadora de Patty Llaguno y Eli Amatriain, fue compañera de Icíar Montes durante 5 temporadas. Estuvo junto a ella en su último año antes de que la madrileña decidira retirarse a Brasil (2003) y también cuando regresó a la competición (de 2005 a 2008).
Durante ese tiempo, lograron juntas el campeonato mundial en México en 2002 al derrotar en la final a Carolina Navarro y Paula Eyheraguibel. Era el tercer título mundial consecutivo de la madrileña.
En 2008, Icíar volvió a decirle adiós al padel. Lo hizo para crear junto a su hermano Chema Montes y su compañera una escuela de padel.
Para Icíar, Neki ocupa un jugar muy especial en su recuerdo:
“Me resulta difícil resumir en pocas líneas, visión de juego, despliegue físico, poder mental, potencia y presencia. Sinceramente, creo que Neki fue una núm 1 por encima de mí en muchos aspectos. Gracias a ella, que llegó y me agitó como un azucarillo antes de abrirlo, me replanteé el cómo y el para qué de muchas facetas del juego. Como anécdota os diré que en una final, ya en el tercer set voy y le digo «Neki, creo que me está dando una pájara», a lo que ella me responde «Yo llevo con pájara desde el primer set así que ponte a jugar!». Lo que nos hemos reído de esa frase”.

Paula Eyheraguibel: quinta compañera
Tras el parón de 2003, Icíar regresa de Brasil a España. Apartada de la competición durante un año, retoma el contacto con el padel a través de la propuesta de la Federación Española de Padel para que se hiciera cargo del equipo absoluto femenino. Esa fue la ventana por la que la madrileña volvió a la competición.
La grave lesión de Carolina Navarro en la rodilla la apartó de las pistas y dejó sin compañera a Paula Eyheraguibel. La argentina le propuso a Icíar acabar con ella la temporada y lo hicieron a lo grande, con la conquista del título en el Mundial de Buenos Aires, el cuarto consecutivo de la española.
Así recuerda Icíar Montes aquella época en 2004:
“Después de estar viviendo un año en Brasil regresé a Esp y la FEP me ofreció la posibilidad de encargarme del Equipo Absoluto Femenino; retomé el contacto con el circuito y por circunstancias de la vida, acabé jugando dos tercios de temporada, mundial incluido, con Paulita. Jugadora arquetípica de derecha, siempre bien apoyada, piernas semiflexionadas, resistente física y mentalmente. Un ejemplo de perseverancia y entrega, ella es otro cachito de historia del pádel con mayúsculas!! Compañera de viaje, un fuerte abrazo!!”
El regreso al circuito volvió a unir a Icíar y a Neki Berwig en el mismo lado de la pista hasta 2008.

Patty Llaguno: sexta compañera
Tras su inactividad en 2009, Icíar (afortunadamente) decidió volver a la competición. Lo hizo junto a Patty Llaguno con quien jugó durante dos temporadas (2010 y 2011). La decisión implicó una doble dificultad: volver a competir tras un parón de un año y trasladarse a la derecha para dejar el revés a Patty.
Con Patty Llaguno logró conquistar el título mundial, su quinto, en Cancún en 2010.
A la de la Manga del Mar Menor la recuerda así:
“Vi en Patty muchos aspectos de los que hacen a un num 1: visión de juego, dominio de los espacios, manejo de las velocidades de la bola, unido a un talento y creatividad innatos. Perdóname Patty las veces que fui demasiado exigente contigo. Ella no lo sabe, pero mantiene la esencia del juego con la frescura de los nuevos tiempos en este deporte. Gran cariño siento por Patty y toda su familia, el Club Dos Mares de La Manga es un «must» que todos los aficionados deberían visitar, en otro post colgaré fotos históricas entrenando allí hace más de 20 años!!”.

Cata Tenorio: séptima compañera
En 2012, Icíar Montes volvió a cambiar de pareja. Lo hizo para jugar junto a Cata Tenorio formando una dupla con gran talento y mucho oficio que le permitió remontar muchas situaciones complicadas, sobre todo, al inicio de temporada.
Fue la última compañera de la madrileña en el circuito Padel Pro Tour. Con ella conquistó la segunda plaza del ranking femenino y alcanzó cinco finales.
Así habla Icíar Montes de la argentina:
“Ejemplo de profesionalidad y de saber compaginar el ser madre con la competición. Hizo un «papelón» jugando de revés conmigo, los comienzos ese año no fueron nada fáciles pero en ningún momento bajó los brazos y acabamos de pareja 2. Cata tiene un juego vistoso, de esos que gusta mirar desde la grada, un estilo actual que nunca pasará de moda. Alma de niña y experiencia de veterana. Es un claro ejemplo de lo que implica ser una buena profesional para las jóvenes generaciones. Gracias Cata por aguantarme, por tu entrega hasta el último día!! Un beso fuerte”.

Ale Salazar: octava compañera
Las dos últimas temporadas de Icíar Montes en el padel profesional han tenido como testigo directo a la madrileña Alejandra Salazar. En el primer año, 2013, no pudieron acoplar su juego hasta final de temporada. A partir de ahí, sin embargo, despegaron hasta convertirse en candidatas a todo.
Un puñado de puntos ha separado a Icíar de despedirse como la número uno del World Padel Tour. El juego desplegado, las lecciones impartidas, la sitúan más allá de la estadística.
Esto dice de su última cómplice en la pista:
“Aún estoy procesando que no tengo que ir a entrenar como de costumbre. Con Ale he coincidido al final de mi carrera, pero creo que nuestro esfuerzo por formar equipo nos ha dado momentos dulces, de gran satisfacción, porque las dos sabemos que han habido momentos difíciles y nadie nos ha regalado nada. Ella brilla en la derecha, cuando consigue conectar alegría y enfoque se hace grande, disfruta y entonces todo en el juego se vuelve posible. Aún me emociono al recordar momentos, todo es reciente. Gracias Ale por estos dos años, sigue creciendo que aún hay más!”