La red separa dos circunstancias, dos trayectos que se cruzan, dos desafíos en busca de un mismo objetivo: ganar la final femenina del Granada Open 2017.
A un lado, se despliega un mayor ranking, un mejor palmarés, una experiencia más acentuada y una jerarquía más consolidada. Marta Marrero y Cata Tenorio, unidas por accidente (tras la lesión de Alejandra Salazar en Valladolid), se enfrentan a su quinta final consecutiva y lo hacen, por primera vez, desde el papel de favoritas. La victoria empieza a ser una necesidad.
Al otro lado de la cinta, se instala un dupla que suma dos temporadas, con un despegue progresivo, un crecimiento continuado (en 2016 se coronaron en el Campeonato de España de Padel Absoluto) y una oportunidad de estrenar palmarés juntas en World Padel Tour. Lucía Sainz y Gemma Triay afrontan su segunda final del año. El triunfo es una ilusión.
Final Femenina Granada Open 2017
La central instalada en el Pabellón Municipal de Deportes de Granada alberga una final inédita que encuentra, este año, un único precedente: la semifinal de Andorra con victoria trabajada para Marrero y Tenorio (7-6 y 6-4).
Pero la pelota en movimiento no atiende a la historia, no entiende de rangos ni respeta recorridos. Sobre la moqueta, reinan las sensaciones, se desboca el talento y se desparraman las emociones.
El acoplamiento de Marrero y Tenorio, ciertamente, ha sido fabuloso. La pareja dos ha logrado defender su ranking desde el primer día pero, sin embargo, topa una y otra vez con el mismo techo infranqueable: la final. Ni en Mijas, ni en Alicante, ni en Sevilla ni en Andorra lograron superar el último escollo antes del título. Hoy, con sus verdugas ausentes (las gemelas Sánchez Alayeto no compiten en Granada por un cuadro de vómitos y mareos de Mapi), asumen el cartel de favoritas para derribar su límite. Es una oportunidad que ya presenta matices de obsesión.
En el camino cumplen con autoridad al principio y esfuerzo, mucho esfuerzo al final, para remontar en una trepidante semifinal de casi 4 horas de duración (6-0 y 6-2 a Sara Ruiz y Gabriela Bartomioli; 6-2 y 6-2 a Marta Talaván y Carla Mesa y 6-7, 7-6 y 6-1 a Marta Ortega y Ariana Sánchez).
Sus rivales en la final, Gemma Triay y Lucía Sainz, vienen en clara ascensión. Su evolución, paso a paso, les ha llevado al alza hasta encaramarse, de momento, a la posición número tres del ranking. Tras disputar la final del Master de Barcelona este año (en la que llevaron a tres sets a las gemelas aunque no pudieron ganar), hoy se asoman a su segunda opción de conquistar un título World Padel Tour. La aspiración es una gran oportunidad y en ningún caso una responsabilidad.
Para ello, su recorrido en el cuadro es impecable y no admite duda alguna (6-0 y 6-2 a Paula Hermida y Ana Laura Grandes; 6-2 y 6-2 a Alba Galán y Mari Carmen Villalba y 6-1 y 6-3 a Eli Amatriain y Patty Llaguno).
Triay y Sainz aciertan en el arranque
La puesta en escena de la final femenina de este Granada Open 2017 radiografía dos realidades marcadas por el acierto. Las opciones se reparten a cada lado de la red pero el tino distancia a una de las parejas de la otra. Marta y Cata salen con voluntad de mandar pero sin el suficiente empuje. El que les sobra a Gemma y Lucía, capaces de discutir la iniciativa desde la primera pelota.
El resultado es un break en blanco en el saque inaugural (0-1), toda una bofetada que inclina muy pronto el camino de las hoy favoritas.
No se atormentan Marrero y Tenorio. No se discute su tenacidad ni su determinación. La canaria de Black Crown va asumiendo un rol más ofensivo y achica espacios. No rehúye el cuerpo a cuerpo en busca de atajos para imponer su mazo en torno a la cinta. A su lado, Cata barre metros y se afana por no descolgarse de la red demasiado. Asignatura aún pendiente. De inmediato tienen la ocasión de devolver el golpe. Un error de Triay con su bandeja y una chica de Sainz que no pasa genera dos bolas de rotura al saque de la catalana de Nox. Pero los fallos condenan sus aspiraciones. Un globo de Cata al cristal y un resto de Marta directamente al fondo evitan el asalto (0-2).
A Sainz y a Triay les sobra temple. Su desempeño en Granada no desvela un bagaje que hasta hoy muestra sólo una final. Mantienen inalterable su hoja de ruta y, al contrario que sus contrarias, aprovechan sus opciones. Así, en el tercero, vuelven a abrir brecha con un nuevo quiebre (0-3).
Pese al nuevo traspié, Marta y Cata no pierden el paso y, como en el segundo, también en el cuarto pueden frenar el acelerón rival. El trabajo infatigable de Tenorio y el empeño ofensivo de Marrero les dan la oportunidad del break. Gemma, imperial, aborta la rebelión con un globo milimétrico y un posterior remate por tres metros. La de Mahón, sublime, resuelve la amenaza, aprieta el puño y sonríe radiante. Es el sello de una jugadora que no ha dejado de crecer añadiéndole registros a un juego firme y poderoso con muchos más matices hoy. Culpa de ello, en parte, lo tiene desde luego el magisterio de Lucía Sainz. La barcelonesa, hace dos años en el revés (junto a Marta Ortega), proyecta hoy su juego desde la derecha, táctico, preciso, siempre amenazante.
Marta y Cata no logran cortocircuitar el dictado de sus oponentes. Ni siquiera cuando en el sexto, por tercera vez consecutiva, vuelven a disponer de una nueva ocasión de break. Lucía, valiente, casi temeraria, prueba un remate rápido, de carga corta y aceleración express, que Marrero, algo descoordinada, no devuelve por muy poco.
Ahí se esfuma el tren de la pareja número dos en este primer set (2-6).
Marrero y Tenorio empujan pero no encuentran fisuras
En la reanudación, Marrero y Tenorio aumentan la apuesta con el saque mientras buscan la rendija desde el resto. No aparece. Es la brújula de Sainz y, sobre todo, el prodigioso trazo de Triay. La menorquina se eleva en el coso granadino y deslumbra con un padel portentoso. Voleas, pegada, bandejas hipnóticas, liftados afilados, dejadas sutiles,… un recital de golpes y de juego que se traduce en un break en el quinto. Triay pega por tres metros y Marrero, por la puerta, no acierta a devolver la bola al campo rival (2-3).
La consolidación en blanco anuncia un desenlace rápido (2-4) pero a Marrero y a Tenorio les sobra casta. Sobre el alambre, se abalanzan sobre la red en busca de un asidero. Lo encuentran tras dos errores de Gemma. Un 0-40 esperanzador para equilibrar el marcador pero, una tras otra, se apaga cada luz y se oscurece definitivamente su objetivo (3-5).
La final femenina del Granada Open 2017 tiene dueñas: Gemma Triay y Lucía Sainz (6-2 y 6-4). Indiscutible. Marrero y Tenorio, en cambio, siguen en blanco pero su persistencia anuncia premio. Lo merecen.