No es necesario esperar a que finalice esta final masculina del Granada Open 2017 de World Padel Tour. Una hora de juego después de haber comenzado, con el primer set recién finiquitado en un trepidante tie break, los focos encuentran rápido a quien destacar. Por si hubiera dudas, Fernando Belasteguin se encarga de apuntar hacia su compañero.
En medio del reconocimiento del público, Pablo Lima sale de pista señalado por el dedo del propio Bela. El de Pehuajó reclama el aplauso de la grada del Pabellón Municipal de Deportes de Granada para su compañero que se encamina hacia el banco tras un firmar un prodigioso ejercicio defensivo, un despliegue imposible sobre el alambre, un impecable esfuerzo que, a la postre, sostiene el quinto título WPT de la temporada de la pareja y les devuelve la exigua ventaja en la carrera por el número uno.
Granada Open 2017
La final masculina del Granada Open 2017 alberga por décima vez en la temporada el duelo entre las dos primeras parejas del ranking profesional de padel. Nueve de ellas se disputaron (en Valladolid Bela no pudo jugar por lesión) y el saldo aparece hasta ahora inclinado hacia los aspirantes Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez, triunfadores en Andorra, el precedente más inmediato.
El recorrido hacia el último encuentro en esta prueba andaluza exige a ambos dúos, aunque mucho más a los números uno que se ven obligados a superar dos dramáticos partidos en los que poco les falta para despeñarse (6-2 y 6-1 a Pablo Lijó y Willy Lahoz; 3-6, 7-5 y 7-5 a Miguel Lamperti y Juani Mieres; y 7-5, 2-6 y 6-4 a Maxi Sánchez y Matías Díaz).
Sus adversarios por el título no encuentran alfombra roja en su trayecto aunque se ahorran horas de pista (6-2 y 7-6 a Lucho Capra y Godo Díaz; 6-1 y 6-3 a Nacho G. Gadea y Germán Tamame; y 6-4, 6-7 y 6-4 a Franco Stupaczuk y Cristian Gutiérrez).
Crónica de la final masculina del Granada Open 2017
El duelo definitivo no es una contienda aislada. Su desarrollo presente está conectado con los antecedentes (el ‘invisible’ triunfo en Andorra, la victoria de marcador extraño en Portugal; el arrollador triunfo de Sevilla,…) y, de alguna manera, condicionado por lo que está por venir (el margen de error decrece conforme se agota el calendario). Así, las dos parejas se afanan por discutir el gobierno del juego, tratan de imponer su dictado. Ambas parejas se retroalimentan. Bela y Lima, más consistentes que en anteriores encuentros, dan un paso al frente, más decididos a recortar espacios hacia la red. Paquito y Sanyo, siempre con mucho filo, se esfuerzan por ser disciplinados, pacientes, por estar conectados y huyen de temeridades innecesarias.
El marcador refleja el equilibrio que reina sobre una moqueta que penaliza el remate. Es el sevillano de Bullpadel quien más sufre por ello. Su pegada hoy no le genera oportunidades sino amenazas. Ocurre así en el quinto juego con saque de Sanyo. Bela, en la cinta, destroza por cuatro metros el remate del andaluz. Es la primera opción de quiebre. Suficiente para los líderes. Una víbora del puntano directa a la red confirma la rotura (2-3).
Bela y Lima se muestran muy activos desde el fondo, su dinamismo incomoda a sus contrarios, sus rápidas transiciones ataque-defensa y su afilado juego en la red les permiten arrebatar la iniciativa rival.
El golpe, sin embargo, no hace mella en Paquito y Sanyo. Al menos, no da tiempo a comprobarlo. Cuatro errores propios, dos de Bela y dos de Lima, el último un remate directamente fuera de la cancha, entregan el saque del brasileño y equilibran de nuevo el electrónico (3-3).
Pero, más allá del fallo, lo cierto es que el de Porto Alegre está inconmensurable. Su juego es granítico. Sin apenas fisuras. Sin duda, su mejor partido en los últimos torneos. Suya es la firma del break que, en el séptimo, de nuevo desnivela la contienda. El despliege del de Asics eclipsa, incluso, algún traspié de su compañero. Una chiquita cruzada de Sanyo, que buscaba el ángulo junto a la malla, se marcha fuera y resuelve un punto kilométrico que sirve para adelantar otra vez a Lima y Bela (3-4).
En esta ocasión, consolidan la conquista y abren una brecha (3-5) que se antoja suficiente para abrochar el primer acto. No lo consiguen al resto (4-5) y disponen del saque de Lima para lograrlo. Pero el primer punto del juego sirve de presagio. Bela repite el mismo error de su compañero en el break que encajaron con anterioridad. Un remate del argentino se teletransporta por encima de la malla superior de fondo sin tocar moqueta.
Tras el fallo propio, la genialidad contraria. Sanyo, fuera de pista, resuelve por la puerta un remate por tres metros de Lima. Y lo hace con una dejada que hipnotiza la bola junto a la red. Una diablura que agranda la leyenda en torno al inmenso talento del de San Luis que se encarga, en las dos acciones siguientes, de certificar una rotura en blanco (5-5) que impide a sus contrarios llevarse el set.
Con saque propio, Paquito y su compañero firman un parcial de 3-0 que sitúa su remontada a un palmo del éxito (6-5). El sevillano, atribulado por su remate, recupera su pegada en el mejor momento y procura una bola de set en el undécimo. Un ajustadísimo saque de Bela dificulta el resto de Paquito que, incluso, reclama la revisión de video al juez-árbitro.
Ahí se esfuma la ocasión y se abre la puerta del tie break (6-6). Sobre el alambre, se impone la consistencia de Fernando Belasteguin y Pablo Lima. Su trabajado patrón de juego, su esforzada disciplina táctica y su asombrosa capacidad defensiva les elevan la foto finish tras una hora y diez minutos de juego (6-7).
Despide el set Bela pidiendo el aplauso para Lima. Por su exhibición defensiva en el último punto. Por su inaccesible nivel durante todo el set. Por su incondicional entrega desde el primer día.
Una distracción que acaba por despeñarles
Ceden Paquito y Sanyo en el último centímetro pero no deben reprocharse nada. Todo lo contrario. Hoy no es tiempo de revolución sino de persistencia. Han concedido menos errores no forzados (8 por 10) que sus contrarios pero se han visto penalizados por el remate (9 frente a 13 smash ganadores). Sus opciones, en cambio, aún están intactas.
La amenaza para la ciclotímica pareja hispano-argentina no está en su juego sino en su cabeza. Desde el primer set (en verdad, desde hace mucho), Paquito rumia su malestar por la altura de la bola en los saques de Bela y Lima. Se lo ha hecho saber ya al juez-árbitro en el primer acto y estalla al comienzo del segundo.
La protesta abre un nuevo frente en la contienda, una distracción que acabará engullendo las aspiraciones del sevillano y de su compañero. Se aprecia en el segundo juego de la segunda manga.
Bela le agita desde el cruzado. Arriba y abajo. Le concede espacios y se los niega de improvisto. Lima refuerza la apuesta con un juego intenso por bajo que busca el medio y el globo paralelo cuando el sevillano gana red. Aunque Paquito y Sanyo salvan la primera opción de quiebre en contra. Caen a la segunda. El de Bullpadel, de nuevo, se vende con su remate. Finalmente, un error de su compañero con la volea acredita el primer break del segundo capítulo (0-2).
No pierden el paso los números dos que tratan de agarrarse al duelo desde el resto. Tienen dos oportunidades de recuperar el terreno perdido, dos bolas de rotura al saque de Bela que, sin embargo, no logran convertir (0-3).
Con Paquito pre-advertido por el juez de silla, ahora es Sanyo quien recoge el testigo para protestar por la altura de los servicios de sus rivales mientras su compañero se desespera en su esquina.
Esta vez, la desconexión no se produce entre ellos (como en Andorra, por ejemplo). Esta vez, el cortocircuito les aísla a ambas del juego. La discusión deja resuelto el partido. El parcial de 5-0, con un nuevo break por el camino, acaba con la incertidumbre. Paquito y Sanyo apenas evitan el rosco pero entregan en blanco el último juego que concede el título a sus rivales en esta final masculina del Granada Open 2017 (7-6 y 6-1).
En Granada, Belasteguin y Lima redescubren el camino del triunfo a través de la fórmula que les hace reconocibles. Lo explica el brasileño, MVP de la final, al término de la misma: la clave fue que volvieron a jugar como una pareja. Juntos sobreviven a lo que, hace poco, les hubiera condenado.
5 títulos se reparten las dos primeras parejas del circuito que esperan ya el próximo desafío: el Estrella Damm Zaragoza Open.